Solo nueve países, entre ellos Austria y Chequia, votaron junto a Israel en contra de una resolución que pedía un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza este miércoles. Poco antes, el presidente de EEUU, Joe Biden, advertía al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre cómo su país está perdiendo apoyo internacional. EEUU, que es el más firme aliado de Israel, sigue usando en su defensa el poder de veto en el Consejo de Seguridad, pero Biden ya habla de "bombardeos indiscriminados" y ha expresado su preocupación por los planes israelíes para el día después de la guerra. Incluso Biden recomendó a Bibi, como le llama, que "cambie" su gobierno.

Entre Biden y Netanyahu no son nuevas las discrepancias, pero lo llamativo es que ahora el presidente de EEUU las haya expresado en público, en concreto ante donantes de su partido. El secretario de Estado, Antony Blinken, era quien hasta ahora había ido más lejos al decir que Israel no estaba haciendo lo suficiente por limitar el número de bajas civiles.

Ya habían chocado sobre la violencia de los colonos contra los palestinos en Cisjordania y el extremismo de ministros ultranacionalistas como Itamar Ben-Gvir o Bezalel Smotrich. La Administración Biden pidió a Israel que tuviera en cuenta la experiencia en el norte para no causar tantas bajas civiles pero la campaña está siendo similar. Israel argumenta que Hamás es quien utiliza a su población como escudo humano, pero aunque fuera así la legislación internacional prohíbe los ataques a hospitales o escuelas.

También discrepan sobre qué debe hacerse cuando Israel considere que ha eliminado a Hamás: EEUU aboga por dar un papel relevante a la Autoridad Nacional Palestina en Gaza pero Israel quiere mantenerse un tiempo en la Franja y de facto está forzando a los gazatíes a un éxodo que no se sabe hacia dónde conduce. ¿Al Sinaí?

La ONU, un barómetro

En total, 153 países, 33 más que el 27 de octubre, de un total de 193 apoyaron la necesidad de una tregua en una guerra en la que ya han muerto más de 18.600 gazatíes, entre ellos más de la tercera parte niños. Son datos de Hamás, que gobierna en la Franja, pero es indudable la estela de destrucción y muerte provocada por los bombardeos, que ahora se focalizan en el sur, hacia donde huyeron cientos de miles de civiles al principio de esta guerra.

En Israel fueron asesinados 1.200 israelíes en el ataque perpetrado por Hamás y unos 240 fueron secuestrados. De ellos 105 fueron liberados a cambio de la excarcelación del triple número de presos palestinos, entre ellos numerosos menores.

La resolución de la Asamblea General, no vinculante, expresa la "grave preocupación por la situación humanitaria en Gaza y por el sufrimiento de la población palestina". Hace un llamamiento para la protección internacional de los civiles israelíes y palestinos, pide la liberación de todos los rehenes, y recuerda que ha de respetarse la legislación internacional. Estados Unidos vetó el viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU un texto similar.

Resulta interesante observar los cambios de voto que se han dado desde que se aprobó la primera resolución sobre un alto el fuego el pasado 27 de octubre. Los datos son un barómetro de cómo Israel cuenta cada vez con más voces críticas.

En la Unión Europea destaca que el Reino Unido y Alemania, que respaldan a Israel, se abstienen. Las protestas masivas contra los bombardeos de Israel en Gaza que se han registrado en capitales como Londres y Berlín muestran cómo las opiniones públicas creen que Israel está librando una guerra sin límites.

Entre los que más claramente piden el alto el fuego humanitario está el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que este miércoles ha aprovechado su balance del semestre de presidencia española del Consejo de la UE para pedir a los Veintisiete que actúen de forma unida para detener la guerra en Gaza. Sánchez envió el pasado viernes una carta, firmada por los líderes de Bélgica, Irlanda y Malta, en la que urgía al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel para que pida de forma urgente un alto el fuego humanitario.

"Si queremos que el mundo nos respete como un actor consecuente y relevante, debemos hablar alto y claro con una sola voz. Debemos condenar los atentados cometidos por Hamás, exigir la liberación de los rehenes y reconocer el derecho de Israel a existir, pero con la misma convicción debemos decir basta a la muerte civiles inocentes, incluidos miles de niños y niñas. Deben cesar los bombardeos y abrirse un alto el fuego humanitario y Europa debe exigir el cumplimiento del derecho humanitario", ha remarcado Sánchez, con la defensa de los dos Estados, lo que implica "la existencia del Estado palestino" que conviva en paz con el Estado de Israel.

En la UE solo 17 de los 27, entre ellos España, pidieron el alto el fuego humanitario. Han cambiado de la abstención al sí ocho países: Chipre, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Polonia y Suecia. Croacia dio un giro de 180 grados del no al sí. Hungría, el más firme aliado de Israel en la UE, se abstuvo en lugar de rechazar la resolución.

Junto a Israel y EEUU, los países que rechazaron la propuesta de Egipto, avalada por 22 países árabes, fueron Austria, Chequia, Guatemala, Liberia, Micronesia, Nauru, Papúa Nueva Guinea y Paraguay. Es decir, son diez países frente a los 14 de finales de octubre, y se abstuvieron 23, 22 menos que entonces. Australia, Canadá y Japón, aliados de EEUU, apoyan la tregua. Israel sostiene que solo serviría para dar aliento a Hamás. En resumen, dos terceras partes de los 193 miembros de la Asamblea General de la ONU están en contra de que la guerra continúe.

Los más críticos con Israel han sido Bolivia, Sudáfrica, Jordania, Turquía, Chile, Colombia, Chad, Honduras y Bahrein, que han retirado a sus embajadores de Israel por sus preocupaciones por lo que consideran falta de cumplimiento de la legalidad internacional.

Israel contaba hasta ahora con la UE, pero están empezando a perder respaldo por el bombardeo indiscriminado que están llevando a cabo"

joe biden, presidente de EEUU

"La seguridad de Israel puede asentarse sobre EEUU, y hasta ahora también podía contar con la UE, pero están empezando a perder apoyo por el bombardeo indiscriminado que está llevándose a cabo", aseguró Biden. Israel asegura que al menos una tercera parte de los muertos en los bombardeos en Gaza son combatientes de Hamás, pero aunque fuera así el número de niños y mujeres es de un 70%. Y hay casi dos millones de desplazados que viven en condiciones infrahumanas.

En Israel también hay voces cada vez más críticas con Netanyahu, como las familias de los rehenes. En su último encuentro hace menos de una semana hubo quienes salieron disgustados al considerar que se estaba dejando de lado a quienes aún siguen cautivos. Todos tienen claro que Hamás podría acabar con sus penalidades si los liberara, incluso con la guerra, pero temen que sus parientes mueran en un bombardeo.

En EEUU cada vez son más los ciudadanos, un 40%, según una encuesta de FT-Michigan, que considera que se está dando una ayuda excesiva a Israel. Las protestas en Washington contra los ataques de Israel en Gaza han batido récords de asistencia. Y esto sucede en un año electoral en unas presidenciales en las que Donald Trump aspira a volver a la Casa Blanca. Si EEUU da un paso atrás en su ayuda financiera y diplomática a Israel, el golpe a Netanyahu sería colosal. Es difícil que EEUU vaya tan lejos, pero sí que está lanzando señales para que se aproveche la tecnología con el fin de evitar tantísimas bajas civiles, y que se brinde ayuda humanitaria a los civiles gazatíes.

En todo caso, Israel, que el 7 de octubre vivió su particular 11-S, está determinada a seguir hasta que Hamás pase a la historia. El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, ha sido muy claro en sus declaraciones a Reuters: "Con o sin apoyo internacional vamos a continuar. Un alto el fuego ahora sería un regalo para Hamás y permitiría a los terroristas volver a intentar amenazar a los ciudadanos de Israel".