Es el helicóptero de combate más versátil y avanzado del mercado. La estrella del ejército estadounidense y pronto también de las fuerzas aéreas marroquíes. Boeing ha comenzado la fabricación de 24 unidades del AH-64E Apache, un modelo que podría aportar una ventaja cualitativa para el vecino del otro lado del Estrecho.

El país árabe ha comenzado oficialmente la cuenta atrás para recibirlo. Hace dos años la Real Fuerza Aérea marroquí envió a un equipo de pilotos e ingenieros para ser adiestrados en su manejo y mantenimiento. Las 24 unidades encargadas por el régimen magrebí, cuyo ensamblaje ha iniciado este mes el fabricante estadounidense, aterrizarán en Rabat el próximo año.

Es el prototipo más completo de la gama que Boeing comenzó a fabricar en 1984 y que presume de ser uno de los helicópteros de combate más letales del planeta. Algunas de las unidades del modelo inicial A, que salieron de fábrica entre 1984 y 1997, siguen prestando servicio en la actualidad. El E cuenta en su morro con sensores para fijar objetivos y sistemas de visión nocturna. Está provisto de un cañón de 30 milímetros y una mezcla de misiles AGM-114 Hellfire y cohetes Hydra 70. La versión mejorada que recibirá Marruecos también es capaz de controlar drones y última tecnología en electrónica, coste de mantenimiento y rendimiento de vuelo.

730 unidades en el mercado

En la actualidad, existen en funcionamiento 730 unidades de este último modelo de Apache. Según el Balance Militar que anualmente publica el Instituto Internacional para Estudios Estratégicos, 490 están en manos estadounidenses. El resto se hallan en poder de Corea del Sur (36), Taiwán (29), Reino Unido (25), Arabia Saudí (24), Qatar (24) o Indonesia (8). Otros países como Israel, Grecia, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Países Bajos o Japón tienen modelos previos que continúan en funcionamiento. El año pasado Polonia hizo pública su intención de adquirir hasta 96 Apache en una transacción cuyo valor oscilaría entre los 12.000 y los 15.000 millones de dólares.

El que aspira a ser la nueva joya del arsenal marroquí -en el contexto de la guerra de baja intensidad que libra con el Frente Polisario en el muro que divide el Sáhara Occidental- es armado en la factoría de Boeing en Arizona. El acuerdo de venta se firmó en 2020 por un valor que se mantiene en secreto. Según los detalles incluidos en el plácet para venta del Departamento de Estado estadounidense, los Apaches encargados por Marruecos van armados con misiles aire-superficie Lockheed Martin AGM-114L/R Hellfire, kits de cohetes guiados por láser APKWS (Advanced Precision Kill Weapon System) de BAE Systems y más de 5.000 cohetes de 70 milímetros así como misiles aire-aire Raytheon AIM-92H Stinger. También disponen de equipos para el control a bordo de drones.

Los motores de los helicópteros en construcción, motores turboeje T700, son suministrados por General Electric Aviation mientras que los sistemas de radares AN/APG-78 Longbow son propiedad de las compañías Lockheed Martin y Northrop Grumman. Los Apaches se enmarcan en un programa de renovación del ejército del aire marroquí, que no contaba hasta ahora con helicópteros de ataque específicos. En función de ataque ligero, el país disponía hasta ahora de 24 helicópteros Aérospatiale SA342L Gazelle, adquiridos en 1978. En su estrategia el régimen marroquí también ha adquirido los F-16 Block 70/72 Fighting Falcon.

El talón de Aquiles español

Sus mejoras en aviación suponen un reto para los ejércitos vecinos, incluido el español. Especialmente llamativo es el caso español. Las Fuerzas Armadas patrias no cuentan con Apaches y  participaron en el programa europeo para la construcción del helicóptero Tigre, que -según los expertos consultados- ha resultado un fiasco. Se da la circunstancia de que en 1998, en el momento de iniciar su renovación, un informe del Ejército de Tierra optó por el Apache como el helicóptero más polivalente. Era el único que reunía todos los requisitos exigidos: disponía de cañón, podía llevar misiles aire-tierra y era superior al Tigre en varios apartados. El modelo de Boeing podía cargar 3.000 kilogramos más de armas que el europeo además de una experiencia acreditada en cuanto a ciclo de vida útil y mantenimiento. Razones políticas acabaron imponiendo al Tigre.

En el caso español, el plan de modernización incluye la actualización de los helicópteros Chinook del ejército y los aviones de combate Eurofighter, la adquisición de cuatro submarinos S-80, nuevos vehículos blindados 8x8 y dos satélites de comunicaciones militares, así como reforzar una industria de defensa que incluye a Navantia, Airbus o Santa Bárbara Sistemas. España mantiene la ventaja cualitativa de la profesionalidad y preparación de su ejército. “El problema de Marruecos no es la falta de armamento sino un problema de moral del ejército de tierra”, apunta a El Independiente Abdelilah Issou, un oficial del ejército marroquí que desertó en 2002 y reside desde entonces en suelo español.

“El personal del ejército marroquí está maltratado, mal pagado, mal alimentado y mal equipado. Creo que lo de seguir comprando armas y material nuevo es tirar el dinero a la basura, porque hasta que no exista una reforma profunda para extirpar la corrupción y mejorar las condiciones de vida del militar y de su familia, podrán adquirir incluso la bomba nuclear pero no irán a ninguna parte”, concluye.