El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, ha acometido una remodelación ministerial que afecta a once ministerios, entre ellos, a los titulares de Asuntos Exteriores y Comercio, los principales rostros en el Gabinete de la crisis abierta con España a propósito del giro de posición de Pedro Sánchez en el contencioso del Sáhara Occidental.

El cambio, anunciado a última hora de este jueves por el portavoz de la presidencia argelina, supone la marcha de Ramtane Lamamra, de 71 años y hasta ahora jefe de la diplomacia argelina. Fue él quien anunció la ruptura de relaciones con Marruecos en agosto de 2021 y el que había gestionado la crisis con España, iniciada hace ahora un año con la carta de Sánchez a Mohamed VI respaldando el plan de autonomía de Marruecos para la ex colonia española.

En las últimas semanas, la ausencia pública de Lamamra ha sido objeto de debate en Argelia, especialmente notoria esta semana con la visita de Josep Borrell a Argel, desde donde pidió el fin de las trabas comerciales impuestas a España. Hasta la fecha, la mediación de Bruselas en la crisis hispano-argelina no ha dado sus frutos.

Le sustituye otro viejo conocido de la escena política argelina, Ahmed Attaf, de 69 años y quien ya ocupó la cartera entre 1996 y 1999, en tiempos del fallecido presidente Abdelaziz Buteflika. Analistas conocedores de las dinámicas internas en Argelia desvinculan este cambio a la relación con Madrid, totalmente paralizada. Lamamra mantuvo su último encuentro con su homólogo español, José Manuel Albares, el pasado abril. En junio, Argel suspendió el Tratado de Buena Vecindad con España y ordenó la paralización del comercio. Las empresas españolas con negocios en Argelia suman desde entonces más de 800 millones de pérdidas.

Razones domésticas

“Es una decisión más vinculada a los asuntos internos y se espera más continuidad que cambio”, desliza uno de los analistas consultados por El Independiente. El régimen argelino ha convertido las causas saharaui y palestina en señas de identidad, en contraposición con su archienemigo marroquí y su acercamiento a Israel y las monarquías del golfo Pérsico.

Argel asegura mantener su política de no alineamiento, heredera de la época soviética, con declaraciones públicas que expresan su deseo de mejorar relaciones con Estados Unidos y con una sintonía no ocultada con Moscú, el destino de una visita de Estado de Tebboune prevista para el próximo mayo.

La remodelación también afecta al departamento de Comercio y Promoción de las Exportaciones, donde Kamel Rezig es sustituido por Tayeb Zitouni y al de Finanzas, donde el director del presupuesto Laaziz Fayed sustituye a Brahim Djamel Kessali, en el cargo desde el pasado junio. En los últimos nueves meses, el cierre del mercado argelino a las compañías españolas ha sido aprovechado por otros países de la Unión Europea para reforzar relaciones económicas. Italia, Portugal o Francia han ido ocupando el vacío dejado por España.

El pasado junio el régimen de Tebboune rompió unilateralmente el tratado de buena vecindad e impuso el bloqueo de las operaciones de comercio exterior con España, en represalia por el histórico cambio de posición de Moncloa en el litigio del Sáhara Occidental, la ex colonia española que, tras 47 de ocupación marroquí, es el último territorio por descolonizar en África. «Hemos congelado, no cancelado, el tratado de cooperación y buena vecindad con España», indicó el presidente el pasado mes en una entrevista en la que acusó a Sánchez de cometer “un acto hostil”. “Nada ha cambiado en el curso de esta crisis”, alertó.