Años recorriendo los intrincados entresijos de la inteligencia israelí le convierten en una de las mejores fuentes para analizar desde el lado israelí la ofensiva que Tel Aviv lanzó el 7 de octubre, en vísperas de que entre en su cuarto mes, con un nivel de destrucción sin precedentes en la Franja de Gaza. Avi Melamed, ex funcionario de la inteligencia israelí, atisba una guerra larga, con diferentes intensidades, y el resultado final de una Franja en manos de una administración regional, sin rastro de Hamás.

En una extensa entrevista con El Independiente, el ex agente se muestra muy crítico "con ciertos países europeos" en una alusión velada a, entre ellos, el Gobierno español. "En algunos círculos en Occidente desafortunadamente se ha insistido constantemente en aceptar el gobierno de Hamás porque piensan que al hacerlo están apoyando a los palestinos. Es todo lo contrario. Están destruyendo cualquier esperanza para los palestinos", replica Melamed, reconvertido en analista de seguridad tras pasar por agencias gubernamentales israelíes y las Fuerzas de Defensa de Israel además de servir como asesor principal de asuntos árabes de los alcaldes de Jerusalén, Teddy Kollek y Ehud Olmert, y negociador durante la primera y segunda intifadas.

Pregunta.- ¿Cómo se está desarrollando la operación militar israelí en Gaza?

Respuesta.- Basándome en los informes de los portavoces de las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel, en inglés) parece que la operación militar se está desarrollando según lo previsto, incluso, yo diría que antes de lo programado. Las Fuerzas de Defensa Israelíes están profundizando su presencia e influencia en diferentes partes de la Franja de Gaza. Se ha tomado totalmente el control del norte de la Franja.

P.- ¿Cuánto durará la operación?

R.- Habría que tener en cuenta que la operación tiene diferentes niveles de intensidad. En este momento, lo que vemos es la fase de mayor intensidad de la guerra, que se podría extender un par de semanas más. Pero hay que recordar que es solo un aspecto de la ofensiva porque luego deber haber una presencia militar continua sobre el terreno con el fin de erosionar y eliminar toda la estructura militar de Hamás. El objetivo principal de la fase actual es desmantelar y desintegrar el principal apoyo militar de Hamás. Es esto exactamente lo que están haciendo las fuerzas israelíes, desmantelando las brigadas de Hamás. Y una vez que termine esa fase, vendrá otra, en la que tendremos que ir a eliminar túneles, las bolsas de cohetes para intentar asesinar a más gente de Hamás que intenta escapar y también, por supuesto, intentar llegar hasta los líderes de Hamás en la Franja de Gaza.

En la nueva fase habrá que optar por operaciones especiales mucho más precisas basadas en inteligencia

P.- ¿Cómo mantener una operación militar cuando hay alrededor de dos millones de civiles obligados a permanecer en una porción cada vez más pequeña de tierra?

R.- Es una muy buena pregunta. Es una tarea muy desafiante. Esa es la razón por la que digo que creo que en la próxima fase de la operación militar no veremos la misma escala de lo que vemos ahora. Se optará por operaciones especiales mucho más precisas basadas en inteligencia. Observaremos más trabajo para eliminar los túneles de Hamás y los depósitos de armas, cohetes y misiles de Hamás.

P.- ¿Qué implicación tiene para la guerra en curso el asesinato en Beirut del número dos de Hamás, Saleh al Arouri?

R.- Israel aún no ha reivindicado, ni probablemente reivindicará, la muerte del dirigente de Hamás Saleh Al Arouri en el Líbano. El ataque representa un momento de vergüenza para Hizbulá y un posible punto álgido en la guerra entre Israel y Hamás. Saleh Al Arouri era el invitado de Hizbulá en el Líbano, y en los últimos meses, desde que comenzó la guerra, se ha reunido regularmente con el líder de Hizbulá, Hassan Nasralá, y tenía previsto volver a reunirse con él esta misma semana. Al ser acogido por Hizbulá, era un cargo bajo su protección, y que lo maten estando en un bastión de Hizbulá no hace sino agravar la situación. Es probable que veamos una respuesta desde Gaza, probablemente una andanada de cohetes dirigidos contra ciudades israelíes, y posiblemente alguna escalada desde Cisjordania porque Al Arouri dirigió anteriormente a los militantes de Hamás en Cisjordania. En la frontera norte es probable que Hizbulá permita a Hamás y a otros grupos palestinos intensificar sus ataques contra Israel, posiblemente incluso cruzando la línea roja, pero aún está por ver si el propio Hizbulá participará en esa escalada. Es probable que el silencio de Israel a la hora de reclamar responsabilidades tenga por objeto dar a Hizbulá el espacio necesario para evitar entrar en la escalada directa.

El ataque representa un momento de vergüenza para Hizbulá y un posible punto álgido en la guerra entre Israel y Hamás

P.- ¿Cuál es el objetivo de la operación militar en Gaza? Para muchos, resulta aún ciertamente confuso...

R.- El Gobierno israelí encomendó a las Fuerzas de Defensa de Israel con tres objetivos principales: traer de vuelta a los rehenes en la medida de lo posible, ojalá vivos desde la Franja de Gaza; acabar con el dominio de Hamás en la Franja y eliminar las capacidades militares de Hamás; y devolver la seguridad al pueblo de Israel. Es importante entender a este respecto que el objetivo no es eliminar a Hamás porque Hamás no va a desaparecer. Hamás es un movimiento político. Es un movimiento ideológico. Tiene profundas raíces en el mundo árabe y entre los palestinos. Forma parte de los Hermanos Musulmanes. Así que el objetivo aquí no es eliminar a Hamás. El objetivo aquí es básicamente hacer de Hamás un actor irrelevante, es decir, un actor que no pueda continuar y dictar su agenda radical y la agenda radical de sus amos iraníes a su voluntad.

El objetivo aquí es básicamente hacer de Hamás un actor irrelevante

P.- ¿Resulta un objetivo factible?

R.- Si le arrebatas a Hamás las dos principales herramientas que ha estado utilizando para ser el actor regional, es decir, si eliminas las capacidades militares de Hamás y acabas con el dominio de Hamás en la Franja de Gaza, podrías convertir a Hamás en un actor irrelevante.

P.- No es ésta la primera operación militar israelí en Gaza. En las anteriores el resultado fue un Hamás más fuerte, con mayor capacidad para fabricar armas y desafiar a Tel Aviv. ¿Por qué el resultado será diferente ahora?

R.- Bueno, la primera razón, es la escala de la ofensiva israelí. En las rondas anteriores, lo que vimos fue una operación militar israelí muy restringida. Lo que vemos ahora es una guerra a gran escala en la que Israel está operando masivamente en la Franja de Gaza. Israel está destruyendo masivamente las capacidades militares de Hamás. Esta es una historia totalmente diferente. El otro aspecto que es diferente a lo anterior: hoy existe un entendimiento dentro de la comunidad internacional y de los principales actores regionales de que la permanencia del gobierno de Hamás en la Franja de Gaza significa más muerte, destrucción y estragos. Eso debe cambiarse si se quiere ofrecer a los israelíes y palestinos de la región algún tipo de estabilidad.

Otro elemento nuevo es la opinión pública israelí. En el pasado, estuvo muy dividida y fue vacilante con respecto a la Franja de Gaza, lo que significa recelaba ante la posibilidad de que Israel regresara a la Franja de Gaza, que las tropas israelíes lucharan en ese territorio. Al final, la política del gobierno fue evitar una gran operación militar en la Franja de Gaza y contener básicamente el desafío de los cohetes utilizando, por supuesto, el sistema de defensa israelí y un conflicto contenido con pequeños drones militares. Todos esos cálculos han cambiado tras el 7 de octubre. Hoy en día, en la opinión pública israelí, hay un consenso total de que no podemos volver a la situación que había en Gaza antes de todos esos acontecimientos. Existe un entendimiento muy profundo de que Hamás representa una amenaza muy significativa para el Estado y el pueblo de Israel. Y también es común la demanda de eliminar a Hamás, de aplastar su poder militar, de asegurarse de que no pueda reagruparse. Sabemos que esto tiene un precio muy alto pero estamos dispuestos.

En la opinión pública israelí hay un consenso total de que no podemos volver a la situación que había en Gaza antes de todos esos acontecimientos

P.- ¿Es el desplazamiento forzoso de la población de Gaza un objetivo de la operación?

R.- No lo creo. Es posible que haya algunas personas que quieran que esto suceda, pero al final del día el pueblo de Gaza tiene que quedarse donde está. La cuestión es que Hamás tiene su base en Gaza. Hamás ha estado operando constantemente desde dentro del entorno civil en la Franja de Gaza. Con suerte, la guerra acabará y el gobierno de Hamás en Gaza llegará a su fin. En el proceso de reconstrucción de la Franja, el pueblo de Gaza tendrá que tomar una decisión inicial. Hoy está pagando un precio muy significativo por el liderazgo de Hamás. Es cierto que hay mucha gente en la Franja de Gaza a la que no le gusta Hamás, pero existe otra mucha que apoya a Hamás y que benefician de su poder. El pueblo gazatí necesita tomar una decisión sobre si quiere volver a la destrucción, la muerte y el caos que Hamas ha causado o quieren tomar un camino diferente.

P.- Hablemos del día después de la guerra. ¿Israel busca ocupar de manera permanente Gaza?

R.- Israel dice que no quiere controlar la Franja de Gaza y creo que es lo correcto. La Franja de Gaza no es solo una responsabilidad de Israel sino de la región y la comunidad internacional. Si la comunidad internacional piensa que Israel tiene que abordar esa tarea solo, el significado es que seguiremos viendo más muerte y destrucción y que Hamás continuará dictando la realidad de millones de personas. Israel no está dispuesto a aceptarlo.

El 7 de octubre fue un fracaso colosal de la inteligencia

P.- ¿Fue el ataque del 7 de octubre un fracaso de la inteligencia israelí? ¿Cómo fue posible que sucediera?

R.- Fue un fracaso colosal de la inteligencia. Esta es una de las cosas que, por supuesto, todo el mundo pregunta y en este momento hay más preguntas que respuestas. Es un combinación de factores. La conclusión es que, lamentablemente, fue un fracaso colosal y se ha pagado muy caro. Y estoy seguro de que con el tiempo habrá una investigación muy exhaustiva dentro de los estamentos de seguridad e inteligencia israelíes para comprender realmente qué sucedió y extraer realmente las lecciones de este colosal fracaso. Es una crisis profunda para la inteligencia israelí, para el establishment militar y la opinión pública israelí.

P.- Son ya tres meses de guerra. El número de víctimas en Gaza supera las 22.000, la mayoría civiles, mujeres y niños. Gobiernos como el español insisten en que no se está cumpliendo el derecho humanitario internacional...

R.- Lo primero que diría es cuestionar los números porque aquí hay algo a lo que tenemos que prestar atención. Desde el primer día de la guerra, los hospitales en la Franja de Gaza, que son parte del Ministerio de Salud de Gaza y del gobierno de Hamás, básicamente han estado denunciando que no estaban operando o estaban al borde de dejar de hacerlo. Decían que no tenían electricidad ni agua ni oxígeno. Todos estos argumentos básicamente se demostró falsos. Entonces, una de mis preguntas es: si es totalmente disfuncional, ¿cómo pueden proporcionar tales números con tal nivel de precisión en medio de la guerra? Dan números muy precisos de mujeres y niños, por ejemplo. Mi pregunta básica es ¿cómo es posible exactamente recopilar todos estos datos en medio de una guerra cuando básicamente son ellos mismos los que asegura que los hospitales están colapsados? Me referiría a estas cifras con mucha cautela.

P.- ¿Niega entonces que se esté cometiendo una masacre en Gaza?

R.- No, no. Lo que estoy diciendo es que tenemos que mirar con mucho cuidado cada cifra que proporciona Hamás. Y quiero recordarles la historia de uno de los primeros hospitales atacados, con un misil lanzado por la Jihad Islámica. El misil funcionó mal y cayó en las instalaciones sanitarias. [No es cierto. Es un suceso aún bajo investigación] Hay imágenes que lo demuestran. Ese no, en cualquier, el tema. Dijeron que habían 300, 500 personas. Dijeron que el hospital fue erradicado. El vídeo sobre el terreno muestra básicamente una historia totalmente diferente. El hospital permanece. Fue atacado el estacionamiento.

P.- Le preguntaba por la cifra de civiles asesinados...

R.- El número total de muertos, obviamente, es terrible. Tenemos que recordar que esto sucede porque Hamás y la Yihad Islámica están operando deliberadamente desde áreas masivamente pobladas. Están utilizando a su propia gente como escudo. Israel está haciendo un enorme esfuerzo para tratar de proteger al pueblo de Gaza. Lo mismo ocurre con las personas que Hamás básicamente quiere sacrificar.

P.- No es eso lo que dice la ONU. El secretario general de la ONU Antonio Guterres critica en términos muy duros los bombardeos indiscriminados y "sin precedentes" contra población civil en Gaza...

R.- Con el debido respeto al secretario general de la ONU, ni siquiera condenó las masacres de mujeres y bebés en Israel. Así que realmente no quiero referirme a él como alguien que pueda venir y contribuir en algo a todo esto.

P.- En diciembre el ejército israelí mató por error a tres rehenes en manos de Hamás. Las familias de los secuestrados no están nada contentas con el curso de los acontecimientos. ¿Está creciendo la presión?

R.- Desde el primer día de esta guerra, el gobierno y el ejército israelíes tienen dos cometidos en paralelo: eliminar el poder de Hamás y traer de vuelta a los rehenes. Y hay una tensión entre esas dos trayectorias. Hay diferentes cálculos que hay que tener en cuenta. La opinión pública israelí está apoyando masivamente a las Fuerzas de Defensa de Israel y el mensaje es que no se detengan. Y, en términos generales, han tenido un desempeño muy bueno, dada la complejidad de la situación. Perdemos soldados en Gaza, lo cual resulta muy doloroso para todos nosotros, pero la opinión pública israelí apoya la continuación de esta guerra para eliminar el gobierno de Hamás. Al mismo tiempo, lleva razón en que existe la presión de los familiares para liberar a los rehenes porque es un tema enormemente significativo para nosotros.

La presión militar es el único medio para presionar a Hamas para que libere a los rehenes y eso es lo que funcionará

P.- Pues, visto el curso de los acontecimientos en estos meses, la liberación de los rehenes no se ha producido por misiones de rescate -la mayoría fallidas y con el resultado de muerte para rehenes o soldados implicados- sino como consecuencia de la mediación de Qatar y Egipto...

R.- Para Hamás, los rehenes son la carta que aspirar a usar para salvarse. Y por eso Hamás está intentando en la medida de lo posible prolongar todo el proceso de liberación de rehenes para lograr un alto el fuego de años. El Gobierno israelí desea liberar a los rehenes, pero entendemos que la única herramienta importante que Israel tiene es la presión militar sobre Hamás. Al hacer eso, Israel básicamente, en primer lugar, derriba las capacidades militares de Hamás y, en segundo lugar, presiona a Hamás para que avance y firme un acuerdo para la liberación de los rehenes. Una vez que Israel esté operando sobre el terreno en Gaza, como lo hace hoy recibirá mucha más información de inteligencia para poder liberar a los rehenes.

P.- Usted recomienda entonces mantener la guerra ignorando las demandas de los parientes de los rehenes...

R.- No. La presión militar es el único medio para presionar a Hamas para que libere a los rehenes y eso es lo que funcionará. Hamás está intentando jugar este juego tanto como sea posible. Pero creo que esta es la manera correcta de avanzar. Presionar militarmente para que Hamás esté dispuesto a alcanzar un acuerdo con el propósito de salvar lo poco que les quede.

P.- Sobre las consecuencias regionales de la guerra en Gaza, ¿la operación israelí está alimentando el fuego regional?

R.- Es todo lo contrario. La Franja de Gaza bajo el gobierno de Hamás y la Yihad Islámica se convirtió en una base iraní. Ambas organizaciones tienen un papel muy importante en el plan maestro iraní para convertirse en potencia regional. En realidad, el objetivo de Hamás y la Yihad Islámica es alimentar las llamas del conflicto. ¿Cómo sirve eso al régimen iraní? Se vende ante el mundo árabe como el que supuestamente liberará Palestina. La perpetuación y escalada del conflicto palestino-israelí es una gran llamada en su estrategia. Con la guerra de Israel, el régimen iraní se enfrenta al escenario de que va a perder un brazo muy importante en Gaza. Y por ese motivo intenta presionar a Estados Unidos, intensificando gradualmente los ataques militares llevados a cabo por sus representantes en Yemen, los hutíes, y el Líbano, Hizbulá. Es importante que se conozca en Europa que para el mundo árabe su principal amenaza no es Israel sino Irán. El régimen iraní ocupa cuatro estados árabes y es responsable de la muerte y el asesinato de cientos de miles de árabes. Ha estado involucrado en la demolición de Siria y también controla el Líbano.

P.- Pero el aumento de la pérdida de vidas humanas está eliminando la simpatía hacia Israel que nació del ataque de Hamás en octubre. ¿Le preocupa que eso lleve a Europa y EEUU a retirarle o condicionar su apoyo?

R.- Obviamente tenemos que estar atentos a los mensajes de nuestros amigos en Estados Unidos y Europa. Pero mire, tanto su administración como el propio presidente Biden fueron muy claros. Dijo que el régimen de Hamás en la Franja de Gaza debe llegar a su fin. Entonces, en ese sentido, Israel y Estados Unidos comparten la misma perspectiva. Algunos estados europeos importantes la comparten también. Entienden que Hamás es una amenaza importante. La forma preferible de lograrlo sería a través de algún medio no letal, ya sea a través de negociaciones diplomáticas o tal vez enviando flores y chocolates a Hamás. No está funcionando, así que EEUU, Reino Unido, Francia o Italia entienden que Hamás es una amenaza muy importante. No se puede establecer un objetivo y hacer la mitad del trabajo.

P.- ¿Tiene Israel alguna línea roja en Gaza?

R.- La línea roja para Israel es, por supuesto, asegurarse de que la mayor cantidad posible de personas inocentes no resulte heridas o muertas. Y las FDI están haciendo un enorme esfuerzo para tratar de minimizar los daños colaterales. Somos totalmente conscientes del desafío humanitario en Gaza y estamos intentando ayudar en la medida de lo posible y minimizar los daños. Por cierto, en el mundo árabe muchos están criticando a Hamás, acusándole de arrastrar a la Franja de Gaza hacia la muerte y la destrucción.

P.- Buena parte de los líderes árabes están censurando la actuación de Israel...

R.- El mundo árabe acusa a Hamás de haber conducido a la Franja de Gaza a la muerte y a un callejón sin salida. Se preguntan para qué lanzaron el ataque de octubre, con qué propósito. Los líderes árabes no derramarán ni una lágrima con la caída de Hamás.

Las soluciones militares no resuelven los problemas. Hamás y la Yihad Islámica en Palestina no quieren una solución política

P.- Este es un conflicto con 75 años de vigencia. ¿La solución de seguridad y militar pueden sustituir a la política?

R.- Las soluciones militares no resuelven los problemas. Hamás y la Yihad Islámica en Palestina no quieren una solución política. No buscan compromisos. No buscan negociación. Básicamente están diciendo que estamos comprometidos a continuar este conflicto por siempre jamás hasta que Israel sea eliminada. Cualquiera que quiera ofrecer a israelíes y palestinos alguna esperanza, el primer paso comienza por eliminar a estas organizaciones que en realidad se oponen a cualquier tipo de de esperanza.

P.- Hamás fue creado a finales de la década de 1980. Antes de su nacimiento hubo décadas enteras para una solución. ¿Israel ha estado comprometida con la resolución del conflicto?

R.- No lo sé. Se han ofrecido muchas ofertas a los palestinos. Por cierto, esto es parte de la crítica árabe a los palestinos. "Miren, les ofrecieron algo muy bueno", les dicen. A una mesa de negociación se llega con el 100% y se levanta uno con el 60, 70 u 80%. Hubo acuerdos razonables, por ejemplo, Camp David en 2000. Clinton básicamente les dijo a los palestinos: Se les ha ofrecido una oferta maravillosa, una gran oferta, y ustedes les dieron la espalda. Lo han hecho constantemente. La historia de la Franja de Gaza es un gran ejemplo. Israel abandonó Gaza en 2005. Todo el mundo decía a Israel que pusiera fin a la ocupación de Gaza. Israel entregó el control de la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina. Lo que ocurrió después en Gaza es que Hamás acabó con sus propios hermanos, eliminó su gobierno en Gaza y tomó el control de la Franja de Gaza, llevándola hasta el desastre.

Los asentamientos en Cisjordania son una cuestión controvertida que debe resolverse

P.- Habla de las "buenas ofertas" ofrecidas por Israel en el pasado a los palestinos. ¿Es una señal de esa buena voluntad la expansión sin control de los asentamientos en Cisjordania?

R.- Quiero ser muy claro al respecto: hay muchos temas controvertidos. Uno de ellos es la cuestión de los asentamientos; otra la cuestión de los refugiados; cuestión de Jerusalén; la cuestión de las fronteras; la cuestión de la soberanía. Argumentar que la razón por la que no tenemos paz con los palestinos es por los asentamientos es totalmente falso, porque la realidad muestra que es totalmente diferente. El conflicto comenzó antes de que hubiera asentamientos en Cisjordania. Al mismo tiempo, dicho esto, los asentamientos en Cisjordania, es una cuestión controvertida que debe resolverse. Hay que abordarlo. Las partes tienen que llegar a un acuerdo. Quizás haya algunas realidades en Cisjordania que sean irreversibles. Hay algunos asentamientos que tienen una población muy grande. Hay otros que son pequeños. Si se llega a un acuerdo que incluya la evacuación de los asentamientos, es posible llevarlo a cabo. Israel lo hizo cuando se retiró de Gaza en 2005: desmanteló 21 asentamientos y evacuó a 10.000 personas.

P.- La devastación es totalmente perceptible hoy en la Franja. ¿Cuál es el futuro de Gaza tras la contienda?

R.- Confío en lo que llamo la envoltura regional, es decir, la necesidad de reunir a los principales actores regionales como Egipto, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Qatar, que tienen interés en la estabilidad en Gaza. Hamás representa una amenaza no sólo para Israel sino también para los árabes. Cualquier reconstrucción se debería hacer en base a esa envoltura regional. Habrá que garantizar que Hamás y la Yihad Islámica no pueden reagruparse y eso exige una presión militar constante sobre el terreno. Es muy probable que Israel participe de manera muy importante en eso. La Autoridad Palestina es hoy irrelevante.

Espero que esta guerra sea definitivamente un momento crucial, un evento sísmico

P.- ¿Cuál es el final del camino?

R.- Lo desconozco pero espero que esta guerra sea definitivamente un momento crucial, un evento sísmico. Y una de las cosas interesantes que hay que observar es cuál será el efecto de las ondas de choque en el contexto tanto del debate político palestino como del debate político israelí porque es difícil predecir las ramificaciones. Llevarán tiempo. Tiene el potencial de establecer una trayectoria diferente, una trayectoria positiva para israelíes y palestinos. Ese será el resultado de repensar algunas posiciones y narrativas políticas de ambos lados dentro de los israelíes y los palestinos.

P.- Un punto de inflexión también en Israel...

R.- Sí. Creo que al mismo tiempo impulsará dos tipos de características opuestas en la opinión pública israelí: por un lado, aumentará la necesidad de encontrar una solución con los palestinos, pero por otro lado, también impulsará la comprensión de que no podemos y nunca podremos hacer concesiones en lo que respecta a nuestra seguridad. No necesariamente quiere decir que se opongan totalmente, pero hablando en términos generales, diría que, al menos desde la perspectiva israelí.