Los planes "a" y "b" de Génova respecto al futuro de Alejandro Fernández fallaron. El congreso regional destinado a sustituirlo se fue posponiendo a falta de una alternativa capaz de presentarle batalla con garantías de éxito. Y, en esto, llegó el adelanto electoral catalán, que pilló a la dirección nacional del PP sin los deberes hechos. Aceptada finalmente, y a regañadientes, su candidatura a la Generalitat, también por resistencias de otras opciones posibles, Génova no ceja en su empeño de buscarle un sustituto para el liderazgo regional del partido, según ha podido conocer El Independiente.

De hecho, a Fernández apenas se le ha dejado margen de maniobra en la confección de las listas electorales siendo desoída su propuesta de integrar a algún representante de la sociedad civil tras el poyo cerrado que recibió de muchas de sus organizaciones en una decisión que desagradó a la dirección nacional del partido por considerar que dicha iniciativa respondía a maniobras del propio Fernández. En los puestos fijos de salida -trabajan con la previsión de superar los 15 escaños- hay personas del gusto de Alberto Núñez Feijóo, de Dolors Montserrat, de los hermanos Fernández Díaz, Jorge y Alberto, y del alcalde de Badalona, Xavier García Albiol.

Entre esos nombres estará el de la persona que podría sustituirle en el liderazgo del partido, tras la reiterada negativa de Montserrat a volver a la arena política catalana. Es el caso de Manu Reyes, alcalde de Castelldefels, -favorito del líder del PP y próximo a Alberto Fernández Díaz- o de Santi Rodríguez, diputado nacional en el Congreso.

Pero los mismos medios consultados alertan respecto a que "si piensan que Alejandro no peleará por seguir al frente del partido, están muy equivocados", además de advertir respecto a las "dificultades" de las bicefalias, modelo que sólo funcionó durante años en Madrid hasta que Esperanza Aguirre decidió romper con esa anomalía con respecto al resto de las baronías populares. Luego fue Isabel Díaz Ayuso, siendo ya presidenta autonómica, la que luchó por liderar el partido en Madrid para poner fin a años de dirección interina en manos de Pío García Escudero y motivo de la crisis que acabó con Pablo Casado.

Además de no tener el control de la lista, Fernández tampoco lo tendrá de su propia campaña

Además de no tener el control de la lista, Fernández tampoco lo tendrá de su propia campaña, pues la coordinadora de la misma será Montserrat "por lo que no se le dejará margen. Queda en manos de sus adversarios en el partido", narran a El independiente fuentes próximas al catalán. Lo cierto es que a Montserrat la campaña catalana se va a superponer con la precampaña de las elecciones europeas, porque menos de un mes después los españoles están convocados a elegir sus representantes a la Eurocámara. Aún no está resuelto quién encabezará esa lista.

Génova le hace pagar de este modo a Fernández su acto de rebeldía, sentenciado por Feijóo el mismo día en que criticó el intento de diálogo con Junts, de cara a la investidura del líder popular, y representante de un catalanismo más parecido al de Alejo Vidal Quadras que al de Josep Piqué, más del estilo del actual líder nacional del partido. Cabe recordar que José María Aznar cortó la cabeza de Vidal Quadras a exigencias de CiU tras firmar el pacto del Majestic. Pero tampoco salió bien parado el hoy fallecido Piqué, a quien Génova le impuso el equipo de campaña para las generales de 2008, lo que que consideró una "desautorización" directa y palmaria tras varios meses de desencuentros con la dirección nacional del momento, liderada por Mariano Rajoy.

Queda por ver cuál será el grado de implicación de Feijóo en esta campaña. Acudió a la reunión de la Junta Directiva del PP catalán y ayer mismo a la presentación de los cuatro cabezas de lista, haciendo, como diría Pedro Sánchez, de la necesidad virtud. Por el momento tiene que repartir su tiempo con la campaña a la presidencia de la Lendakaritza, pero la lógica lleva a pensar que, tanto en un caso como en otro, y si bien los sondeos dan al alza, no son unas elecciones en las que los populares se jueguen mucho a diferencia, por ejemplo, de las gallegas, prueba superada con una más que solvente mayoría absoluta. Otra cosa es la gran dimensión que dan a las europeas, convertidas es una suerte de consulta plebiscitaria de ámbito nacional sobre la ley de Amnistía y otras cesiones al independentismo catalán, con el debate del referéndum de autodeterminación sobre la mesa.

Cinco años y medio sin celebrar congreso regional

El congreso del PP catalán sigue sin fecha en el calendario. Lo previsto era cerrar este triple ciclo electoral, a culminar el 9 de junio, antes de abordarlo. El último cónclave catalán se celebró en noviembre de 2018, hace nada menos que cinco años y medio, lo que seguro conculca los estatutos del partido. Será inevitable celebrarlo este 2024 y del resultado del 12-M dependerá en muy buena medida si Fernández mantiene las riendas del mismo. Los populares catalanes esperan superar la barrera de los 15 diputados. Incluso acarician la esperanza de poder aunar no sólo el voto de Ciudadanos -formación que se ha negado a integrarse bajo las siglas del PP- sino hasta pescar del electorado del PSC de Salvador Illa refractario a la ley de Amnistía y a la hipótesis de un referéndum de autodeterminación, y hasta de Vox.