Ecuador recuerda a la Colombia de los 80 y los 90. En pocos años se ha convertido en la tierra de oportunidades del narcotráfico más violento, donde actúan grupos de criminales locales fuertemente armados conectados a los mexicanos y albaneses. El asesinato del candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio, ex periodista, de 59 años, que había denunciado insistentemente a las mafias, marca un punto de inflexión en un país que se desliza hacia el abismo. Corre el riesgo de convertirse en un narcoestado. 

El presidente, Guillermo Lasso, ha recurrido al estado de excepción durante 60 días, pero el Consejo Nacional Electoral ha mantenido la convocatoria electoral para el 20 de agosto. Serán unas elecciones inéditas, a la sombra de una espiral de violencia como nunca antes se había visto en Ecuador.

Los datos son escalofriantes: entre 2017 y 2022 los asesinatos aumentaron un 300%. En 2022 hubo 25,3 homicidios por cada 100.000. En 2023 se prevé que sean 35, con lo que Ecuador estaría entre los 15 países más violentos del planeta.  

"El país se va al carajo (...) debemos demostrar nuestro coraje, si no, el país se va al abismo. Esto no debe quedar en la impunidad", dijo Verónica Sarauz, la esposa del candidato tras conocer que haya sido asesinado. "Las mafias son demasiado poderosas. Han tomado nuestro país, han tomado el sistema económico, la policía, el sistema judicial", decía Carlos Figueroa, miembro de la campaña de Don Villa, como era conocido Fernando Villavicencio, a The New York Times.

Apuntaba a las cabezas de la gran corrupción. No es casual que hayan ido a por él"

luis verdesoto, ex secretario de política pública anticorrupción

Don Villa había sido diputado independiente desde 2021 y, al igual que en el periodismo, había destacado por promover investigaciones sobre la lacra de la corrupción. "No toda corrupción está ligada al narcotráfico o al crimen organizado. Pero el narcotráfico y el crimen organizado siempre actúan a través de la corrupción. Villavicencio denunció los procesos más visibles de corrupción. Apuntaba a las cabezas de la gran corrupción, ligada a los violentos. No es casual que hayan ido a por él. Su bandera era la lucha contra la corrupción y contra el narco. No me toquen es el mensaje que lanzan los autores", afirma el politólogo ecuatoriano Luis Verdesoto, ex secretario de Política Pública Anticorrupción. "Es un choque frontal contra el Estado, justamente cuando el gobierno es débil".

La familia y el entorno de Villavicencio, que se presentaba por el Movimiento Construye, ha denunciado que falló la protección al candidato. Venía de Guayaquil, donde sí se movió con un blindado pero en Quito el auto no estaba protegido. Hubo errores en la vigilancia del entorno del colegio Anderson, donde dio Don Villa su último mitin.

Es cierto que él no quiso llevar chaleco antibalas, prefería su camisa sudada. En todo caso, le dieron en la cabeza. "No me van a quebrar, no tengo miedo", solía repetir en sus mítines. "A nosotros esta democracia nos ha costado la vida", dijo de forma accidentalmente premonitoria en su última alocución en Quito. 

La conexión colombiana

En medios colombianos se evoca el asesinato de Luis Carlos Galán el candidato presidencial, asesinado a tiros en plena campaña en 1989. Los dos denunciaron sin temor a las mafias violentas ligadas al tráfico de drogas. Villavicencio había recibido amenazas directas por nombrar a Fito, el líder de los Chones, uno de los grupos más temibles vinculado al Cartel de Sinaloa.  

Los problemas de Ecuador son también similares a los de Colombia en los 80 y los 90, cuando los narcos se apropiaron de zonas del país y se infiltraron en toda las instituciones. Estos dos magnicidios dejaron en evidencia al Estado, incapaz de frenar a las mafias.

En Ecuador comenzaron imponiendo su ley en las cárceles, donde los muertos desde 2021 se cuentan por cientos, y donde practican la extorsión, se afianzaron en las provincias costeras y ya se van extendiendo por el resto del país. Ya no es excepcional en Ecuador que aparezcan decapitados, ahorcados en puentes o ejecuciones en grupo.  

Aún se desconoce quiénes han sido los autores intelectuales del crimen. Primero se difundió un video de unos encapuchados que decían hablar en nombre de los Lobos, aliados del Cartel Jalisco Nueva Generación y rival de los Chones. Reivindicaban el atentado y amenazaban a otro candidato, Jan Topic.

Sin embargo, después quienes dijeron ser los auténticos Lobos negaban su relación con el crimen en otro video. A su vez, Villavicencio había recibido una amenaza directa de los Chones, vinculados al Cartel de Sinaloa, por haber mencionado a Fito, su líder, como uno de sus objetivos en su plan de seguridad. 

Enel atentado uno de los sicarios resultó herido en el intercambio de disparos con los escoltas de Villavicencio. Murió poco después cuando le trasladaban a la Fiscalía. Había sido arrestado en junio pero fue liberado. En un allanamiento posterior la policía detuvo a seis colombianos, la mayoría vinculados con la delincuencia.

Los seis sospechosos del asesinato del candidato Fernando Villavicencio / EFE

Han sido identificados como Andrés Manuel Mosquera Ortiz, José Neider López Hitas, Adey Fernando García García, Camilo Andrés Romero Reyes, Jules Osmín Castaño Alzate y Jhon Gregore Rodríguez. Se incautaron de diversas armas, como un fusil, una submetralladora, cuatro pistolas, tres ganadas, dos cargadores de fusil, cuatro cajas de munición, así como cuatro móviles, dos motocicletas y un coche robado. 

El presidente Lasso ha pedido ayuda al FBI para agilizar la investigación. Altos mandos de la policía ecuatoriana se han reunido ya con responsables colombianos y del FBI. Han analizado los antecedentes penales en Colombia de los detenidos: narcotráfico, homicidio, tráfico y porte de armas, ataque contra servidor público. Habría llamadas telefónicas desde los celulares que les incautaron con tres políticos ecuatorianos, según ha revelado Radio Caracol.  

Enemigos conocidos y en la sombra

A la hora de buscar enemigos de Villavicencio hay quienes señalan al ex presidente Correa y su entorno. De hecho, los encontronazos entre la candidata correcta, Luisa González, y Villavicencio habían sido sonados. La candidata le desafió a ir al Chone, donde decía que no tenía apoyos. Y Villavicencio denunció en plena campaña una trama que implicaba a Correa y su vicepresidente, Jorge Glas, con la corrupción petrolera. 

La esposa de Villavicencio, en Blu Radio de Colombia, remarcó cómo "el correísmo tiene vínculos con las bandas delictivas de este país, bandas que han tomado provincias enteras". Y agregó que la senadora colombiana Piedad Córdoba también había dicho que iba a hacer desaparecer a su esposo.

El ex presidente Correa, asilado en Bélgica tras ser condenado por la justicia ecuatoriana, ha recordado cómo Villavicencio fue un feroz opositor de su gobierno y nunca estuvo en peligro su seguridad. "El crimen organizado está infiltrado en el Estado, en la fuerza pública, y hay unos niveles de violencia sin precedentes", dijo en Radio Pichincha

Quieren culparnos porque éramos adversarios políticos pero es una estupidez"

rafael correa, ex presidente de colombia

"Quieren culparnos porque éramos adversarios políticos. Pero es una estupidez. Villavicencio estaba amenazado, pero le sacaron por la puerta principal, iba en una camioneta…Y fallece unos de los sicarios en la Fiscalía en condiciones misteriosas. Es un operativo de gran magnitud. Hay vinculaciones con altos mandos de la policía. El embajador de EEUU ya habló de que hay narcogenerales", añadió.

Menos conocido es un enfrentamiento que tuvo recientemente con Jaime Nebot, ex alcalde de Guayaquil, referente del Movimiento Social Cristiano. Villavicencio atacó a Nebot y él dijo que respondería en consecuencia. En estas elecciones Jan Topic es quien representa la mano dura que aplicó el movimiento social cristiano en los 80. 

Los autores han elegido con precisión el objetivo, un candidato sin pelos en la lengua, enfrentado al correísmo, el movimiento de izquierda ligado al ex presidente Rafael Correa (2009-2017), al que Villavicencio acusó de corrupción, a otros prebostes conservadores como Jaime Nebot, ex alcalde de Guayaquil, y a las mafias del narco. Don Villa, que fue de los pocos que estaba en contra del juicio político al presidente Guillermo Lasso, realmente no tenía miedo y había molestado a muchos con mucho poder.  

La violencia en la papeleta

El momento del crimen es toda una señal. Los autores han querido actuar en plena campaña electoral, a solo 11 días de la convocatoria a las urnas. Los ecuatorianos votan en elecciones anticipadas tras disolver el presidente Lasso la Asamblea en mayo para evitar un juicio político. El Consejo Nacional Electoral ha mantenido la fecha del 20  de agosto. El Movimiento Construye ha de elegir a quien reemplaza a Fernando Villavicencio. Su nombre, dada la falta de tiempo, figurará en la papeleta.   

La campaña ha estado marcada por la violencia. En julio mataron al candidato a la Asamblea Rider Sánchez en Esmeraldas y días después al alcalde de Manta, Agustín Intriago. Su esposa tuvo que ir al funeral con chaleco antibalas. A su vez hubo motines carceleros que se cobraron la vida de unas 30 personas. Pero el asesinato del candidato presidencial supone un salto más allá. Es una demostración de la debilidad del Estado y la indefensión de sus ciudadanos y sus representantes. 

"Este atentado puede marcar un punto de inflexión. Puede derivar en que exista un acuerdo nacional que detenta este proceso, o devenir en mayores ataques violentos en puntos neurálgicos, o en un resultado marcado por la presión de estos hechos", señala Luis Verdesoto, politólogo ecuatoriano. 

Con este telón de fondo, los ecuatorianos acudirán el domingo 20 de agosto a las urnas. La violencia es el factor oculto que estará en las papeletas. Este jueves 10 de agosto se publicaron los últimos sondeos permitidos, que registran un 50% de indecisos, que no reflejan el efecto del atentado. También habría un alto porcentaje de votos nulos y blancos, un 16%. 

Encabeza los sondeos la correísta Luisa González, pero necesitaría superar el 40% y diez puntos más que el segundo para evitar una segunda vuelta. Se disputan el segundo puesto el izquierdista Yaku Pérez, el conservador Otto Sonenholzner, y había subido en las expectativas Fernando Villavicencio. 

"Antes la violencia hablaba a través de muchos y de muchas formas. Ahora se ha reducido a ver si los electores dan un pésame colectivo, o lo convierten en algo útil, o bien se manifiestan por el rechazo al enemigo, que es el correísmo", añade Verdesoto, quien ve difícil que haya pactos antes del 20 de agosto. En todo caso, tendría lugar una vez que se conozca quiénes compiten en segunda vuelta. "Sería un pacto sobre seguridad, es decir, sobre fuerza pública, financiación, utilización del apoyo internacional, reforma jurídica, de la estructura carcelaria, manejo de fronteras y corrupción".

Es vergonzoso cómo algunos candidatos se lucran de esta muerte. Tratan de pasar a segunda vuelta como sea"

allen paNchana

Allen Panchana, periodista y consultor político ecuatoriano, lamenta que no se guarde luto al menos hasta el lunes y haya candidatos que estén aprovechando el asesinato para obtener réditos electorales. "Es vergonzoso cómo algunos candidatos se lucran de esta muerte. Tratan de pasar a segunda vuelta como sea, dado que pocos cuestionan la victoria de Luisa González, de Revolución Ciudadana, correísta. Los conservadores Jan Topic, que era el outsider, y Otto Sonnenholzner, quieren aprovechar el impulso. Sonnenholzner incluso ha dicho que el asesinato viene de una parte política y tiene nombre y apellidos. Quieren restarle votos al correísmo como sea".

Este domingo se celebrará el debate entre los siete candidatos y quien nombre el Movimiento Construye para sustituir a Villavicencio. Han demandado más tiempo pero no parece que vayan a conseguir aplazamientos. 

Explica Panchana el peso de los candidatos en Ecuador, más que los partidos, de modo que Villavicencio contaba con apoyos por su personalidad y su arrojo. "No creo que se dé el voto post mortem. En principio las más beneficiadas son las candidaturas conservadoras. El más parecido a Villavicencio, por sus denuncias, es Jan Topic, pero él viene de una familia adinerada, relacionada con el escándalo de Odebrecht", añade el periodista. Además, el voto de Topic es más de la costa, y el de Villavicencio era más de la sierra.

A un paso de ser un narcoestado

Ecuador es "uno de los principales puntos de embarque para el tráfico global de cocaína", según el informe anual de Insight Crime, publicado en marzo de este año. El país cuenta con los puertos y carreteras adecuados para servir de salida de la droga hacia el resto del mundo (este jueves se ha incautado en Amsterdam más de ocho toneladas procedentes de Ecuador con un valor de 600 millones).

Es un país fronterizo con Colombia, y su producción de coca, con cinco puertos de alto calado, decenas de puertos de pesadores y muchos privados en 500 kilómetros de costa en un país con la mitad de extensión de España. Esa frontera marítima es muy porosa. A eso se suma que la vigilancia es escasa (solo se revisa un 20% de los contenedores). Hay corrupción policial. Y el sistema financiero (dolarización) favorece el lavado de dinero. 

En Ecuador se han dado varias condiciones que explican la espiral de violencia que ahora se vive. "Por un lado, la paz en Colombia dejó desocupados a muchos violentos; por otro lado, una forma de gobierno como la de Correa solo se puede llevar a cabo con pactos con violentos. A ello hay que sumar el coste de la pandemia. En torno a la pandemia aumentó la corrupción, que ya había crecido gracias a las enormes inversiones públicas en tiempos de Correa, y a la vez permitió a los grupos narcotraficantes actuar libremente y acumular activos libremente. Al terminar la pandemia aumentó la violencia en grado extremo", señala Verdesoto. 

La mano dura frente a los narcos, como defiende Jan Topic según el modelo aplicado por Nayib Bukele con las maras en El Salvador, seguramente tendrá más eco después del atentado. "Se les va a acabar la fiesta", dice en uno de sus videos electorales Jan Topic, mientras sobrevuela el penal Litoral, la mayor cárcel de Guayaquil. 

Sin embargo, como indica Francisco Sánchez, director del Instituto de Iberoamérica, "las maras no tenían la capacidad de fuego que tienen estos grupos ecuatorianos. Las maras eran pandillas armadas, pero les vale con un machete. Los ecuatorianos llevan armamento pesado, como los mexicanos. Bukele casi no encontró resistencia". 

La lucha policial no es posible. El mejor ejemplo es Colombia"

FRANCISCO SÁNCHEZ, INSTITUTO DE IBEROAMÉRICA

"En América Latina el gran peligro de desestabilización regional viene del narcotráfico, su industria anexa y las respuestas que se dan como el autoritarismo. La mano dura genera más violencia. Hay que enfocarlo como problema político y económico. La lucha policial no es posible, el mejor ejemplo es Colombia", concluye Sánchez. 

Allen Panchana no tiene duda al calificar su país como un narcoestado. "Aquí mandan las mafias, que son brazos armados de los carteles mexicanos. De hecho sabremos qué ha pasado cuando el FBI nos haga su diagnóstico. Eso nos da la dimensión del momento en que estamos como Estado". Y lo peor, a su juicio, se refleja en la portada de Expreso, un ruego. "Que no queden en la estadística", reza el titular, sobre la foto de las últimas víctimas de la violencia. Y concluye, con pesar: "Lamentablemente será una muerte más. Hemos normalizado la narcoviolencia".