Nayib Bukele era, hasta hace una semana, el gobernante con mayor respaldo popular del planeta. El domingo pasado intentó tomar el Parlamento. Ahora hay que esperar las encuestas para situarlo y saber si sigue siendo “el presidente más guapo y cool del mundo mundial”, como se autocalificó por Twitter tras un incontrolable espasmo de narcisismo. Por lo pronto, los estudiantes universitarios protestaron por la intentona golpista.

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