Uno de los detalles más buscados de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es sin duda el vestido. La marquesa de Griñón se quedó sin traje de novia a poco más de dos meses del enlace y tuvo que buscar alternativas. Recurrió a Wes Gordon, el diseñador de Carolina Herrera, y en solo cinco semanas se hizo este traje de manga larga y bordados. Se había dicho que la inspiración nupcial era Grace Kelly, pero a muchos les ha recordado más bien a la reina Letizia.

El vestido original en el que se basa el traje de novia de Tamara Falcó, de la temporada otoño-invierno 2023
El vestido original en el que se basa el traje de novia de Tamara Falcó, de la temporada otoño-invierno 2023

El vestido de novia de Tamara Falcó era un diseño de la colección Carolina Herrera otoño-invierno 2023-2024 reinterpretado para adaptarse a sus gustos. Una serie de estilismos dedicados a la "opulencia moderna", según expresaba Wes Gordon en febrero.

Un diseño ya existente modificado para ella

El original tenía el cuello cerrado mientras que el de la marquesa de Griñón es abierto en forma de corazón, enmarcando sus clavículas. Las mangas en vez de largas se han recortado para ser francesas, y el bajo se ha dejado cerrado en vez de abierto. También cambia el bordado, que se ha personalizado con madroños y flores de nardo.

No es de extrañar que Tamara tuviera que recurrir a un diseño ya existente, en vez de tener algo totalmente original. Teniendo tan poco tiempo para fabricar el vestido esta era una de las pocas alternativas con las que contaba. La colección estaba inspirada en la princesa Sissi de Austria, lo que reafirma la intención regia que ha demostrado la novia para todo el enlace.

La inspiración de Grace Kelly

El cuello alto con cuerpo de encaje se ha replicado en varios vestidos de la realeza a lo largo de los últimos años, pero finalmente no fue el estilo escogido por Tamara

Wes Gordon aseguraba en la entrevista previa que dio unas semanas antes del enlace que la inspiración nupcial de Tamara era una princesa inolvidable: Grace Kelly. La mujer de Raniero de Mónaco se casó con un vestido de escote corazón con chaquetilla de encaje con cuello alto tipo mao. Un traje que después han replicado cientos de novias, algunas de ellas de la realeza: Marie Chantal de Grecia, Sassa de Osma o Kate Middleton.

La propia Tamara utilizó un vestido de cuello alto de encaje para su fiesta de pedida. Sin embargo, para su "sí, quiero" ha apostado por una inspiración más cercana a casa. El traje tipo abrigo recuerda al de la reina Letizia en su boda con el rey Felipe, también al de la reina Camilla en su enlace con el entonces rey Carlos.

El vestido de Letizia era un delicado diseño de Pertegaz hecho con materiales españoles, un truco que la reina Letizia sigue utilizando a día de hoy
El vestido de Letizia era un delicado diseño de Pertegaz hecho con materiales españoles

El de la reina Letizia, que cumplió 19 años el pasado 22 de mayo, era un diseño de Pertegaz con cuello chimenea y bordados en hilo de plata y oro. El de Tamara se diferencia sobre todo porque sus decorados siguen la línea central de los botones, mientras que los de la mujer de Felipe están en el cuello, mangas y bajos.

Los dos vestidos de Camilla

También el hecho de que se haya puesto una tiara evoca directamente a la realeza. Tamara Falcó es hija del fallecido Carlos Falcó, que descendía de una larga línea aristocrática que llevaba el marquesado de Griñón, creado en el siglo XIX.

Para presumir de este título lució una tiara art-decó que se puso Amparo Corsini para su enlace y que pertenece a la familia. Se trata de una pieza de diamantes que no se veía desde 1999.

¿Por qué todo el mundo iba con manga larga en la boda de Tamara Falcó?

Otro detalle que ha llamado la atención de los lectores de la revista es que gran parte de los invitados decidieron ponerse vestidos y trajes de manga larga. Una decisión que parece ajena a que era un enlace al aire libre, en julio y en Madrid, en donde se pueden fácilmente alcanzar temperaturas de más de 40 grados.

Sin embargo, es una cuestión de protocolo y elegancia. A pesar de que las normas de decoro resultan para muchos anticuadas, lugares como Wimbledon siguen refiriéndose a ellas para su código de vestimenta. Por lo tanto, los tirantes finos, brazos visibles o los hombros al aire resultan poco adecuados para un enlace de estas características. Sin embargo no es una norma insalvable porque Isabel Preysler llevaba un estilismo con escote bardot y la misma novia se puso de segundo traje un look con escote palabra de honor.