El PSOE ya tiene diseñado su viaje electoral hacia las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Y los puntos centrales de la campaña coinciden con los territorios que decidirán estos comicios y que son prioritarios para el partido: Sevilla, donde Pedro Sánchez abrirá el día 13 la recta final hacia las urnas —a su regreso de su visita a la Casa Blanca para entrevistarse con Joe Biden—, Valencia —reservada para el acto central, el sábado 20—, y Barcelona, para un cierre el viernes 26 en el que el presidente del Gobierno estará acompañado por José Luis Rodríguez Zapatero. La batalla por Madrid, mucho más dura para los socialistas, tendrá también carácter preferente, y se guardará para ella el último jueves de campaña, el 25 de mayo.
Sánchez se implicará a fondo el 28-M, tal y como había adelantado la dirección federal, y su participación será ascendente, como también quemará más carbón el propio partido, que esta semana alcanzará celebrará ya 300 y que llegará hasta los 500 al final del recorrido. La semana pasada, tras mitinear en Fuenlabrada (22 de abril), feudo del cinturón rojo madrileño, el presidente marchó a Logroño (jueves 27), A Coruña (viernes 28) y Pamplona (sábado 29). Esta semana, informaron fuentes de Ferraz, Sánchez encadena Málaga (este martes, 2 de mayo), Barcelona (jueves 4), Alicante (viernes 5), Murcia (sábado 5 por la mañana), Las Palmas de Gran Canaria (sábado 6 por la tarde) y Santa Cruz de Tenerife (domingo 7).
Esta semana, Sánchez encadena Málaga, Barcelona, Alicante, Murcia, Las Palmas y Santa Cruz. El partido llegará a los 500 actos semanales al final de la campaña del 28-M
Barcelona, segunda ciudad de España, es la gran plaza que los socialistas creen posible conquistar este 28-M, 12 años después de verse desalojados por las urnas. La alcaldía se la disputan el aspirante del PSC, Jaume Collboni; el de Junts, Xavier Trias, y la propia regidora desde 2015, Ada Colau, de los comunes. En Málaga las opciones son más bajas por la fortaleza del alcalde, el popular Paco de la Torre, y Alicante es clave para afianzar las perspectivas del partido en las autonómicas, ya que en principio el consistorio seguirá quedando en manos del PP de Luis Barcala. En Murcia, el PSOE aspira a conservar un ayuntamiento que consiguió en 2021 por moción de censura con Podemos y Ciudadanos, en Las Palmas la exministra Carolina Darias tiene más fácil hacerse con la vara de mando —ya el partido dirige la ciudad—, y en Santa Cruz la victoria es mucho más complicada por la hegemonía histórica de la derecha nacionalista, aunque la candidata, Patricia Hernández, ya fue regidora por un año, de 2019 a 2020, hasta que la tumbó una moción de censura que hizo alcalde a José Manuel Bermúdez, de Coalición Canaria.
En las dos siguientes semanas, Sánchez tendrá que sumar a su agenda institucional y de campaña la actividad en el Parlamento. Y justo cuando llegue la pegada de carteles, el jefe del Ejecutivo tendrá que volar hasta Washington, para entrevistarse el viernes 12 de mayo con el presidente de EEUU, Joe Biden. Una foto que condensa una de las fortalezas del líder socialista, su perfil internacional, y que explotará más a fondo en el segundo semestre del año, cuando España asuma la presidencia rotatoria de la UE.
Apertura de campaña, en realidad, en Washington
Tras regresar de la capital estadounidense, abrirá la campaña oficial en Sevilla el sábado 13 de mayo. La capital andaluza es la principal ciudad en manos del PSOE —la lidera Antonio Muñoz—, y la que intentarán defender hasta el final, aunque la pelea está muy apurada con el PP. El domingo 14, Sánchez mitineará con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, su crítico más feroz, en Puertollano (Ciudad Real), localidad bastión del partido en la comunidad.
En campaña, Sánchez pasará por Sevilla, Puertollano, Palma, Zaragoza, Badajoz, Valencia, Valladolid, Santander, Jerez, Asturias, Madrid, Tarragona y Barcelona
En los dos días siguientes, el presidente retoma su agenda institucional y vuelve a la campaña el miércoles 17 de mayo, a Palma, y ya seguirá de corrido hasta el final, y siempre al lado de los barones autonómicos. El jueves 18, compartirá acto en Zaragoza con el presidente de Aragón, Javier Lambán, el otro líder territorial más lejano a Ferraz. El viernes 19 su caravana seguirá hasta Badajoz, y el sábado 20 se desplazará hasta Valencia, al acto central de la campaña, donde el partido quiere hacer un acto de demostración de fuerza en otra capital en manos de la izquierda —la dirige Compromís en coalición con el PSOE—, y en la que al día siguiente aterrizará el PP, que ha reservado la plaza de toros, el espacio icónico en el que, hasta su caída, exhibía su poderío en la Comunitat Valenciana. No es casualidad, ni mucho menos, que los dos grandes partidos hayan decidido que el ecuador de sus respectivas campañas pase por Valencia. Muy pocos votos desempatarán la pugna por la ciudad, y probablemente la competición autonómica esté muy apretada. Ximo Puig es el principal barón socialista y si perdiera el Consell, el golpe asestado a su partido sería de enorme impacto. El 28-M pasa, sobre todo, por Valencia.
El domingo 21, Sánchez estará en Valladolid con su alcalde y aspirante a la reelección, Óscar Puente. En la recta final, el presidente enlaza Santander (lunes 22), Jerez de la Frontera (Cádiz, martes 23), Asturias (miércoles 24), Madrid (jueves 25) y Tarragona y Barcelona (viernes 26), confirman fuentes de Ferraz. El presidente, pues, se reserva las dos últimas jornadas de campaña para dos puntos importantes: Madrid y Barcelona. En la primera, su apuesta personal es la exministra de Industria Reyes Maroto, quien según coinciden en su equipo y en Ferraz, estaría creciendo en las últimas semanas, aunque a priori parece muy complicado que la izquierda arrebate el Ayuntamiento al popular José Luis Martínez-Almeida. El objetivo del partido, en cualquier caso, es recuperar la segunda plaza tanto en la región como en la capital, quedar por delante de Más Madrid. Meta, no obstante, tampoco fácil de conseguir. En la Comunidad, derribar a Isabel Díaz Ayuso parece un imposible, asumen en el partido, que presenta como candidato autonómico a su líder territorial, Juan Lobato.
Que el PSOE eche el telón del 28-M en Barcelona, no obstante, dice mucho acerca de cuál es su prioridad. La ciudad condal está mucho más cerca, según las encuestas (y no se descarta Tarragona), y en Cataluña es previsible un muy buen resultado del PSC. Por eso también Sánchez, como adelantó este lunes El País, estará acompañado de Zapatero, que firmó el mejor dato histórico del PSOE en unas generales, las de marzo de 2008, para apuntalar las expectativas de Collboni. El expresidente, no obstante, estará activo en esta campaña y mitineará en más de un punto de España, para ayudar, sobre todo, a alcaldes socialistas, como indicaban fuentes de su entorno.
Las campañas nunca son estáticas. El PSOE ha intercalado más mítines no previstos del presidente en ocasiones anteriores —como ocurrió en las autonómicas de Castilla y León de febrero de 2022—, si el viento soplaba a favor, o ha optado por una participación más discreta si las perspectivas eran más sombrías —como sucedió en Andalucía hace casi un año—, así que ahora también podría haber algún cambio de última hora. Pero la planificación de la caravana electoral de Ferraz es, por ahora, esa.
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