Los guardias civiles coinciden: no fue espontáneo, nadie les ayudó y temieron por su vida
En su larga declaración el teniente ha negado que uno de los acusados le reprochara la colocación de multas, "creo que es falso" y ha situado a otro de ellos, que dijo estar en su casa, como uno de los agresores. El sargento ha afirmado que nunca había sentido "esa sensación de odio".