Madrid es para Pedro Sánchez no solo su federación, aquella en la que comenzó a militar y en la que sigue teniendo el carné. Es su empeño fallido, la región fetiche que no ha logrado arrebatar al PP, aunque se quedó cerca en 2015 y en 2019, en ambas ocasiones con una apuesta suya, el exministro Ángel Gabilondo, como candidato. Ahora vuelve a tener al frente a un hombre de su confianza total, a Óscar López, primero su director de Gabinete (2021-2024) y ahora el responsable de Transformación Digital de su Gobierno. Ambos son cuña de la misma madera. El alineamiento es total y el encargo, claro, vencer a Isabel Díaz Ayuso en 2027. Sin condescendencia ni florituras. Y yendo a "ganar el partido", no simplemente a "defender el resultado". Porque la presidenta madrileña no es solo de derechas, recuerda, ni tan siquiera es la encarnación de la "internacional ultraderechista". Ella es la representación de la "multinacional ultraderechista", a la que no le importa mercadear con todo para arrebatar "derechos" a los ciudadanos.

Era uno de los mensajes centrales que dejaba el presidente del Gobierno en la clausura del 15º Congreso Regional del PSOE-M, el de entronización de López como nuevo secretario general —ya fue proclamado en diciembre, tras la caída de Juan Lobato— y de elección de la nueva ejecutiva, de 47 miembros (24 mujeres), apoyada por el 83,37% de los delegados. Los dos, además de la histórica Paca Sauquillo, la flamante presidenta del PSOE-M, cargaron duramente contra Ayuso y arengaron a la parroquia socialista para que ponga toda la carne en el asador en los dos años que quedan por delante, para que piensen que sí se la puede derrotar en las urnas, para que crean que la victoria sí es posible, para que sientan que no es una utopía retornar a la Puerta del Sol, sede de la Comunidad de Madrid, tras 30 años ininterrumpidos de gobiernos del PP.

La izquierda valiente es Pedro Sánchez", elogia López, "la izquierda que gana, la que gana para gobernar y hacer cosas que algunos dicen que no son posibles"

López lleva rotulando su proyecto como la Izquierda valiente desde que decidió competir por el liderazgo del PSOE-M. Ese era el lema también de este 15º Congreso de Leganés. Porque "la izquierda valiente es Pedro Sánchez", glosó el nuevo líder autonómico, en un mensaje nítido de cierre del pasado, ya que justamente Ferraz buscaba el relevo de Lobato —antes de que saltara la noticia de que llevó al notario sus mensajes con la dirigente Pilar Sánchez Acera, ahora nueva secretaria de Organización del PSOE-M— porque no defendía con ahínco el proyecto federal, porque se había ido distanciando progresivamente, acercándose a la órbita de barones críticos como el castellanomanchego Emiliano García-Page, aunque sin su mayoría absoluta. "La izquierda valiente es la izquierda que gana, la que gana para gobernar y hacer cosas que algunos dicen que no son posibles", aplaudió López, pasando a resumir las principales políticas que parecían imposibles y que el Gobierno materializó.

Sánchez le devolvió el cumplido: declaró su "cierta debilidad" por él, se confesó "un admirador incondicional", le reconoció sus "atributos muy importantes, su capacidad de trabajo, su solidaridad, su empatía, su habilidad para articular grandes mayorías para que Madrid vuelva a producir un cambio en 2028". "Enhorabuena, Óscar, por tu elección como secretario general, y vamos a ganar en 2027 la Puerta del Sol. Es la izquierda valiente que representa el PSOE-M". Cambio de época respecto al discurso de Lobato.

Estamos aquí para servir a la gente, y no para servirnos de la gente, como hace la Comunidad de Madrid. Lo que hace Ayuso es ser fuerte con el débil y ser servil con el poderoso", advierte el presidente

Pero "ser valiente" en política significa, subrayó Sánchez, que "para que haya justicia social tiene que haber justicia fiscal", decir "a la banca y a las grandes fortunas y grandes corporaciones tecnológicas que van a pagar impuestos en España". Porque "lo que no es valiente es regalar tres de cada 10 euros que transfiere el Gobierno de España a la Comunidad de Madrid a los más ricos", mientras que la clase media y trabajadora "sufre por los recortes y la merma de la calidad de los servicios públicos".

A partir de ahí, Sánchez dibujó una derecha, la de Ayuso, que se ceba con los que más necesitan del Estado del bienestar, y todo para comerciar con los "derechos" de los ciudadanos. Justo la antítesis de la política del Ejecutivo central. Son dos espejos enfrentados. El reverso perfecto: "Estamos aquí para servir a la gente, y no para servirnos de la gente, como hace la Comunidad de Madrid. Lo que hace Ayuso es ser fuerte con el débil y ser servil con el poderoso".

El jefe del Ejecutivo agradeció el "paso al frente" de López, y también de Sauquillo, quien abrió la jornada de clausura ante el plenario y reconoció haber tenido "dudas" cuando el ministro la postuló para el cargo, pero aceptó por "responsabilidad", porque la situación "es muy difícil". Es un "momento trascendental", convino Sánchez, la "pugna no es sencilla", porque lo que está enfrente no es la "internacional ultraderechista" de la que tanto alerta en sus mítines.

Sánchez subraya que hace falta un PSOE que salga a "ganar el partido", y no solo a "defender el resultado". Una crítica implícita a Lobato, quien por cierto no apareció por Leganés en todo el 15º Congreso

Ayuso, siguió, es la representación de la "multinacional ultraderechista". La que pone "alfombra roja" para que se hagan negocio con los derechos de la gente, a cambio de que se financie a pseudomedios digitales y a tertulianos "para expandir bulos y desinformación con los que condicionar el debate público en Madrid y en el conjunto de España". Ahí radica, de hecho, la importancia de que el PSOE-M salga a "ganar" la región, porque lo que ocurre aquí irradia a toda España, por la fuerza de los medios madrileños. "Esa es la multinacional ultraderechista, la coalición entre los de arriba que tienen el dinero y el PP y Vox cuando es necesario. Todos ellos unidos por la pasta para hacer negocio con los derechos de la gente".

La receta para combatir esa "multinacional ultraderechista" es doble, sostuvo el presidente, se hará desde el Gobierno, "y Óscar es ministro". Por un lado, se aplicarán "más políticas progresistas", "política para la gente, para la mayoría social": reducción de la jornada laboral, más feminismo, más subida del salario mínimo. Y dos, hace falta un PSOE que salga a "ganar el partido", y no solo a "defender el resultado", una crítica implícita a Lobato y que ya venía de meses atrás, cuando el presidente marcó en rojo la debilidad de su proyecto en Madrid. No se pudo ver la reacción del anterior barón autonómico: no apareció por Leganés, por la sede de este 15º Congreso, en todo el fin de semana.

"Han puesto Madrid en venta, y ya sabemos quién se lleva la comisión", ironizó el presidente, aludiendo a los negocios del novio de Ayuso, Alberto González Amador, y sus tratos con el gigante sanitario Quirón. Eso le valió para enlazar con Alberto Núñez Feijóo, a quien presentó como una marioneta de la presidenta y un dirigente poco consistente. El líder del PP, dijo, tiene "muchas razones de peso para exigir una dimisión como una casa" o "como un ático" a Ayuso, pero "no lo hace". Y no lo hace, prosiguió, porque "no quiere acabar como [Pablo] Casado", defenestrado por la baronesa madrileña.

El jefe del Ejecutivo ironiza sobre Feijóo: la política nacional "le pilla lejos o le queda negro", el PP "es la casa de Tócame Roque". Él, su Gobierno y su dirección se vuelcan en la 'coronación' de López

Pero quizá "va a abrir la puerta solo". Era la burla a Feijóo, al que la política nacional le "pilla lejos o le queda grande", desdeñó, como se ha visto con las idas y venidas con el decreto ómnibus, que contenía la revalorización de las pensiones. Primero su grupo votó no y la semana pasada, amarrados ya los apoyos de Junts, anunció un giro sorpresivo al . "Es la casa de Tócame Roque [...]. El autor de 'no soy presidente porque no quiero' ahora es 'voto sí cuando mis votos son irrelevantes porque ya hay una mayoría parlamentaria que lo garantiza'", resumió con sorna.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), junto al líder del PSOE-M y ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López (3i), flanqueados por el titular de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños (i); la portavoz del Gobierno y secretaria general del PSOE de Aragón, Pilar Alegría (2i); la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol (2d), y el jefe del PSE-EE, Eneko Andueza, este 2 de febrero en la clausura del 15º Congreso del PSOE de Madrid, en el campus de Leganés de la Universidad Carlos III. | EUROPA PRESS / JESÚS HELLÍN

Sánchez hizo suya la expresión con la que el director de Gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, puebla sus mensajes en X: su "p'alante". La expresión coloquial con la que anticipa decisiones de los tribunales contra el Gobierno. "Aquí son de más p'alante, ¿no? Bueno, pues eso, con la revalorización de las pensiones, Feijóo y el PP son p'alante, p'atrás, pa un lado, pa otro... No son de fiar. Nosotros sí lo tenemos claro. Si estamos en el Gobierno, revalorizar las pensiones va p'alante. Si estamos en el Gobierno, el transporte público gratuito para nuestros jóvenes y también para los trabajadores públicos va p'alante. El escudo social, va p'alante, claro que va p'alante", reversionó.

El líder socialista infundió ánimo a los suyos, a una federación ayuna de victorias durante décadas. Les recordó, como viene haciendo en los congresos regionales del partido de estas últimas semanas, que el PSOE es una formación "de ganadores". "Ganaremos en Madrid y ganaremos el Gobierno de la Comunidad de Madrid en favor de un presidente ejemplar, solvente, socialista", remachó.

"Somos Paca Sauquillo y somos gente como ella"

Apenas minutos antes había defendido esa misma idea el propio López, apoyándose en el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, con quien ayer mantuvo un diálogo en el 15º Congreso. "Cuando este partido quiere ganar, este partido gana. Vamos a ganar, esto es Madrid, aquí nació el PSOE. Un PSOE que lleva más de 140 años defendiendo los mismos ideales. Hemos sido la lucha por los trabajadores, somos la lucha por la libertad de verdad. Somos el feminismo, la integración, la acogida, la paz. Somos Paca Sauquillo y somos gente como ella que hicieron grande a este partido y este proyecto", reivindicó tras agradecer a Sánchez, "un referente" del partidos, por todas las cosas que ha "aprendido" con él, a su lado. Su relación viene de antiguo, del arranque de los 2000, cuando ambos trabajaban a las órdenes de Pepe Blanco en Ferraz. Y tras el paréntesis de las primarias de 2017, ambos se reconciliaron y trabajaron juntos primero en la Moncloa y ahora dentro del Consejo de Ministros y al frente de una federación estratégica como la madrileña.

No tengo claro dónde va a perder Ayuso. Si va a perder en Génova contra Moreno, en Sol contra nosotros o en la Moncloa contra Sánchez. Va a perder en las tres. ¿Y sabéis por qué? Porque la izquierda no la soporta pero la mitad de la derecha tampoco", sostiene López

La sincronización de Ferraz y PSOE-M es total. López también cargó contra el "coyote Feijóo", al que el correcaminos ha vuelto a "pasar de largo con velocidad" por la revalorización de las pensiones, una piedra que "le pesa mucho" y que no está tan claro que pueda levantar. El ministro deslizó que el jefe del PP está volviendo a ser cuestionado internamente. Y quizá quien le dispute el trono de Génova es la propia baronesa madrileña. Pero a ella no le arrienda las ganancias: "No tengo claro dónde va a perder Ayuso. Si va a perder en Génova contra [Juanma] Moreno, si va a perder en Sol contra nosotros o en la Moncloa contra Sánchez. Va a perder en las tres. ¿Y sabéis por qué? Porque la izquierda no la soporta pero la mitad de la derecha tampoco".

López tiene fijada como una de sus prioridades la inversión del 1% del PIB en la universidad pública y aprobar una moratoria para la autorización de más campus privados —Madrid tiene 13, por los únicamente seis públicos—, y de ahí que este congreso se haya celebrado en la Universidad Carlos III. Pero también luchará para que en la región se aplique la ley de vivienda, a lo que se niega Ayuso, y prometió una norma autonómica. El ministro ha integrado en su dirección a David Lucas, el secretario de Estado de Vivienda.

El secretario general ha situado en lo alto de la dirección a dirigentes duros con la presidenta, como el delegado del Gobierno o Lorena Morales, nueva responsable de Igualdad

Pero la misma composición de la dirección contiene varios mensajes dirigidos a Ayuso. No solo por la arriesgada apuesta por Pilar Sánchez Acera, que podría llegar a ser imputada por el Supremo en el caso de la presunta filtración del correo del novio de la presidenta. También López premia a Fran Martín en Política Institucional, y él, delegado del Gobierno en Madrid, es considerado un látigo para la presidenta. También es toda una señal la elección como portavoz del exjefe regional de Juventudes Javi Guardiola. O la de Lorena Morales como secretaria de Igualdad. Ella ha conducido en los últimos años la denuncia pública por las 7.291 muertes en las residencias madrileñas durante la pandemia. "No quiero que la vida y la muerte dependan de un seguro privado. No hemos llegado hasta aquí para eso", avisó López durante su discurso este domingo. La ejecutiva ha sido aplaudida por las agrupaciones del cinturón y los alcaldes, justo donde López quería situar el foco. Pero parte de la contestación se debe al desplazamiento, por ejemplo, de figuras reconocidas como el diputado Santi Rivero, hasta ahora secretario de LGTBI.

"Tenemos una responsabilidad, que la izquierda se una y sea valiente", clamaba en el arranque de la clausura Paca Sauquillo, una histórica del partido y de la defensa de las libertades desde que ejercía como abogada laboralista en pleno franquismo. Sauquillo confesó que no tenía claro si embarcarse en la nueva ejecutiva pero aceptó porque "algunos", el PP de Ayuso, "intentan defender esa palabra tan bonita como libertad, pero quieren arrogársela". "No podemos permitirlo. Intentan borrar la memoria, cuando la libertad la trajimos nosotros", siguió, recordando cómo el Ejecutivo regional se niega a que el Gobierno central instale una placa en Sol que recuerde que allí mismo el franquismo torturó a los detenidos por razones políticas. Sauquillo abogó por esa mixtura de generaciones, por la defensa entre todos de los "derechos conquistados y en peligro". "Debemos unirnos para que Óscar sea presidente", acabó la nueva presidenta del PSOE-M, muy aplaudida por los delegados.

Sauquillo reconoce que dudó cuando López le propuso el cargo, pero accedió por "responsabilidad": "Algunos intentan defender esa palabra tan bonita como la libertad, pero quieren arrogársela, y no podemos permitirlo, intentan borrar la memoria"

Era otro de los propósitos de este cónclave. Unidad interna, o eso se pretende, y conexión absoluta con Ferraz y la Moncloa. El 15º Congreso contó en la apertura con teloneros de relumbrón, entre ellos el president catalán, Salvador Illa. Y en la clausura, además de por Sánchez, López estuvo arropado con una importante fila cero: la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y su antecesora en el cargo, la catalana Meritxell Batet, los ministros Félix Bolaños, José Manuel Albares —ambos intervinieron ayer— y Pilar Alegría, nueva líder de los socialistas de Aragón; el líder del PSE, Eneko Andueza, el portavoz en el Congreso, Patxi López, o los miembros de la dirección federal Enma López, concejala en Madrid capital; Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, o Paco Salazar, alto cargo en la Moncloa. Despliegue máximo para simbolizar el respaldo total de Sánchez hacia su delfín en Madrid.