Sosos aciagos, bobos con talante, gafes con ramillete, inútiles afables, funestos abanicadores del desmayito rococó... Va a haber que reivindicar al iracundo, al encendido, al apasionado, al fuerte, al que grite, al que se cabree o incluso llore como lloró Merkel, grande y triste como una tahonera grande y triste. Va a haber que reivindicar al vehemente, al impetuoso, al faltón, porque los educados y los modositos, los de voz y ropa de gorrioncillo, se van del ministerio de Sanidad en el pico de la pandemia, con una de las peores gestiones del mundo a cuestas, y además le aseguran a su sucesora que va a “disfrutar”.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 2 Este es el salario mensual que cobra un cardenal en El Vaticano
- 3 Sánchez es un Trump muerto de hambre
- 4 Pardo de Vera escoge a la exabogada del Estado del 'procés' y su mano derecha en Adif para defenderse en el 'caso Koldo'
- 5 Carmen Asecas, Catalina en La Promesa, habla de su origen real
- 6 El "malmenorismo" con el que Iglesias quiere aniquilar a Yolanda Díaz
- 7 Así es Arantxa Aranguren: El último fichaje de La Promesa
- 8 Feijóo asegura que quien firme el expediente de resolución del contrato de las balas tendrá que justificarlo ante el Tribunal de Cuentas
- 9 Salomé Pradas denuncia la "inexactitud" de la transcripción de su declaración ante la jueza de la DANA y pide que se anule