Echenique es un señor de minifalda, como el señor de los toros de Manolo Escobar. O sea, que Echenique está siempre escandalizado, agitado, vengativo y a la vez seducido por la provocación minifaldera, que le hace sudar como un beatón pecador. Su minifalda es la derecha o derechaza, claro. La derechaza va provocando con sus banderas de envolver cupleteras y sus pantorrillas de majo, y por provocar, piensa Echenique, hasta se inventa pedradas con sangre de cristo malo, sangre de un color rojo chino, como el de un insólito cristo chino.

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