Una de cal y otra de arena entre la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. El PP no quiere quedar acorralado a la derecha y limitarse a una única dinámica de pactos con Vox, especialmente de cara a las generales. Porque ello puede romper la imagen de moderación que Alberto Núñez Feijóo busca transmitir con propuestas que atraigan socialistas desencantados, así como figuras aperturistas desde el centro como Borja Sémper o Marta Rivera de la Cruz, que integrarán las listas por Madrid. El acuerdo de investidura con el PRC en Cantabria ha servido para abonar y contrarrestar acuerdos de coalición inevitables como el valenciano por la distribución de fuerzas, y desde Murcia se quiere profundizar en esa línea. Algo que, no obstante, ha frustrado la euforia de Vox al considerarse imprescindible.

La marginación del PP de Fernando López Miras hacia Vox en el reparto de puestos en la Mesa de la Asamblea de Murcia, primer trámite de la legislatura, ha sentado como un tiro en las filas del partido ultraconservador. Así lo ha personalizado su presidente, el ex baloncestista José Ángel Antelo, que ha arremetido duramente contra los populares y Génova, al son de un pronunciamiento similar desde Madrid con Santiago Abascal al frente. "Estamos perplejos por que se vete a la única fuerza" que puede garantizar la investidura; a la "tercera fuerza" regional. "Quieren que regalemos los votos y eso no es posible (...) el PP ha decidido desde Génova ir a las elecciones", justificaba Antelo aunque aún con "la mano tendida" para cerrar el problema. Abascal, por su parte, ha acusado a Feijóo de querer dinamitar los siguientes pactos con Vox. "Hay 17 PP y solo un Vox", indicaba para reprochar la pluralidad de criterios territoriales.

Dado que entrar en la Mesa era una de las condiciones troncales para garantizar la investidura, concretamente se había exigido la presidencia de la cámara, y eso no se ha materializado, Vox limita ya las posibles negociaciones con el PP a dos escenarios: o la repetición de elecciones, o la entrada en el nuevo Ejecutivo. No contemplan una vía de apoyo exterior como la puesta en práctica con Ayuso anteriormente a cambio de acuerdos concretos. Fuentes de Vox en la Región de Murcia trasladan a El Independiente que no temen un desgaste si su rechazo a abstenerse al nombramiento de López Miras conlleva nuevos comicios, porque "nuestra alternativa social y patriótica se refuerza con cada cita electoral". Respecto a obtener una cuota del gobierno, en Vox se justifican: el de la investidura "es un problema creado por el PP en su afán de monopolizar el poder en Murcia al margen del resultado electoral".

Los de Antelo se niegan, no obstante, a adelantar a qué cuota de presencia aspiran de producirse una difícil cesión del PP en este asunto. O si quieren carteras similares a las de Castilla y León. Pero sí piden respeto a la representación obtenida el 28-M, que ha duplicado la de 2019. Vox ha pasado de cuatro a ocho diputados en la Asamblea, y de 61.591 a 118.546 votos; el 17,72% del sufragio. "Llegar a un acuerdo está en manos del PP, y debe respetarse la voluntad del electorado murciano. Y todo ello antes de abocarnos a una repetición electoral que nadie desea", insisten en el aparato autonómico de Vox, que delega cualquier responsabilidad a los populares.

Vox limita ya posibles negociaciones con el PP a dos escenarios: o la repetición de elecciones, o la entrada en el nuevo Ejecutivo"

Fuentes próximas a Vox Murcia, que conocen el funcionamiento interno del partido, alude al carácter "impulsivo" de sus miembros. "No piensan las cosas desapasionadamente", destacan. Por ello, creen que puede haber reflexión interna en los próximos días para apostar por una alianza externa de legislatura a cambio de ciertas concesiones legislativas. Aunque dudan que se haga por miedo a perder representación, dado que "el voto a Vox es bastante fiel". Más en el principal granero electoral del partido, insisten.

Desde el Gobierno autonómico murciano aseguran que Vox "exigió la presidencia de la Asamblea o nada" sin dar más opciones, por lo que los populares "nos hemos votado a nosotros mismos y conseguido la representación que nos correspondía. No hemos quitado nada a Vox", insisten ante la situación creada este miércoles y la amenaza de los de Abascal de llevar a la región a una repetición electoral. "Allá ellos", replican muy lacónicamente desde Génova, cuartel general de los populares, donde la investidura de los barones territoriales se les está empezando a atragantar.

Subrayan las fuentes territoriales consultadas que el caso de Valencia "no es extrapolable a Murcia", porque López Miras, a tan sólo dos escaños de la mayoría absoluta y con más representantes de los que suma toda la izquierda, "no necesita los votos de nadie, simplemente que no haya bloqueos". Bastaría con la abstención de Vox para que saliera elegido por mayoría simple en segunda vuelta y en eso confían los populares.

"No necesitamos los votos de nadie, sólo que no haya bloqueos", dicen en el Gobierno murciano

"Tenemos una política de mano tendida y voluntad de diálogo con todos los Grupos, también con Vox", explican pero eso pasa por su propia "línea roja": no habrá gobierno de coalición, aseveran. De hecho, en el entorno de López Miras se veía con menos desagrado una repetición electoral que un gobierno de coalición convencidos de que llevar de nuevo a los murcianos a las urnas tendría un coste para Vox. En cuanto a si están dispuestos a un pacto de investidura o de legislatura se muestran mas cautos argumentando que "no se ha puesto nada de eso sobre la mesa", aunque sería una vía intermedia para reconducir la situación.

Una vez constituida la Cámara comienzan a correr los plazos, esto es, cinco días para la constitución de los Grupos Parlamentarios, y en diez para que la presidenta de la mesa, tras una ronda de contactos, proponga fecha para la investidura de López Miras. Significa que la misma puede tener lugar entre finales de este mes y principios de julio, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral de las generales.

El presidente del ejecutivo murciano siempre lo tuvo muy claro. Vacunado contra los gobiernos de coalición y obligado a gestionar la compleja situación tras la moción de censura fallida que la dirección nacional de Ciudadanos acordó con los socialistas, siempre apostó por un gobierno monocolor. "Todas las encuestas dicen que hemos consolidado una mayoría suficiente para gobernar sin ataduras", dijo en entrevista con El Independiente durante la campaña del 28-M.

O mayoría absoluta o sumar más que toda la izquierda

El objetivo que se marcó entonces fue, o bien conseguir la mayoría absoluta o, en su defecto, sumar mas que toda la izquierda. La aritmética de la Región de Murcia, como la de Madrid, es más endiablada. Al ser circunscripción única, con un reparto casi proporcional de los escaños siempre y cuando se supere el 5 por ciento del voto, es necesario obtener un porcentaje muy alto de papeletas. Miras ha alcanzado casi el 43 por ciento y 21 escaños, insuficiente en una cámara de 45 asientos. Casi el mismo porcentaje "que Juan Manuel Moreno y tiene en Andalucía la absoluta", se quejan.