El Congreso de los Diputados discutió este martes la iniciativa del PP para el reconocimiento del candidato de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, ahora exiliado en España, como legítimo presidente electo del país tras los comicios del 28 de julio. Ello con una protesta de más de un centenar de exiliados venezolanos frente a las puertas de la Cámara Baja, en la Plaza de las Cortes. Y que ha sido convocada por la oposición venezolana. Han participado figuras como Leopoldo López o Antonio Ledezma. Al igual que los populares, que se apoyan en Vox, el PNV, UPN y Coalición Canaria para pedirlo desde el hemiciclo, los ciudadanos venezolanos demandan al Ejecutivo de Pedro Sánchez que reconozcan esa victoria. El lema de la convocatoria es Por la libertad de Venezuela. Ya el Gobierno, en palabras de su ministra portavoz, Pilar Alegría, destacó tras el Consejo de Ministros en Moncloa que seguirán la postura europea: exigir la publicación de las actas antes de trasladar posicionamiento. Y tachó de "irresponsable" la acción del PP.
La portavoz adjunta de los populares en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, fue la encargada de defender la proposición no de ley del PP, que incluye puntos como la recuperación de las sanciones europeas a Venezuela, capitanear desde la UE el avance de la democracia en el país, o garantizar la protección de la oposición así como la libertad de los presos políticos y los manifestantes. Álvarez de Toledo, bajo la atenta mirada de la hija de González Urrutia, Carolina, presente en la zona reservada a visitas de la Cámara Baja, desglosó las razones por las que los grupos deberían dar el respaldo a la medida. Entre ellas: la "moral", la importancia de "la verdad", "las actas recogidas por los ciudadanos" que aseguran una victoria de González Urrutia por el 66%, o la salvaguarda de "la soberanía sagrada del pueblo". Para confrontar con la "posverdad" que asola, dijo, a las democracias y hacer caer un régimen dictatorial como el de Maduro e "impulsar la transición democrática", insistió.
Álvarez de Toledo, apuntó que, con su rechazo, "ni si quiera la izquierda merece este descrédito". Y citó a figuras como el presidente chileno, el izquierdista Gabriel Boric, quien ha sostenido que Venezuela es una dictadura. Por ello, y enlazando esta cuestión con otro asunto de calado internacional de los últimos meses, como ha sido el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España, la diputada ha pedido al Gobierno que "rompan el consenso también para esto" y reconozcan a González Urrutia como vencedor.
Otra de las líneas que trató Álvarez de Toledo, es la respectiva a la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Esta misma mañana, el PSOE presentó una enmienda transaccional al texto del PP para que se trabaje en un posicionamiento en la UE conjunto, pero también para que se ponga en valor el papel del socialista en la mediación entre el Gobierno venezolano y la oposición. Ante ello, y conocido el rechazo de su partido por ser "inmoral", como citó a mediodía el portavoz popular Miguel Tellado, la diputada por Barcelona argumentó: "Hace años que Zapatero mantiene una relación de intimidad antidemocrática con Maduro y su corte criminal. Es todo menos un mediador, siempre ha utilizado el diálogo para dar oxígeno a la dictadura". "A Edmundo lo despojan y a Zapatero lo encumbran, lo hacen un héroe", añadió. A juicio de la diputada del PP, el exilio del candidato venezolano es "una operación diseñada por la dictadura, organizada por Zapatero y facilitada por el Gobierno de España".
El PSOE habla de "falsas expectativas"
Para la diputada socialista Cristina Narbona, con esta iniciativa, el PP estaría generando "falsas expectativas". Porque esto, el reconocimiento, no es "una varita mágica" que vaya hacer desaparecer a Maduro de inmediato. "Lo primero que hay que hacer es no engañar a los venezolanos (...). Ojala fuese así, pero sabemos que las cosas no funciona de esta manera", recordó Narbona, apelando al reconocimiento de Guaidó en 2019 como presidente encargado, algo que "no tuvo ninguna utilidad". Asimismo, pidió al PP no usar a los venezolanos como "el ariete para cualquier cosa que haga el Gobierno". Mencionó que el Ejecutivo, con la acogida de 125.000 venezolanos, es quien "más ha hecho por el pueblo venezolano". "Saben que no están viviendo [en España] en una dictadura chavista como se dice desde las filas de la oposición, sino en un país democrático que acoge y defiende los derechos humanos y la democracia dentro y fuera de las fronteras", concluyó.
Tanto como Vox —denunció la ambigüedad del PP a no liderar esto en Bruselas pese a su dominio institucional—, PNV, UPN y Coalición Canaria confirmaron en el debate su respaldo. La representante canaria, Cristina Valido, en la línea marcada por el PNV, pidió no utilizar a Venezuela como objeto de choque en la Cámara. Precisamente el portavoz vasco, Aitor Esteban, ante la ausencia de reproches por parte de la diputada Álvarez de Toledo, algo que no tenía muy claro en vista a los señalamientos de los populares semanas atrás, por negarse a que Sánchez y Albares compareciesen sobre Venezuela en la Cámara, ha desgranado los motivos que le llevan a ese sí. "Mi experiencia es que en esta Cámara se ha utilizado mucho a Venezuela. La realidad es que hay una represión brutal y represión generalizada. El propio Maduro llegó a afirmar que ganaría por las buenas o las malas las elecciones. Que habría un baño de sangre" si no. Algo que rechazó, dijo Esteban, el propio Lula da Silva.
Esteban, como por la mañana, ve buena la posición del Gobierno si busca garantizar la capacidad de entendimiento, de mediación y asilo al pueblo venezolano. Y ha restado hierro a la negativa del PSOE, dado que esto no tendrá carácter vinculante, "sí político". Sobre la enmienda de los socialistas, "es un intento de acercamiento", afirmó. En tono conciliador. Coincidió, en cambio, en el carácter moral de la votación, como Álvarez de Toledo, para presionar al resto de los grupos. Podemos, en cambio, se desmarcó de ese tono. Arremetió contra el PP por no condenar "en once meses el genocidio en Gaza o jalear los golpes en Bolivia".
El diputado Javier Sánchez Serna acusó de querer "asfixiar a los venezolanos" pidiendo sanciones internacionales. Y calificó a González Urrutia del "candidato de la extrema derecha", lo que acarreó gritos en la bancada popular. "Griten, griten. Voy a seguir hablando", declaró. Pidió "independencia" al pueblo venezolano para "resolver sus problemas" y comparó la situación con las denuncias de fraude de Trump en las últimas presidenciales estadounidenses, que la justicia tiró por tierra. Al término, desató algún insulto de los populares, lo que llevó a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a un apercibimiento.
Gabriel Rufián insistió en que el propio abogado de González Urrutia declaró como falsas las actas mencionadas por el PP para justificar la iniciativa de reconocimiento. Por eso "dijo que no las volverá a reclamar". Respecto a la declaración de que "la soberanía del pueblo es sagrada", el portavoz de ERC apuntó que "nos gustaría haberlo sabido el 1 de octubre", hilando la cuestión con el procés. "Nos hubiéramos ahorrado un montón de hostias y palos", apreció, sin ver similitudes con el asunto palestino, tampoco.
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