El pulso entre Giuseppe Conte y Matteo Renzi por la gestión de la pandemia llegó a un punto de no retorno este miércoles. El líder de Italia Viva retiró su apoyo al gobierno de Conte y forzó la dimisión de dos ministras y un secretario de Estado. Italia Viva dejaba así de ser socio minoritario del gobierno por sus discrepancias en la gestión de la pandemia. Es el primer gobierno de los principales de la UE que aborda una crisis política por el coronavirus.

Giuseppe Conte ha comandado el país en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial con determinación, pero Matteo Renzi, ex primer ministro, se queja de que lo ha hecho de forma autoritaria. Italia es el país con más muertos por coronavirus en la Unión Europea, después del Reino Unido. Han fallecido 80.326 personas a fecha de 14 de enero, según la Universidad Johns Hopkins. Ha registrado más de 2,3 millones de casos positivos.

El fondo de recuperación europea, aprobado con la abstención de Italia Viva esta semana, ha sido el último episodio de una crisis que se venía gestando desde hace semanas.

Italia ha de gestionar más dinero que ningún otro país de la UE, por ser el más afectado. Serán 209.000 millones de euros. Si el país no demuestra estabilidad, este fondo puede correr peligro.

Renzi cree que la gestión ha sido poco democrática y que no hay un plan coherente de recuperación. Son críticas que hemos escuchado en España"

andrea betti, pontificia comillas

"Renzi cree que la gestión ha sido poco democrática porque se ha hecho a golpe de decreto, en su opinión. Italia Viva se queja de que el fondo de recuperación no diseña un plan coherente para los próximos años en Italia. Son críticas que no son muy diferentes a las que hemos escuchado en España", señala Andrea Betti, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas. "Renzi reprocha que los fondos se gestionan de manera partidista y haciendo mucha propaganda".

Renzi, recién cumplidos los 46 años, tiene una dilatada trayectoria política. Cuenta con 30 diputados y 18 senadores. En la actualidad tiene un 3% de intención de voto, pero su peso es muy relevante, sobre todo en el Senado, donde sus senadores son muy importantes para el apoyo del gobierno.

Los críticos de Renzi le reprochan la falta de oportunidad de su órdago y su ambición desmedida. Quienes desconfían del que fuera líder del Partido Democrático apuntan a que busca ganar poder con este movimiento.

Tras la salida de las ministras de Italia Viva, queda el gobierno de Conte en minoría, formado por el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático. Conte, y el presidente, Sergio Mattarella, abogan por un gobierno sólido en tiempos de pandemia.

En su rueda de prensa del miércoles, aseguró que no estaba interesado en más cargos. "Es más difícil dejar un sillón que aferrarse al statu quo. Nosotros vivimos una gran crisis política. Estamos discutiendo de los peligros ligados a la pandemia. Ante esta crisis, el sentido de la responsabilidad nos lleva a resolver los problemas, no a esconderlos», dijo Renzi, tras una jornada de infarto en la que Conte se vio con el presidente Mattarella y ofreció a Renzi la pipa de la paz.

66 gobiernos desde la Segunda Guerra Mundial

En Italia es más fácil que haya crisis políticas que en España porque las mociones de censura no tienen por qué presentar un candidato a presidente del gobierno como en España.

"Este mecanismo hace que los gobiernos sean más vulnerables en Italia que en otros países como en España. Los partidos pequeños tienen más poder en Italia, y es el caso de Italia Viva. Estas crisis de gobierno son por contantes, casi hay una al año. A veces prosperan, a veces no", afirma Andrea Betti. Italia ha tenido 66 gobiernos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Han durado una media de poco más de un año.

Es un juego peligroso para todos, incluido Renzi, porque si hay elecciones, a Renzi lo linchan en las urnas"

toni vilalta, politólogo

Es complejo saber a quién beneficia esta crisis, debido a que los italianos están muy preocupados por las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia. De hecho, según un sondeo de La Stampa, apenas el 5,3% está siguiendo la evolución de la crisis política.

Más de la mitad de los encuestados en otro sondeo del Corriere della Sera, no entiende los motivos del órdago de Renzi, a quien reprochan actuar en pos de sus propios intereses, para ganar protagonismo.

"Es un juego peligroso para todos, incluido Renzi, porque si el gobierno finalmente cae por su culpa y se va a elecciones, con la casi seguridad de un gobierno Lega-Fratelli-Forza Italia, a Renzi lo linchan en las urnas", afirma Toni Vilalta, politólogo afincado en Italia.

Escenarios italianos (inciertos)

Matteo Renzi ha dicho que no quiere pactar con la derecha. Tampoco los partidos de derecha desean aliarse con el ex primer ministro italiano.

"No quiere elecciones. Lo que quiere es un nuevo gobierno con un nuevo equipo y un nuevo primer ministro. O confirmaría a Conte pero siempre que incorpore las demandas de Italia Viva de una gestión más democrática de la pandemia. Nadie, salvo la derecha, quiere nuevas elecciones. Generará más inestabilidad", afirma Betti. Los datos favorecen a los partidos de derecha, tanto la Liga como Fratelli d'Italia.

Habría un tercer escenario, según Betti, que sería mantener el mismo gobierno con otros ministros en lugar de los miembros de Italia Viva, que se han visto forzados a dimitir por decisión de Renzi. Podrían ser disidentes del Movimiento 5 Estrellas, o algunos que actuarían por responsabilidad de partidos como Fuerza Italia. El incombustible Silvio Berlusconi estaría en contra.

"Las opciones serían: bien habrá un nuevo presidente del gobierno sin elecciones, confirmado por el Parlamento; o bien Conte con un gobierno parecido: o un Conte III, con una nueva mayoría", añade Betti.

Conte primero encabezó un gobierno formado por la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, que fue reemplazado, tras el órdago de Matteo Salivini, por una alianza del Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, más otros partidos pequeños, como Italia Viva.

Renzi, siempre fiel a su origen florentino, ha vuelto a sorprender con una pirueta que le ha llevado a alcanzar un protagonismo inusitado para alguien que apenas cuenta con un 3% de apoyo electoral. Fue primer ministro con menos de 40 años y su carrera política dista mucho de haber llegado a su final. Sin embargo, corren tiempos inciertos y los órdagos pueden pagarse muy caros.