La guerra en Gaza alcanza su día 100 sin visos de un final cercano y con el efecto cada vez más palpalble de atizar el polvorín de Oriente Próximo. En mitad de la creciente presión de Estados Unidos para que Israel inicie la desescalada y reduzca "la intensidad" de las operaciones, la campaña de ataques aéreos indiscriminados y la ofensiva terrestre ha dejado un reguero de muerte y destrucción: al menos 24.000 gazatíes muertos; más de 8.000 desaparecidos bajo los escombros; y más de la mitad del callejero de la Franja completamente devastado.

Entretanto, el Gobierno israelí afronta un colosal desafío interno entre discrepancias sobre el futuro de Gaza el día después de una guerra que los analistas militares consultados vaticinan que podría aún prolongarse durante meses en mitad de un gasto militar que obligará a acometer recortes en otras partidas del presupuesto del Estado judío.

Más de 24.000 muertos y 8.000 desaparecidos

La ofensiva militar israelí, tanto los bombardeos iniciados el 7 de octubre -tras el ataque de Hamás que dejó más de 1.100 israelíes muertos- como la operación terrestre a finales de aquel mes, se han cobrado la vida de al menos 24.100 palestinos. Los heridos ascienden a 60.834, según datos del ministerio de Sanidad de Gaza. Hay al menos 8.000 personas desaparecidos, probablemente bajo los escombros de los edificios golpeados por los ataques aéreos.

136 rehenes en manos de Hamás

Hasta la fecha han sido liberados 110 personas capturadas por Hamás durante el ataque del 7 de octubre, la mayoría durante los ocho días de pausa humanitaria lograda con mediación qatarí a finales del pasado noviembre. Durante ese cese temporal de las hostilidades, 81 ciudadanos israelíes -incluidos los que también tienen la ciudadanía de otros países- fueron liberados. En el marco del acuerdo, cada rehén israelí liberado supondría la liberación de tres prisioneros palestinos. Fuera del marco del acuerdo de intercambio, también quedaron en libertad 24 ciudadanos extranjeros que no tienen la ciudadanía israelí. Antes del acuerdo, algunos rehenes -entre ellos dos estadounidenses- también fueron liberados o rescatados.

Según estimaciones israelíes, permanecen en cautividad 136 rehenes. Otros 25 habrían muerto. Se trata, en su mayoría, de israelíes varones o mujeres consideradas militares por Hamás. En un discurso este lunes, Abu Ubaida, portavoz del brazo militar de Hamás, las brigadas Al Qassam, ha insistido en que "Israel no ha logrado ninguno de sus objetivos y que no ha podido rescatar a los secuestrados". Las misiones de rescate israelíes se han saldado con notables fracasos. Doha insiste en que la única manera que se ha demostrado eficaz para liberar a los rehenes es a través de su mediación.

Devastación general

El 80 % de la infraestructura en la Franja ha sido destruida. 15 de los 36 hospitales de la Franja se hallan fuera de funcionamiento y los ataques contra instalaciones médicas han agravado el colapso sanitario. Según la Organización Mundial de la Salud, Israel ha atacado unas 94 instalaciones médicas, entre ellas 26 hospitales, desde el 7 de octubre.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), dependiente de la secretaría de las Naciones Unidas, 359.000 unidades residenciales han sido dañadas o destruidas en la Franja, lo que equivale a 6 de cada 10 viviendas en el territorio. Una paisaje de destrucción que, unido a la interrupción de la electricidad, las comunicaciones o la falta de combustible, ha provocado el desplazamiento masivo de la población hacia el sur de la Franja.

Riesgo de hambruna y enfermedades

El conflicto también ha dañado o destruido infraestructuras y servicios esenciales de agua, saneamiento y salud, y ha limitado la capacidad para tratar la desnutrición grave y los brotes de enfermedades infecciosas, alertan las agencias de la ONU que tratan de mantener la asistencia a pesar del bloqueo impuesto por las fuerzas israelíes. Con unos 335.000 niños y niñas menores de 5 años de Gaza especialmente vulnerables, UNICEF prevé que, durante las próximas semanas, la desnutrición aguda infantil -la forma de desnutrición más peligrosa para la vida de los niños y niñas- podría aumentar con respecto a las condiciones anteriores a la crisis en casi un 30%, afectando a hasta 10.000 niños y niñas.

El flujo de ayuda ha sido un goteo en comparación con un mar de necesidades humanitarias

La ONU advierte, además, de los "niveles devastadores de inseguridad alimentaria en Gaza". Toda la población de Gaza -aproximadamente 2,2 millones de personas- se encuentra en situación de crisis o niveles peores de inseguridad alimentaria aguda. Prácticamente todos los palestinos de Gaza se saltan comidas todos los días, mientras que muchos adultos pasan hambre para que los niños y las niñas puedan comer.

"El flujo de ayuda ha sido un goteo en comparación con un mar de necesidades humanitarias", reconocen Phillip Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA)."La ayuda humanitaria no será suficiente para revertir el agravamiento del hambre entre la población. Los suministros comerciales son imprescindibles para permitir la reapertura de los mercados y del sector privado, y ofrecer una alternativa a la accesibilidad de los alimentos”, agrega.