Por primera vez en nuestro país, más de 75 científicos y 60 políticos se encontrarán en el Congreso de los Diputados durante los próximos días 6 y 7 de noviembre para debatir sobre cómo el conocimiento científico puede ser de ayuda para informar durante el proceso legislativo. Durante estas jornadas, organizadas por la iniciativa independiente #CienciaenelParlamento y el Congreso de los Diputados, los científicos mostrarán las evidencias científicas existentes en doce temas de relevancia social con el fin de que sean tenidas en cuenta por los diputados a la hora de legislar.

Debido al frenético ritmo del Congreso, casi diariamente los diputados tienen que lidiar con numerosas comisiones, subcomisiones y proposiciones de ley sobre temas muy técnicos a los que tienen que enfrentarse muchas veces sin formación. A la dificultad de legislar sobre temas con los que los políticos no están familiarizados y sobre los que en muchas ocasiones se carece de asesoramiento, hay que sumar la avalancha de información que recibimos constantemente y que puede crear confusión si nos dejamos llevar por la desinformación. Nosotros mismos lo vivimos en nuestras carnes diariamente, ¿cuántas noticias sobre temas que desconocemos hemos descubierto posteriormente que son erróneas? Con el objetivo de facilitar el complejo trabajo de los diputados, durante las jornadas #CienciaenelParlamento se proporcionará un asesoramiento científico y tecnológico a nuestros parlamentarios sobre las evidencias en temas de diversas áreas como inteligencia artificial, cambio climático y futuro energético, prevención activa del suicidio o conciliación familiar y social. Estas evidencias recabadas mediante numerosas revisiones de informes y entrevistas con expertos de distintos sectores (academia, industria, ONG…) serán expuestas por técnicos de asesoramiento científico y matizadas por los propios expertos para que los políticos puedan obtener la información que crean más relevante a la hora de legislar.

La iniciativa #CienciaenelParlamento nació en Twitter

La iniciativa #CienciaenelParlamento nació en Twitter a finales del año pasado mediante una conversación entre el promotor de la iniciativa, Andreu Climent, y varios científicos que se preguntaban por qué en España no se realizan encuentros entre políticos y científicos como se lleva haciendo en otros países desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en Australia y en el mismo Parlamento Europeo se celebran encuentros anuales entre científicos y parlamentarios, con el fin de promover la formulación de propuestas políticas informadas en la evidencia. De hecho, en Parlamentos de países como Reino Unido, Alemania o Francia cuentan con una oficina permanente de asesoramiento científico desde los años 90 que elaboran de manera regular informes de evidencias sobre temas de relevancia social que son tenidos en cuenta por los políticos a la hora de preparar las nuevas leyes.

Por ejemplo, la Oficina Parlamentaria de Asesoramiento Científico y Tecnológico (POST) elabora informes de cuatro páginas (POSTnotes) que condensan toda la información, tanto las evidencias como las controversias, sobre un tema concreto de manera neutra y sin dar ninguna opinión ni recomendación. Uno de los casos más relevantes de esta oficina fue el relacionado con el informe sobre la contaminación por microplásticos en el mar, elaborado en 2016. Gracias a este trabajo, se pudo compartir conocimientos con el Comité de Auditoría Ambiental que también publicó un informe sobre el impacto ambiental de los microplásticos alertando sobre los efectos nocivos causados por las microperlas de plástico presentes en algunos productos cosméticos. Finalmente, el Gobierno de Reino Unido declaró la prohibición de cosméticos que contuviesen microperlas y que pudiesen dañar el medio ambiente marino, entrando en vigor este mismo 2018. Como indica Grant Hill-Cawthorne, director del POST, «si bien los cambios en las políticas son el resultado de muchas fuerzas que actúan simultáneamente durante un largo período de tiempo, hay algunos ejemplos que demuestran cómo el POST ha ayudado a informar sobre su trabajo en el panorama general».

Decía el gran divulgador Carl Sagan que vivimos en una sociedad totalmente dependiente de la ciencia y tecnología donde casi nadie sabe nada sobre estos temas. En esta época de sobreinformación y fake news, resulta cada vez más indispensable que toda la sociedad y, la clase política en especial, esté cada vez mejor informada con el fin de encontrar conjuntamente las mejores soluciones antes los grandes desafíos que nos deparan en el futuro. Porque, como decía Rosalind Franklin, la ciencia y la vida ni pueden ni deben estar separadas.