Más de tres meses. Ese es el tiempo que han tenido que esperar los comercios no esenciales de Inglaterra para poder levantar de nuevo sus persianas. La mala evolución de la pandemia obligó al premier Boris Johnson a decretar el 6 de enero el cierre de peluquerías, gimnasios, tiendas y otros establecimientos interiores.

El rápido avance de la vacunación en Reino Unido y las duras restricciones han mejorado la incidencia y reducido considerablemente el número de hospitalizados. Gracias a ello, este lunes los restaurantes y los pubs han vuelto a servir a sus clientes en espacios exteriores. La esperada apertura ya está dejando imágenes con británicos disfrutando de sus pintas a media mañana y pese al mal tiempo, colas en las tiendas y ciudadanos en los gimnasios.

De hecho, desde que el Gobierno confirmó la fecha para levantar el cierre de la hostelería, los restaurantes con terraza y los pubs comenzaron a apuntar reservas. El consumo en los interiores de los bares y restaurantes, sin embargo, sigue prohibido.

A diferencia de estos últimos meses, los comercios podrán abrir hasta las 22 horas, tres meses más tarde de lo habitual hasta ahora. Con este retraso horario se pretende evitar aglomeraciones en el transporte en las horas punta, según Efe.