Algo va a cambiar en el Parlamento Europeo, el Senado y el Congreso en estas próximas elecciones generales, y no es solo por la irrupción de Vox, sino por la presencia pionera en la arena política de un partido animalista en la cámara baja.

Este asalto a las instituciones por parte del PACMA empezará por Cataluña y Valencia, plazas donde en las pasadas elecciones se quedaron sin representación política por unos pocos miles de votos. El mismo CIS, aunque no es la fuente de información más fiable, le otorga 2 escaños en esos lugares.

El PACMA no tendría sentido como partido propio si alguno de los otros partidos hubieran asumido algunas consignas del bienestar animal. La izquierda a menudo se alinea con ERC y EH Bildu, que defienden los correbous y los encierros sin fisuras. Ciudadanos impulsó la ley para que los animales dejen de ser objetos en el Código Civil, pero no llega más allá en la limitación del uso del dinero público para la tauromaquia, y el PP recluta toreros en sus filas al igual que Vox marcando claramente su posición al respecto.

En cada cita electoral de los últimos 10 años han triplicado sus votos, a pesar del silencio mediático

El PACMA con 15 años de historia se ha hecho mayor, con casi 280.000 votos en las pasadas elecciones generales, la misma representación que PNV o Coalición Canaria, pero sin ningún diputado. En las últimas elecciones andaluzas volvieron a duplicar resultados. En cada cita electoral de los últimos 10 años han triplicado sus votos, a pesar del silencio mediático y sin más ayuda que las cuotas que pagan sus 5.000 afiliados.

Esperan sobrepasar esta vez el medio millón de votos en el Congreso para conseguir dos escaños y al menos un eurodiputado en Bruselas. Sus encuestas aseguran que el perfil del votante es de centro izquierda pero no han querido nunca manifestarse ideológicamente, ni siquiera en Cataluña se han marcado favorables o contrarios al independentismo. No se manifiestan sobre monarquía o república, el aborto, la eutanasia… Defienden crear una Fiscalía especializada en la protección de los animales, un defensor del pueblo animal, la esterilización de las mascotas y el uso masivo del micro chip entre otras medidas. Consideran que el bienestar animal no entiende de colores y con eso les basta, su lema es ser la voz de los sin voz, los animales.

Son valientes en prohibir el sacrificio religioso de los animales según la tradición ritual judía, el sacrificio kosher, o la musulmana, el halal. También en defender el cambio de la ley electoral, una persona un voto, al igual que el resto de partidos excepto PP y PSOE que gozan de su privilegio.

Otro mundo rural es posible y tiene que ver con el cuidado de los entornos naturales, no con su destrucción

Con pocos medios y muchas ganas han logrado terminar con el Toro de la Vega tras 11 años de movilizaciones, detener temporalmente la actividad cinegética en Castilla y León, esperando un informe neutral, no de parte, acerca de las especies que están superpobladas y se pueden o no cazar. Con la caza sucederá como con la tauromaquia, en lugar de debatir acerca de ella, se blindará como “hecho cultural” para que se perpetúe de por vida y con dinero público.

El debate a menudo exagerado entre ciudad y pueblo, mundo urbano y rural, no se resuelve en la España vaciada con mantener la caza y los cotos en fincas privadas. Otro mundo rural es posible y tiene que ver con el cuidado de los entornos naturales, no con su destrucción.

El cambio climático que sufre España mucho más que el resto de países europeos, no está en los discursos principales de ningún partido político. Si los humanos somos el 0,01 % de la vida en la Tierra y destruimos más del 80% de las especies, ¿qué partido se ocupa de ello? PACMA busca su espacio, el slogan de campaña es “Ante la involución revolución” en clara referencia a Vox, el mayor de sus enemigos.

El fenómeno protector animalista crece en toda Europa y en España es más que necesario, nuestro país lidera el ranking de abandono de mascotas en Europa. Los que más lo sufren, los perros sin raza. Cada año son abandonados más de 140.000 animales domésticos y ni siquiera el 50% son adoptados posteriormente.

A partir de ahora puede que tengan por primera vez voz en nuestras instituciones.