Si el mago Tezanos acertara en sus pronósticos, el PSOE no sólo ganaría las elecciones en Andalucía con una cómoda mayoría, sino que podría elegir socio de gobierno (Adelante Andalucía o Ciudadanos), o gobernar en solitario recurriendo a pactos puntuales con el resto de los partidos. Es decir, que el Partido Socialista podría gobernar otra legislatura, con lo que alcanzaría el récord de 41 años en el poder sin solución de continuidad, más de lo que estuvo Francisco Franco.

La encuesta del CIS para Andalucía ha vuelto a introducir la cocina para corregir las desviaciones que, por lo general, favorecen al PSOE, a diferencia de lo que hizo en la última encuesta a nivel nacional del mes de octubre. Tezanos no ha querido estrellarse: no es lo mismo dar una estimación de voto para unas elecciones con un lejano horizonte temporal, que hacerlo cuando quedan más de 15 días para los ciudadanos depositen la papeleta en las urnas.

Por tanto, este CIS es más creíble que el del pasado mes de octubre y está en sintonía con algunos de los publicados en diversos medios de comunicación, quizás con un ligero premio al PSOE y un excesivo castigo al PP. A pesar de todo, la fotografía, con ligeros retoques, muestra una Andalucía mayoritariamente de izquierdas en la que Susana Díaz apenas sufre castigo después de casi cuatro años en el poder.

Lo sorprendente es que los ratios de bienestar de la comunidad autónoma siguen estando entre los peores de España. El paro en Andalucía alcanza el 22,9% de la población activa, casi 8 puntos más que la media nacional. El desempleo entre los menores de 25 años llega al 46%. Si nos fijamos en el índice de riqueza (PIB per cápita), Andalucía se sitúa en los 18.470 euros por habitante, mientras que la media en España supera los 25.000 euros. No hay por tanto motivos para premiar la gestión socialista, que durante casi 40 años ha mantenido a la mayor autonomía por extensión y habitantes en el vagón de cola de la economía española ¡Y eso que la mayor preocupación de los andaluces es el paro!

El PSOE andaluz podría batir el récord de Franco en el poder al superar los 40 años, a pesar de que el nivel de paro y de riqueza está entre los peores de toda España

Tampoco se entiende la predilección por el PSOE si se atiende a la opinión de los andaluces respecto a la situación económica y política. En lo que se refiere a la economía, un 54,7% cree que está igual o incluso peor que hace tres o cuatro años. En la política, el porcentaje de insatisfechos alcanza todo un récord: casi un 80% de los andaluces piensa que ahora las cosas están igual o peor que hace cuatro años.

Ahora bien, ante la pregunta de quién preferiría que presidiese la Junta de Andalucía, un 25,8% apuesta por Susana Díaz, mientras que sólo un 9% muestra apego al candidato del PP, Juan Manuel Moreno.

Díaz aparece así casi como un gigante entre enanos y demuestra que ha aprendido y aplicado a la perfección las claves que han dado el poder al socialismo durante casi cuatro décadas: una utilización intensiva de los medios de comunicación públicos, la demonización de la derecha y, sobre todo, el cultivo de la subvención como forma eficaz de mantener el voto cautivo.

Con este resultado, Díaz consolida su poder en Andalucía, comunidad en la que el sanchismo no ha conseguido penetrar lo más mínimo la dura coraza del susanismo. Para Pedro Sánchez tampoco es malo este panorama, porque esta es la primera vez que el PSOE pasa el examen de las urnas tras la moción de censura. El presidente puede vender ante su electorado que el triunfo en Andalucía también es un triunfo suyo y, desde luego, le proporciona un plus de moral de cara a los cruciales comicios autonómicos y municipales del próximo mes de mayo.

La mayoría cree que la situación política y económica es ahora igual o peor que hace cuatro años, pero para presidir la Junta se inclinan abrumadoramente por Díaz

El sondeo es muy malo para Moreno Bonilla y también para Pablo Casado, que afronta en condiciones muy difíciles y en tierra hostil las primeras elecciones tras su ascensión a la presidencia del PP. El sueño de Casado, sumar con Ciudadanos para quitarle el poder al socialismo andaluz, queda muy lejos. Aunque el candidato andaluz era un sorayista convencido, este hecho no le va a restar al líder nacional del PP ni un ápice de su responsabilidad en el resultado final de unas elecciones en las que se apuntan dos fenómenos muy preocupantes en su contra: la ascensión del partido de Albert Rivera y la irrupción de Vox.

Si bien el peso de la izquierda (PSOE, más Podemos, más IU) es similar al que tenía hace cuatro años, incluso en su componente interno, en el centro derecha se ha producido una ruptura histórica de la hegemonía del PP, que pierde escaños por el centro y por la derecha.

Albert Rivera es el gran triunfador de esta encuesta, aunque no logre desbancar a Díaz, al obtener una espectacular subida de más de diez escaños. Por su parte, Santiago Abascal logra un éxito simbólico con el que nadie contaba hace tan sólo unos meses, al conseguir superar la barrera del 5%.