Los partidarios de Yevgeny V. Prigozhin aseguran que se vengarán de Vladimir Putin y tal vez incluso marchen sobre Moscú. Si se trata de una amenaza seria por parte del grueso del grupo, Putin tendrá mucho trabajo intentando detenerlos. Como mínimo, podría producirse un baño de sangre. Como mucho, la lucha podría ser el comienzo de una guerra civil. Y, por supuesto, existe la posibilidad de que la movilización de Wagner resulte en el derrocamiento de Putin.

Integrarlos en las fuerzas armadas resultará muy difícil

Otra posibilidad es que no sean más que amenazas vanas. En cualquier caso, Putin tendrá que lidiar con cerca de 10.000 leales a Prigozhin. Integrarlos en las fuerzas armadas resultará muy difícil. Desarmarlos hace pensar en los escenarios antes mencionados.

¿Quién sustituirá a los escuadrones del grupo Wagner? Hay más de veinte pequeñas fuerzas privadas, pero la única fuerza que se puede comparar con Wagner es el ejército del líder checheno Ramzan Kadirov, aunque dudo de que esté interesado en desplegarse fuera de Rusia.

El análisis de Prigozhin sobre los errores de Putin y las razones egoístas de la guerra que está costando miles de vidas rusas dio en el clavo, y debe haber resonado positivamente entre los soldados rusos que están sentados y muriendo en las trincheras. Es difícil imaginar que su moral no se vea afectada negativamente por estos acontecimientos, tanto más cuanto que el asesinato de Prigozhin demuestra que en el Kremlin ya está en marcha una feroz lucha por el poder. Los soldados deben estar preguntándose si sus líderes se preocupan por ellos y saben lo que están haciendo.

El hecho de que Putin tardara dos meses en matar a una persona a la que llamaba traidor indica que el presidente ruso no estaba seguro de cómo proceder y que probablemente había desacuerdo dentro de la élite rusa. Era un escenario posible ya que una gran parte de la élite cree que la guerra, y Putin, son un desastre.

El presidente ruso cree claramente que necesita demostrar que está dispuesto a recurrir a la violencia y al terrorismo para mantenerse en el poder. A su vez, esa apuesta significa que han disminuido las posibilidades de que Putin sea destituido pacíficamente y ha aumentado la probabilidad de que sea asesinado. En efecto, Putin ha creado un juego de suma cero, en el que sólo puede ganar una de las partes.


Alexander Motyl es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Rutgers de Newark (Estados Unidos). Es especialista en política soviética y postsoviética, política comparada, teoría y metodología, revoluciones, nacionalismo e imperios.