Penélope Cruz ha recibido esta noche de manos de Bono, el cantante de U2, el Premio Donostia por toda una trayectoria en el cine. La actriz ha señalado que, como uno de los personajes de Almodóvar, aceptó el premio que le daban antes de lo previsto "por si acaso luego" le pasaba algo.

Tras hacer un recorrido de sueños cumplidos y agradecimientos, la actriz ha hecho referencia a "algo que no tiene que ver con el cine, pero el cine tiene que ver con la vida", para acto seguido recordar con emoción las escalofriantes cifras: 44 mujeres asesinadas en lo que va de año y más de 1.000 desde 2003.

"Espero que cuando una mujer encuentre la fuerza gigantesca que se necesita para denunciar lo que se vive en una situación así, la escuchen, pero que la escuchen a la primera y no cuando sea demasiado tarde", ha pedido, informa Efe.

También ha dicho que su "principal sueño" en este momento es que "entre todos podamos proteger este hogar común que es el mundo y demos una razón a los niños para seguir soñando, que nos demos cuenta de todos somos uno".

Cruz ofreció antes una rueda de prensa, la más multitudinaria del festival, en la que se ha sincerado sobre su profesión, su vocación y su sentimiento de gratitud hacia el Festival, que la ha galardonado por una carrera a la que aún le queda mucho recorrido. Ahí, con gracia, ha contado que cuando el director del festival, José Luis Rebordinos, le comunicó el premio, ella le preguntó "si estaba seguro", si no prefería esperar unos años, "pero como soy como un personaje de Almodóvar, empecé a pensar si no me iba a pasar algo malo", y dijo: "sí, claro", ha dicho provocando risas.

De su profesión ha dicho que le ha enseñado mucho sobre sí misma porque empezó siendo casi una niña, con 14 años, ha recordado; en "Jamón jamón" y "Belle epoque", 17 y 18. "He crecido en el cine". Cuando tenía cuatro años ya jugaba a ser actriz. "Sentía mucha libertad: para mí no era escapar de mí misma, sino conocerme más, me hacía mirarme más hacia adentro".

Cruz es la segunda actriz española en llevarse el premio y la más joven en hacerlo

Ha agradecido también a su familia haber confiado y "no haberse reído" de ella cuando dijo que quería ser actriz, sin antecedentes familiares. "Un actor no puede trabajar mucho con su ego, a la hora de preparar un personaje, eso tiene que quedar fuera", dice la ganadora de un Óscar y tres premios Goya, que achaca a sus años de ballet clásico la disciplina "casi militar" adquirida, suficiente para dedicarse a esto.

"Actuar te hace tener más empatía, te conviertes en personas con las que, a veces, ni siquiera te tomarías un café", ha dicho la actriz, nacida en Alcobendas (un pueblo al norte de Madrid), muy cerca de donde vive ahora y cuyas calles de la infancia visita de cuando en cuando.

De más de treinta años de trabajo le quedan algunos amigos -"eso no se fuerza", apunta- entre los que ha nombrado a Goya Toledo y Salma Hayek, a Bigas Luna, al que extraña de manera especial en esta ocasión -"ni Javier ni yo pudimos despedirnos"- y a Pedro Almodóvar, al que define como alguien de su familia; "nos leemos la mente", ha dicho.

Ha presumido de interpretar a todo tipo de mujeres retos que ha recibido "con los brazos abiertos: el acento, los idiomas, las pintas, cómo anda o cómo vive el personaje. No me interesa hacer dos veces el mismo personaje ni tampoco aquellos que se parezcan a mí. Es en la distancia como nosotros volamos".

De sus años en Hollywood ha contado que nunca se fue a "jugárselo todo", sino que fue a hacer una película con Stephen Frears. "Iba tranquila, y luego paso lo mismo con las siguientes, durante cinco años. Eso me hacía sentir más segura. No quería renunciar a seguir trabajando en Europa, no quería perder lo que ya estaba consiguiendo aquí". Y ahora que es madre, sus prioridades han cambiado: va allí solo a trabajar y se piensa mucho los sitios donde tiene que rodar, por eso también, ha dicho a Efe, le gustaría cumplir cien años: para "estar ahí".

Esta noche, la madrileña de 45 años se convertirá en la segunda actriz española que consiga este reconocimiento tras Carmen Maura y en la mujer más joven que lo logre -Matt Dillon, con 42 años, se lo llevó en 2006-.

La española más internacional

Cruz es probablemente la actriz española con mayor proyección internacional, como lo demuestra que es la única que tiene un Óscar, por "Vicky, Cristina, Barcelona" (2008).

Fue nominada otras dos veces, con "Volver"(2006) y por el musical "Nine (2009). Además, estaba en el elenco de "Belle epoque" (1992), que ganó el Óscar a mejor cinta extranjera. También es emblemática del cine español, con tres premios Goya de once nominaciones. Irrumpió en el cine con "Jamón Jamón", (1992) de Bigas Luna, donde conoció al que hoy es el padre de sus dos hijos, Javier Bardem.

Musa de Pedro Almodóvar, ha trabajado con directores como Woody Allen, Stephen Frears, Billy Bob Thornton, John Madden, Rob Marshall o Ridley Scott y ha hecho pareja profesional (en ocasiones, también personal) con algunos de los mejores actores de Hollywood.

En 2011 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y estrenó "Piratas del Caribe 4: En mareas misteriosas", donde trabajó con Johnny Depp; en España, también ha rodado con los mejores: de Fernando León de Aranoa, a Isabel Coixet, pasado por Amenábar o Trueba.

Es, además de una de las españolas más bellas según la revista People y la elegida por el público para "salir con ella de cañas", una persona solidaria que ha desarrollado diferentes campañas en defensa de los derechos de los más vulnerables, mujeres indias y niños afectados de graves enfermedades, entre ellos.Medalla de Oro al Mérito a las Bellas Artes, 2017, recibió antes que el Donostia el César de Honor 2018 a toda su carrera.