Hasta aquí llegaron las aguas, que es lo mismo que decir hasta aquí hemos llegado los ciudadanos. Llevamos cuatro meses largos desde que se celebraron las elecciones generales sin que se haya movido un sólo papel en la gobernación de España porque hemos estado esperando, primero, a ver cómo quedaban los partidos después de las elecciones autonómicas y municipales; después, a ver qué pactos se alcanzaban en las autonomías y en los ayuntamientos; a continuación a ver si Pedro Sánchez, el ganador de las elecciones pero con una mayoría muy insuficiente, decidía con quién elegía pactar para formar un gobierno razonable y con una mínima estabilidad: si con la izquierda o con la derecha.

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