El cambio del actual modelo de recaudación por un sistema fiscal coherente y justo es algo parecido a lo de que hay que cambiar el modelo productivo del país: todo el mundo lo dice, pero nadie hace nada. Probablemente, el tsunami producido por el Covid-19 marque las pautas para una transformación de la sociedad española en diferentes niveles, y uno de ellos, necesariamente, tiene que ser la elaboración de un sistema fiscal equilibrado que mire más en la justicia de las exacciones que en la cantidad de euros (cada vez mayor) que el ministro de turno quiera recaudar.

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