Ruido, ruido, ruido. Hasta ahora ha habido mucho ruido. Posiciones inamovibles, vetos, retos, órdagos e indigesta abundancia de esas famosas lineas rojas que es como ahora se llama a las condiciones innegociables. Eso es lo que estamos viendo y escuchando hasta ahora, cuando se ha abierto el mercado de ofertas y contraofertas políticas, estadio previo y obligado al momento en que se hará necesario cerrar los pactos para gobernar ayuntamientos, comunidades autónomas y para hacer posible que Pedro Sánchez sea investido presidente del Gobierno.

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