“Hola, soy Yehia Sinwar. Estáis más seguros aquí. Nada os pasará en este lugar”. Fue la frase que Yehia Sinwar le dirigió a un grupo de rehenes israelíes días después del inicio de la guerra en Gaza. Los secuestrados habían sido conducidos a pie durante dos horas por una red de túneles hasta un amplio salón subterráneo. Fue en aquella estancia donde se produjo el fugaz encuentro con Sinwar, el jefe del ala política de Hamás en Gaza al que Israel ha convertido en enemigo público número uno desde el ataque del 7 de octubre que dejó cerca de 1.200 muertos en la jornada más sangrienta de la joven historia de Israel.

Sinwar se comunicó con los rehenes en un hebreo perfecto, el que aprendió tras más de dos décadas en una prisión israelí. Tras musitar la frase, se esfumó. Cuando la operación israelí inaugura su cuarto mes, Sinwar sigue siendo un rostro escurridizo, el cabecilla que las tropas israelíes buscan sin tregua en los devastados confines de la Franja de Gaza. La aviación israelí ha arrojado panfletos en Gaza prometiendo una recompensa de 400.000 dólares por cualquier pesquisa que conduzca a su detención. Su captura o muerte sería un trofeo para Benjamin Netanyahu cuando los errores del ejército -que asesinaron por error a tres rehenes en diciembre- y los 136 secuestrados que aún permanecen en cautividad elevan la presión sobre los estrategas de la guerra.

Sinwar participa en el entierro del padre de Mohamed Deif, líder de las brigadas Al Qasam, en 2022 en Gaza.

El cerebro de los ataques del 7-O, según Israel

  • FECHA DE NACIMIENTO: 1962
  • LUGAR: Gaza
  • TÍTULO: Líder de Hamás en Gaza y miembro de su Politburó desde 2017

Se le considera una de las principales figuras que conectan el politburó de Hamás con su brazo armado, las Brigadas Ezzeddin al Qassam. Pasó 24 años en prisiones israelíes. Fue liberado en 2011 en el canje del soldado israelí Gilad Shalit secuestrado en Gaza.

El Gobierno israelí ha señalado a Sinwar como el cerebro de unos ataques, los del 7 de octubre, que fueron urdidos durante años y cuyos detalles fueron mantenidos en secreto, al alcance solo de un limitado número de líderes de Hamás. “Es un tipo valiente y un verdadero muyahid (guerrero santo). Es estricto y habla en serio. Amenazó muchas veces a Israel pero no le creyeron”, explica a El Independiente Mohamed Nazzal, dirigente de Hamás que, a pesar de hallarse en el exilio, ha compartido múltiples reuniones con Sinwar. La última hace dos años en El Cairo, cuando los planes del ataque ya se encontraban avanzados.

Quienes le conocen -camaradas de organización, compañeros de celda e incluso agentes de la inteligencia israelí que le interrogaron- coinciden en que la personalidad de Sinwar es “dura” y “pragmática”. Nacido en 1962, es miembro fundador de las brigadas de Ezzeddin al Qasam, el brazo armado de Hamás, y de su servicio de inteligencia. Está acostumbrado a operar en la sombra y conoce Gaza y su organización al milímetro.

Cuando fue arrestado por Israel en la década de 1980 Sinwar dirigía el brazo de seguridad interna de Hamás, Al Majd, que había ayudado a fundar y dedicado a investigar a los cuadros de Hamás en busca de colaboracionistas con Israel. En 1989 un tribunal israelí le impuso cuatro cadenas perpetuas por su participación en el asesinato de presuntos informadores palestinos y conspiración en el homicidio de dos soldados israelíes.

Es un verdadero guerrero. Siempre ha hablado en serio aunque Israel nunca se creyera sus amenazas

El hoy máximo jefe de Hamás en Gaza, posición que mantiene desde 2017, pasó 24 años entre rejas. Rodeado de los suyos, aprendió hebreo y estudió de cerca la sociedad israelí. Fue liberado en 2011 en el canje de 1.027 presos palestinos en cárceles israelíes por el soldado israelí Gilad Shalit, que pasó un lustro secuestrado en Gaza. Desde entonces, Sinwar se ha convertido en una pieza clave del entramado de Hamás en la Franja.

“Es una persona muy extrema. Algunos dicen que tiene rasgos psicopatológicos. Incluso miembros de Hamás le consideran una persona muy cruel”, señala a este diario Avi Melamed, ex funcionario de inteligencia israelí. Durante los interrogatorios se jactaba de haber matado a presuntos informantes con “una cuchilla de afeita” o “un machete”. Una frialdad que le granjeó el apodo del “carnicero de Jan Yunis”, su lugar de procedencia en Gaza.

La fotografía más reciente de Sinwar, difundida en redes próximas a Hamás.

Capturarlo vivo o muerto

Cuando a principios de diciembre, las tropas israelíes anunciaron haber rodeado su residencia en Jan Yunis. Sus esfuerzos resultaron en vano. No hallaron rastro de Sinwar entre sus muros. A finales del mismo mes el portavoz militar israelí anunció el hallazgo y destrucción de "un apartamento escondite" de Sinwar cerca de la ciudad de Gaza en una red de túneles en la que "había una red eléctrica, infraestructura de ventilación y alcantarillado, salas de rezo y descanso".

“Sinwar es el dirigente más importante de Hamás actualmente en Gaza. Matarlo o capturarlo es esencial para que Israel obtenga justicia por su papel fundamental en la planificación y ejecución de las atrocidades del 7 de octubre, así como para restablecer un sentimiento de disuasión”, reconoce a este diario Alan Mendoza, director ejecutivo de la Henry Jackson Society.

Cazar a Sinwar sería importante. La estrategia de Israel consiste en eliminar a la cúpula de Hamás en Gaza para que el grupo se derrumbe

Pero ese escenario se antoja complicado. “Nada es imposible en la vida pero es muy complicado. Los dirigentes de Hamás en Gaza han adoptado sus precauciones y sus medidas de seguridad”, apunta Nazzal, confiado en la capacidad de Sinwar para esconderse en la vasta red de túneles que administra Hamás en la Franja.

En la semana en la que el Mossad ha liquidado al número dos de Hamás en Beirut -en una operación que no ha reivindicado-, Sinwar es el rostro que concentra ahora los esfuerzos de inteligencia. No se le ha visto en público desde el ataque de octubre. En sus últimas declaraciones, fechadas a finales de diciembre, Sinwar presumió de las bajas ocasionadas en el enemigo. "Las brigadas Al Qassam están librando una lucha encarnizada y sin precedentes contra las fuerzas de ocupación israelíes, que han sufrido grandes pérdidas humanas y materiales". "La población gazatí ha dado ejemplos inigualables de sacrificio, heroísmo y solidaridad. Es nuestro deber curar rápidamente sus heridas y fortalecer su voluntad".

“Israel se centrará en Yehia Sinwar, Deif, Issa y Mohamed Sinwar en Gaza, entre otros. Cazar a Sinwar sería importante. La estrategia de Israel consiste en eliminar a la cúpula de Hamás en Gaza para que el grupo se derrumbe, lo que posiblemente brindaría una oportunidad favorable para negociar la liberación del resto de los rehenes”, estima Joe Truzman, investigador del think tank estadounidense Foundation for Defense of Democracies. Mohamed Sinwar es hermano de Yehia y se desempeña como comandante de Hamás en el sur de la Franja.

Yehia Sinwar en marzo de 2023.

"Se ha rodeado de rehenes para protegerse"

Los avances en el control de Gaza podrían proporcionar nuevas pistas a Israel sobre el paradero de Sinwar. “Resulta factible que Israel pueda llegar hasta él al final. La cuestión será si Israel dará el paso, ya que puede estar rodeado de rehenes israelíes o de civiles de Gaza”, apunta Yonatan Freeman, experto en relaciones internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén. “Israel ha incrementado la información sobre este terrorista desde su operación terrestre en Gaza. Israel ha obtenido muchos documentos y ordenadores que han sido analizados. Es posible que los terroristas capturados también hayan podido proporcionar información sobre su paradero”, agrega.

El coste de llegar a él puede ser alto

“El asesinato de Yehia Sinwar supondría una importante victoria táctica para Israel, ya que fue uno de los artífices de la operación de Hamás del 7 de octubre y de la defensa de Gaza desde esa fecha. Pero el coste puede ser alto, ya que los dirigentes israelíes parecen creer que Sinwar se ha rodeado de rehenes israelíes para protegerse de un ataque”, esboza Joost Hiltermann, director del programa de Oriente Próximo y Norte de África del International Crisis Group.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha declarado públicamente que “sólo es cuestión de tiempo” localizarle en el infierno de Gaza. Una esperanza que también alberga Melamed tras décadas en el ejército y la inteligencia israelíes. “No me importa cómo sea Sinwar. Al final será eliminado. No sé si mañana, la próxima semana o dentro de cinco años”, concluye. Su anunciado final, advierten los expertos, no determinará el destino de Hamás, una organización resiliente capaz de sobreponerse a la pérdida de sus líderes.