Pedro Sánchez le puso una plantita a Torra. Eso fue todo lo que hizo. Su flor de trapo de Navidad, su muérdago campanillero, su ofrenda de pastorcito de coro. Ante la matonería de Torra y Puigdemont, que no cejan en sus guerras de banjo y casaca; ante las hogueras de caucho y de leyes por las calles; ante el cerco no a un Gobierno, sino al Estado, Sánchez puso una plantita. Habían colocado unas plantas amarillas en su encuentro, tras ellos, y el protocolo de Moncloa, la inteligencia militar, los servicios secretísimos de Sánchez (esos que pueden hacer desaparecer de la historia la boda de su cuñado por cuestiones de seguridad nacional), toda la fuerza del Estado de derecho, en fin, se unieron para poner otra plantita roja al lado. Su valentía se quedó en poner una plantita. Tanto porte de marine astronauta y monster truck, entre estelas de aviones y tubos de escape con llamaradas lacadas, para eso.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Independiente | El diario digital global en español
- 2 Feijóo exige al Gobierno la liberación de la delegación del PP retenida en Venezuela
- 3 Banco Santander cambia de estrategia en los depósitos: del no se van a remunerar a queremos competir en el mercado
- 4 El Gobierno no descarta que el juez Peinado solicite al Supremo la imputación de Sánchez
- 5 La figura peligrosa y amoral de Zapatero vuelve a Venezuela
- 6 Nadal, la gran sorpresa en París con la antorcha olímpica
- 7 La inauguración de los Juegos Olímpicos, en imágenes
- 8 Cuándo juegan Nadal y Alcaraz Juegos Olímpicos de París 2024
- 9 Puigdemont despliega todas sus armas para frenar el pacto de investidura PSC-ERC