2025 es el año de Jennifer Lawrance (35). La actriz de Los juegos del hambre y X-Men vuelve al cine por la puerta grande con la última película de Lynne Ramsay, Die, My Love (Mátame amor), junto a Robert Pattinson, y recibirá el próximo 26 de septiembre uno de los premios Donostia del Festival de San Sebastián; una distinción que el certamen comandado por José Luis Rebordinos desde hace 14 años ha ido a parar en los últimos tiempos a personalidades como Cate Blanchett, Penélope Cruz, Johnny Depp y Ricardo Darín. Jennifer Lawrence se une así al primer Premio Donostia confirmado este año, la productora Esther García, fiel de Pedro Almodóvar y su compañía El Deseo.

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Al reconocimiento a la carrera de la intérprete, ganadora de un Oscar por El lado bueno de las cosas (2012) y nominada en otras tres ocasiones (la última hace ya diez años), le acompañará la proyección de su último y controvertido filme, adaptación de la novela homónima de Ariana Harwicz, sobre una escritora con depresión posparto.

La edición número 73 del Festival de Cine de San Sebastián se celebrará del 19 al 27 de septiembre; una cita ineludible del cine español (algunas posibles candidatas a los Goya 2026 pujarán por la Concha de Oro), europeo y estadounidense. Venecia, Toronto y San Sebastián son, junto a Berlín y Cannes, los festivales de cine más importantes hoy por hoy, por lo que sus títulos pueden colarse en la carrera hacia el Oscar. Muchos son los que ya tienen a Jennifer Lawrence en sus cábalas por su papel en Die, My Love; una interpretación que aquellos que la vieron en Cannes en mayo aseguran estar muy por encima de la película. A los cines españoles llegará el 7 de noviembre.

Jennifer Lawrence, madre sin malos rollos

Tras su primera nominación al Oscar hace 15 años con la película Winter's bone (El Cisne negro de Natalie Portman se llevó el gato al agua), la actriz lo ganó dos años después por su explosivo papel en la comedia dramática El lado bueno de las cosas. De la noche al día, Jennifer Lawrence se convirtió en la gran estrella emergente de Hollywood por aparentemente no jugar a las reglas del juego.

Con Los juegos del hambre y X-Men como sustento y escaparate (rodó 8 películas en total), la actriz se dejó querer por otros cineastas como Darren Aronofsky (Madre!) y David O. Russell. Tras un parón de varios años (regresó en 2021 con la sátira de Netflix No mires arriba) y el nacimiento de sus dos hijos, fruto de su relación con el galerista Cooke Maroney, estrenó en 2023 la comedia 'sexual' Sin malos rollos, donde la actriz demostró nuevamente su gran vis cómica. Si gustan, pueden verla en Netflix.

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