Ayer se presentó con todos los honores Sumar, el partido o lo que sea, encabezado por Yolanda Díaz. Va a ser una suma de partidos, tantos como 15, a la izquierda del PSOE pero todos de ámbito territorial, por lo menos de momento y algunos (Más Madrid y Compromís) son competidores directos de Podemos en las elecciones de mayo.

La primera objeción que cabe hacerle a esta plataforma es que, hasta ahora, carece de proyecto. Lo de ayer fue una entronización de la persona de la señora Díaz, una entronización entusiasta, con el público aplaudiendo frenéticamente como si no hubiera un mañana.

Pero proyecto de país no se vio por ninguna parte, salvo unas cuantas menciones a los jóvenes de quien la ya candidata a la presidencia del gobierno hizo todas las loas que corresponden a cualquier mitin de cualquier partido. Y a las mujeres, al Mediterráneo como lugar de acogida y no como muro infranqueable y cosas así.

Pero las menciones a las empleadas del hogar, a la subida del Salario Mínimo Profesional y demás mejoras, todo eso eran logros ya conseguidos por este Gobierno.

Se presenta para "dibujar el país que viene, dándonos la mano y lo vamos a hacer en común. Lo hago por nuestros padres, madres, abuelas, que mantuvieron la esperanza en la democracia. Por nuestras hijas para que puedan seguir el hilo de su utopías, para que nunca se resignen a sobrevivir en un planeta en llamas". Y porque la política "con mayúsculas es otra cosa, es dialogar, dialogar y dialogar".

Dijo también que ella no era de nadie. Hombre, según. Ella ha estado ahí porque la puso su ahora enemigo Pablo Iglesias y si no fuera por él estaría ahora calentando un escaño del Congreso, y eso a todo tirar.

Cierto que ella tiene todo los méritos que se le quieran otorgar pero que ella es producto de Pablo Iglesias, eso no lo puede ignorar de esa manera tan rotunda. Y que ella, también ha traicionado al líder de Podemos, en una larga tradición, dada su poca edad, es un hecho que no admite duda.

Por lo demás, demasiados agradecimientos a pequeños líderes de pequeños partidos, Ribó, Errejón, Colau, Garzón, Mónica García, Rita Maestre y otros más, con la mayor parte de los cuales se va a montar esta plataforma que no tiene arraigo territorial más allá del que le puedan proporcionar aquellos partidos donde sientan sus reales cada uno de ellos. Y eso puede ser muy pero que muy complicado, sobre todo al hacer las listas, que serán listas de ámbito nacional.

Podemos es libre a partir de ahora de desligarse de Sumar y de actuar por libre. Es el momento de hacer recuento de heridos antes de la batalla y de reagrupar sus fuerzas

Dado que podemos ha quedado fuera del acto por decisión de Yolanda Díaz, Podemos es libre a partir de ahora de desligarse de Sumar y de actuar por libre. Es el momento de hacer recuento de heridos antes de la batalla y de reagrupar sus fuerzas con la vista puesta en las autonómicas y municipales, donde los sondeos le dan una bajada muy considerable de escaños y de concejales. 

Pero, dado que Sumar no se va a presentar a las elecciones de mayo sino solamente a las generales es el momento de hacer una campaña agresiva sobre los pequeños partidos que sí han asistido a la convocatoria de ayer echándoles en cara la ausencia deliberada de Podemos, por voluntad de Yolanda Díaz. Lo suyo es que, dada la situación, la cúpula de Podemos ya no tenga nada que negociar con ella.

Y así las cosas, pueden acudir a las elecciones generales enarbolando la bandera de la auténtica izquierda, porque esto de la señora Díaz va a resultar muy dificultoso porque no habrá modo de compaginar a un partido con otro, cada uno con sus líderes y sus modos de hacer. 

No sabemos cuál va a ser la argamasa de este partido. De momento es Yolanda Díaz pero estos son instantes iniciáticos y no sirven para el día a día. Lo relevante será cuando se conozca el proyecto de Sumar y  cuando se elaboren las listas para el Congreso de los Diputados.

Y ahí te querré yo ver, Yolanda Díaz.