La invasión de Ucrania para contener el avance de la OTAN en Europa no le ha salido bien a Vladimir Putin, que ha generado un efecto llamada en los países de su entorno que aún no forman parte de la Alianza Atlántica.

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha reiterado este miércoles que su país tomará una decisión sobre el posible acceso a la OTAN en el plazo de "unas semanas". Actualmente Finlandia es país aliado de la OTAN, pero no miembro de pleno derecho de la organización.

"Nuestro proceso va a ser bastante rápido, hablamos de semanas, no de meses", ha dicho en una rueda de prensa en Estocolmo junto a su homóloga de Suecia, que también está debatiendo el posible ingreso en la Alianza.

Marin ha enfatizado los riesgos y oportunidades de cualquier decisión de acceso a la OTAN, señalando que la única manera de tener garantías completas de seguridad es bajo el artículo 5 de la Alianza, que obliga a defender a cualquier país miembro que sufra un ataque en sus fronteras. Finlandia comparte más de 1.000 kilómetros de frontera con Rusia, que posiblemente verá a la OTAN a las puertas de casa, como ya sucedió con el acceso de los países bálticos y como pretende evitar en Ucrania.

"Finlandia y Suecia tomarán su decisión desde sus propias perspectivas, de forma independiente pero en estrecho diálogo", ha agregado Marin, que no ha escondido que aspira a que ambos países tomen la misma decisión.