Parece que el viento ha cambiado de dirección para Tamara Falcó e Iñigo Onieva, que tienen buenas noticias después de una mala racha. A finales de mayo se conocía que el empresario ya no trabajaba para el grupo Mabel Hospitality, que tiene los restaurantes Tatel y Totó en Madrid. Después de un mes de intensa búsqueda se había anunciado que el futuro esposo de la colaboradora televisiva había encontrado un nuevo puesto. Sin embargo, parece que no es cierto.

Cuando Iñigo se quedó sin trabajo había llevado a cabo una negociación con la empresa en la que estaba desde hacía años. Quería nuevas funciones y aumentar su proyección, pero no habían llegado a un acuerdo económico. Por lo tanto, el futuro marido de la personalidad televisiva se había quedado en paro a solo dos meses de su boda. Y para colmo, casi al mismo tiempo se conoció que Tamara se había quedado sin vestido de novia.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en el viaje en el que se prometieron

Desde que se conociera la noticia de su cambio profesional, algunos medios habían publicado que Iñigo estaba preparando su propio proyecto de restauración. Un paso hacia delante en la profesión que estaría sin duda influido por la experiencia de Tamara en los fogones. De hecho, la marquesa de Griñón desveló hace tiempo que estaba trabajando para convertir 'El Rincón', la magnífica propiedad familiar, en una apuesta gastronómica.

Desconocemos si ese proyecto personal sigue en marcha, pero para el comienzo de 2024 Iñigo tiene nuevas responsabilidades. Además de como esposo, también en lo profesional.

Cuando en 1888 el asturiano Gurmensindo Gómez regresó de Cuba, se instaló en Madrid, invirtiendo el fruto de su trabajo en un café que inauguró el 15 de mayo como “Gran Café de Gijón”, en honor a su ciudad natal. Tampoco imaginaba Gurmensindo que su café, ubicado en la zona de la Castellana, acabaría considerándose como “el último café literario de Madrid”.
El Gran Café de Gijón

El nuevo proyecto de Iñigo queda desmentido

La periodista Beatriz Cortázar desvelaba en EsRadio que Iñigo Onieva pasaría a formar parte de El Café Gijón. Un emblemático local madrileño situado en el Paseo de Recoletos, es decir, a apenas unos metros del piso que comparte con Tamara en el barrio de Justicia.

Aseguraba que el Café Gijón había sido rescatado de la quiebra por un grupo de inversión para intentar devolverle todo su brillo. Ese cambio sería el que introduciría a Iñigo Onieva como "socio no mayoritario" para "volver a poner de moda" el local. En cambio, la propia cafetería se ha encargado de desmentirlo de manera vehemente a través de un comunicado.

Desde el Café Gijón dicen que es "absolutamente falso" que se haya vendido el local, y que es "malintencionado" que se haya asegurado que están en situación concursal o quiebra. Y aunque no mencionan el nombre de Iñigo Onieva, en los comentarios se refieren a él una y otra vez.

Todos los detalles de la boda entre Iñigo y Tamara

El próximo 8 de julio se celebra la boda entre Tamara Falcó e Iñigo Onieva. Un enlace que, según se ha publicado en los últimos días, tendrá una exclusiva muy cara en su revista de cabecera. La periodista Pilar Vidal ha afirmado que estaría entorno al millón de euros que se repartirían entre los dos.

La preboda será el día 7 en el Mandarín Oriental Ritz de Madrid, para que asistan los amigos y familiares más cercanos de la pareja. Allí podrán disfrutar de un menú preparado especialmente por el chef Quique Dacosta, y la música la ha escogido Iñigo.

La boda será el sábado en el palacio El Rincón, que perteneció al fallecido Carlos Falcó, aunque no será en la capilla. Según dijo el párroco hace algunas semanas, esta sería demasiado pequeña como para todos los invitados.

Y el domingo habrá un encuentro postboda en el mismo hotel Ritz de Madrid donde festejaron el viernes. Será un almuerzo distendido e informal para despedirse de todos los invitados, ya como marido y mujer.