"La clave es que no caiga otro tsunami". El PSOE vuelve a respirar, a coger oxígeno, un mínimo. La reestructuración de la ejecutiva diseñada por Pedro Sánchez, con dos mujeres en dos puestos clave —la valenciana Rebeca Torró en Organización, la catalana Montse Mínguez como portavoz—, sosiega, aunque con mucho escepticismo, las filas, le ayuda a pasar el trago del comité federal de este sábado, 5 de julio, quizá el más difícil de su carrera política. Pero no sirve de panacea para un partido que no ha superado el shock y el daño emocional de ver a su último jefe del aparato, Santos Cerdán, en prisión por presunta corrupción, y a su antecesor, José Luis Ábalos, investigado en el mismo caso. El miedo sigue calando en los huesos del PSOE, no muere la angustia por lo que pueda seguir ocurriendo, por lo que den de sí las pesquisas judiciales.
Porque es la inseguridad que sienten muchos cuadros. Ese temor a que "caiga otro tsunami", como lo expresa un veterano responsable bien conectado con la Moncloa.
Sánchez designa a dos mujeres para dos puestos clave: la valenciana Rebeca Torró como secretaria de Organización y sustituta de Cerdán, y la catalana Montse Mínguez como nueva portavoz
El secretario general del PSOE tenía ante sí la tarea de al menos calmar las ansias de sus compañeros, que esperaban un gesto de ruptura rotunda con el pasado, de borrado de la huella de Cerdán. La elección, de entrada, de una mujer al frente de Organización. Y Sánchez cumplió con esa expectativa. Designó como nueva número tres a Rebeca Torró (Ontinyent, 1981), actual secretaria de Estado de Industria y exconsellera de Ximo Puig, reconocida en su federación, el PSPV, como una buena gestora que ha pasado por todas las administraciones —su Ayuntamiento, la Diputación de Valencia, la Generalitat y el Gobierno central— y como una buena comunicadora. Una dirigente de perfil más técnico que orgánico con corta trayectoria fuera de su comunidad, un rostro muy distinto al de su predecesor, Santos Cerdán. Ella no estaba en las quinielas internas de las últimas semanas: Sánchez, de nuevo, sorprendió a los suyos. La valenciana será la tercera mujer en dirigir la sala de máquinas de Ferraz en la historia del PSOE, después de Carmen García Bloise (1979-1984) —con Felipe González— y Leire Pajín (2008-2010) —con José Luis Rodríguez Zapatero—.
Pero Torró no liderará Organización en solitario. Con la intención de componer una estructura más horizontal, el presidente nombró a tres adjuntos: a la almeriense Anabel Mateos (Coordinación Territorial), al sevillano Paco Salazar (Análisis y Acción Electoral) y al madrileño Borja Cabezón (Transparencia y Acción Democrática). Cerdán contaba con un adjunto oficial, Juanfran Serrano —ya oficialmente apartado del aparato, pero queda por saber si se mantiene en la ejecutiva y, en ese caso, con qué puesto—, y con otros dos colaboradores, el leonés Javier Alfonso Cendón —ya fulminado por Sánchez— y el abulense Manuel Arribas —miembro de la dirección del partido en Castilla y León—.
La figura clave en el aparato es Paco Salazar, enlace entre la Moncloa y Ferraz. Hay quienes le ven como jefe del aparato en la sombra. "Rebeca no va a ser su marioneta. Quien diga eso es que no le conoce", advierten desde la cúpula del PSPV
De los tres nuevos adjuntos que acompañarán a Torró, la figura clave es Salazar, hombre de la total confianza del presidente, alto cargo de su Gabinete en la Moncloa y un experto conocedor del engranaje del partido. La nueva titular de Organización ya mantenía una buena relación con el dirigente sevillano, como constataban este viernes varios cuadros del PSPV. El peso específico de Salazar, su condición de enlace entre la Moncloa y Ferraz, hacen prever a algunos responsables consultados que él ejercerá realmente de jefe del aparato en la sombra.
"Es el que tiene más rodaje. De cero absoluto no puedes empezar y Paco es de la máxima confianza de Pedro", alega un secretario de Organización autonómico. "Rebeca no va a ser la marioneta de Paco. Quien diga eso es que no la conoce. Ella tiene personalidad y criterio y tener de colaborador a Paco es un lujo", defienden por su parte desde la federación valenciana, de cuya ejecutiva, la que lidera la ministra Diana Morant, Torró formaba parte. Salazar, un dirigente que se ha sabido mover (y crecer) entre bambalinas, tiene buen cartel interno en el partido. Incluso entre los que no están en absoluto alineados con Ferraz. Su nombre también entró en las cábalas internas desde el principio, aunque en el partido se consolidó la percepción de que con él no se daría una imagen de cambio total en un momento en el que las siglas necesitan recuperar la credibilidad y la reputación tras el terremoto del caso Koldo / Ábalos / Cerdán, cuya onda expansiva aún es desconocida. La mano derecha oficial de Torró será, no obstante, Mateos, que, como Cabezón, saltó a la ejecutiva en el 41º Congreso Federal del PSOE, el que acogió Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre del año pasado.
Este sábado, la dirección al completo
La segunda mujer clave en esta nueva etapa es Montse Mínguez (Lleida, 1976), elegida por el líder como nueva portavoz del partido, en sustitución de la burgalesa Esther Peña. La parlamentaria del PSC es la actual secretaria general del Grupo Socialista en el Congreso y miembro de la cúpula de Sánchez, desde diciembre, como responsable de Trabajo, Economía Social y Trabajo Autónomo. Mínguez, una dirigente cercana al president de la Generalitat, Salvador Illa, ha ido creciendo en los últimos meses y era una clara apuesta del presidente: él la integró en el equipo interino al mando de Organización hasta el comité federal de este sábado —junto con Cristina Narbona, Ana Fuentes y, precisamente, Borja Cabezón— y ha sonado como posible sustituta de Cerdán. Su promoción se daba por segura, y así se ha confirmado. La diputada catalana contará con una dos: la concejala madrileña Enma López (Vigo, 1986), será su portavoz adjunta. Un cargo que, en realidad, ya ejercía de manera oficiosa. López compatibilizará su nueva función con una macrocartera económica: Política Económica, Transformación, Emprendimiento y Cambio Social.
Este sábado se conocerá al completo la nueva comisión ejecutiva federal del PSOE y se podrán computar las entradas y las salidas, algunas obligadas por la aplicación del artículo 3 de los estatutos, el que prevé la limitación de cargos orgánicos, aunque deja al secretario general un mínimo margen: que el 10% de los miembros de su dirección sí puedan hacer doblete.
El líder feminiza la primera línea de mando, un gesto que le pedían en el partido. Y anuncia la reforma del código ético para echar a los puteros del partido
Los cambios conocidos hasta ahora dejan varias lecturas. Para empezar, que Sánchez feminiza la primera línea de mando, al situar a cuatro mujeres en cuatro puestos claves: Organización (Rebeca Torró) y su primera adjunta (Anabel Mateos), y la portavoz (Montse Mínguez) y su adjunta (Enma López). Así, el presidente estará rodeado de mujeres, porque a su lado se sientan la presidenta, Cristina Narbona; la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé. Hasta ahora, todos los jefes del aparato que había elegido el líder eran hombres: César Luena (2014-2016) y, tras retornar por la puerta grande a Ferraz después de vencer en primarias a Susana Díaz, a Ábalos y Cerdán, ambos imputados por corrupción. Era un gesto más necesario aún después de las nauseabundas grabaciones intervenidas a Ábalos y a su exasesor en el ministerio, Koldo García, que han indignado a las feministas socialistas y que han forzado una modificación del código interno que ayer anunció el presidente en un encuentro con mujeres del partido: consumir prostitución se considerará una falta muy grave castigable con la sanción máxima, la expulsión.
El poder amasado precisamente por Cerdán ha obligado a Sánchez a componer un organigrama con más teóricos contrapesos: tres adjuntos en Organización junto a Torró, una adjunta en la portavocía con Mínguez. La filosofía es la de desconcentrar Ferraz, que las responsabilidades sean "compartidas", como ya había avanzado este diario. En realidad, la estructura tampoco es cien por cien nueva. En 2017, en el 39º Congreso, Ábalos, como responsable de Organización, contaba con cuatro secretarios ejecutivos en su área: Cerdán, Salazar, José Antonio Rodríguez Salas (entonces alcalde de Jun) y Javier Izquierdo (hasta ahora, en la dirección).
Se introducen más contrapesos internos para desconcentrar el poder en Ferraz. Y se potencian perfiles más técnicos y menos 'aparateros'
También se potencian perfiles más técnicos y menos aparateros, y se proyecta Valencia, la segunda federación en número de militantes tras Andalucía y la comunidad objeto de deseo de los socialistas que aspiran a recuperar por el hundimiento del president, Carlos Mazón, por su gestión de la dana.
El fracaso del 41º Congreso
Pero también esta remodelación de la cúpula evidencia el fracaso del 41º Congreso. La acumulación de causas judiciales abiertas contra los socialistas provocó una reacción defensiva, un discurso contra la "cacería" que encabezó precisamente el hoy encarcelado Cerdán, y que vertebró aquel cónclave. Sánchez introdujo apenas cambios de relevancia en la cúpula, ya que mantuvo a sus números dos y tres, Montero y Cerdán, y a Peña como portavoz. La principal novedad fue la entrada de Bernabé en Igualdad. Ahora, el presidente acomete los cambios que entonces no hizo, igual que en 2022 tuvo que recomponer la dirección tras la dimisión de Adriana Lastra como vicesecretaria general, menos de un año después del 40º Congreso, el que se celebró en Valencia en octubre de 2021.
El presidente aparta al núcleo duro de Cerdán en la ejecutiva. Pero, ¿hasta qué punto? En una parte del partido no convence que pueda continuar en la cúpula su mano derecha, Juanfran Serrano
Sánchez ha apartado al núcleo duro de Cerdán en la ejecutiva. Pero, ¿hasta qué punto? Porque en una parte del partido no convence en absoluto que Serrano, la mano derecha del navarro, se pueda mantener en la dirección, aunque con otro cargo, con el argumento de que no se puede estigmatizar a quienes también se sintieron "engañados" por el hoy exjefe de Organización. Había responsables que, de hecho, pedían una poda más profunda, que alcanzase, por ejemplo, al sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, o a la madrileña Enma López.
Los relevos no suponen, en ningún caso, ninguna revolución interna. Al menos, los conocidos hasta ahora. Porque Sánchez no ha querido dar pasos más arriesgados. Ni elecciones, ni dimisión, ni congreso extraordinario, ni cuestión de confianza. En general, se siente una aprobación con los nombres elegidos, lo que en principio allana el camino del comité federal de este sábado. Pero la duda es la misma que persigue al partido desde que estalló el caso Cerdán: hasta qué punto bastarán para salvarlo, para salvar al Gobierno. Pregunta que no tiene respuesta, que no puede tenerla. Sánchez tiene que explicar a los suyos cómo piensa rehacer su hoja de ruta que permita llegar a la meta final, 2027. Y debe buscar cómo animarles e infundirles algo de esperanza.
En el PSOE ha generado más sorpresa el nombre de Torró, no los demás. Sí se esperaba algo más, aunque quedan por conocer qué más medidas internas se van a adoptar. Pesa, eso sí, la "incertidumbre"
"¿Los nombres? Ni frío ni calor. Pedro se ha rodeado de gente de confianza. Esos cambios no trasladan absolutamente nada, ni a la militancia ni a la ciudadanía", lamenta un secretario provincial. "Yo veo calma, pero el miedo no se mitiga. La incertidumbre ahí va a estar", opina un barón autonómico. "Los cambios gustan... pero lo justo. Pero ni alivian el temor, ni liquidan la crisis. La pregunta es si será suficiente. Si salen cosas más gordas, desde luego que no", apunta un cargo del Ejecutivo que conoce bien las estructuras del partido. "Torró, sorpresa, y el resto, sobre todo Paco [Salazar], una sospecha confirmada, y al mismo tiempo una garantía de conocimiento del partido. ¿Se esperaba algo más? Es posible, pero tampoco sabría decir muy bien por dónde. Veremos qué medidas internas más se aprueban. Antes de opinar, me gustaría ver el conjunto cómo queda", sostiene un responsable autonómico de Organización. "La sensación es buena, pero vamos a ver", añade otro jefe de un aparato regional. "Es que nunca habrá una seguridad total", observa un responsable territorial. "No esperamos un comité incendiario —tercia un alcalde miembro del órgano—, pero vivimos con el miedo, eso es así". En el flanco crítico no hay desaprobación de los cambios ("sirven para allanar el comité"), pero se duda de que puedan "zanjar nada", porque la situación sigue siendo igual de complicada.
Los discursos de Aznar y Rajoy, "gasolina" para el PSOE
El comité federal ya se preveía duro para Sánchez por el momento y porque la responsabilidad de haber confiado en Ábalos y Cerdán es suya y solo suya. En el partido subsiste el pánico, las dudas, la irritación, el shock, el trauma, la incertidumbre por la estabilidad de la legislatura y de la alianza con los socios. Pese a todo, no se prevé una reunión este sábado muy hostil. El más rotundo será, una vez más, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ayer volvió a cruzar otra frontera al afirmar, en un acto en Albacete en el que celebraba sus 10 años como mandatario autonómico, que "algunos no saben ni siquiera si van a cumplir el fin de semana en el mismo cargo o si van a seguir en la política". "Algunos, a lo mejor, hasta ni saben siquiera si van a estar libres de poder andar por la calle o van a tener que verse en una cárcel", continuó el barón regional. Era una "reflexión general", precisaron en su entorno, y no dirigidas a sus compañeros de partido, a los que verá este sábado en Ferraz.
Page calienta el comité al lanzar la idea de que "algunos ni saben siquiera si van a estar libres o van a tener que verse en una cárcel"
"Después de sus declaraciones, habrá con más razón un cierre de filas total", anticipa un veterano. Más aún, añade un mando territorial, tras los discursos de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy en la apertura del 21º Congreso del PP, en los que presumieron de la actuación de su partido contra la corrupción: "Esto es gasolina para el PSOE y para la polarización y para defender que hay que aguantar y atrincherarse". Entre los barones, habrá una ausencia destacada este sábado: la del presidente de Asturias, Adrián Barbón, obligado a guardar reposo siete días por indicación médica debido a una infección bacteriana que le fue detectada de urgencias este viernes.
En cualquier caso, el comité es solo la primera pantalla para Sánchez. La segunda, más difícil aún, llegará el miércoles, cuando se enfrente al Congreso en el pleno. "A ver cómo pasamos el verano. Si se llega sin más grandes sobresaltos a octubre, no es imposible que logremos pactar unos Presupuestos y tirar al menos durante 2026. Todo lo que no es derecha se vuelve a acojonar viendo la que se viene. Como en julio de 2023 23. La clave", ya lo decía el dirigente que abría esta crónica, "es que no caiga otro tsunami". Y nadie sabe si sucederá.
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