Argelia quiebra su habitual mutismo, el que ha mantenido desde que el pasado junio rompiera el tratado de buena vecindad con España y bloqueara el comercio. El país árabe acusa ahora al Gobierno español de tratar de elevar la crisis diplomática bilateral a la esfera de la Unión Europea y asegura que "las presiones y gesticulaciones de España son contraproducentes".

"No nos impresionan en absoluto", señala un despacho publicado a última hora de este jueves por la agencia de prensa estatal argelina citando fuentes de la diplomacia argelina. El mensaje se dirige al comisario europeo de Comercio, el letón Valdis Dombrovskis, a quien el ministro de Exteriores español José Manuel Albares trasladó en junio la petición de que tratara de mediar en el contencioso en nombre de los intereses europeos.

Argelia responde así a la "preocupación" expresada por la Unión Europea sobre las supuestas "medidas coercitivas" adoptadas por el Gobierno argelino contra España. A juicio de Argel, el comisario "mantiene a sabiendas la confusión entre las dimensiones política y comercial".

"Por supuesto, este funcionario no dice nada sobre la actitud obstruccionista del Gobierno español que bloquea la adopción de las prioridades de la asociación, negociadas y ultimadas desde hace muchos meses, en el marco de la Política Europea de Vecindad, del mismo modo que guarda silencio sobre la actitud irresponsable de este mismo país, España, que abusa de la regla del consenso para bloquear la convocatoria del Consejo de Asociación, órgano político estatutario encargado de debatir todas las cuestiones, tanto políticas como económicas y comerciales", agrega un alto funcionario argelino.

Esta respuesta argelina llega en una semana en la que El Independiente ha publicado sendas informaciones sobre las empresas españolas afincadas en Argelia y sus reiteradas quejas contra el ministerio de Industria, Comercio y Turismo español, al que acusan de admitir ahora no haber medido las consecuencias del cambio de posición en el litigio del Sáhara Occidental. Una veintena de empresas prepara, además, una reclamación patrimonial contra el Estado español por los perjuicios causados por el bloqueo efectivo del comercio con el país árabe desde junio.