La airada respuesta del Gobierno a la negativa del candidato de EH Bildu a calificar a ETA como una organización terrorista ha sorprendido y despistado a los dirigentes socialistas que ya habían asumido que era un partido homologable a cualquier otro.

Titulaba ayer El País su información sobre las duras palabras empleadas por la ministra Portavoz, Pilar Alegría, que normalmente sólo suele utilizar contra el PP y Vox, de una forma particularmente ingeniosa: "El PSOE capea sus contradicciones sobre EH Bildu: de socio fiable en Madrid a indeseable en Euskadi". Lo que más me gusta del titular es la utilización del verbo 'capear'. Pablo Iglesias lo hubiese justificado diciendo que "la política es cabalgar las contradicciones". Pero es más apropiado el verbo 'capear' ("eludir con habilidad un compromiso o una situación difícil... "Entretener a alguien con engaños o evasivas", dice el diccionario de la Real Academia). Más adecuado porque mientras que 'cabalgar' presupone una actitud casi orgullosa, 'capear' implica un punto de vergüenza.

El discurso furibundo contra EH Bildu por parte del Gobierno es postureo electoral. Tas el 21 de abril, EH Bildu volverá a ser un partido respetable y respetado

Es lógico un cierto bochorno cuando han sido el PSOE y, principalmente, el Gobierno de Sánchez los que más han hecho en la labor de lavado de cara de los que han defendido y aplaudido a ETA, entre otras cosas porque algunos de los líderes de ese movimiento han sido ellos mismos militantes activos de ETA.

¿Cómo se puede fingir escándalo ante la negación de la evidencia de que ETA asesinó, secuestró y chantajeó durante casi 50 años a los que no comulgaban con sus ideales de crear una Euskadi socialista e independiente, cuando eso es lo que siempre ha hecho Batasuna o su heredera EH Bildu?

En junio de 2019 Arnaldo Otegi fue entrevista en el programa La noche en 24 horas. El líder abertzale, en tono chulesco, se negó a condenar el terrorismo de ETA y se apuntó el mérito de que ETA hubiera dejado de matar. ¡Gracias, Arnaldo!

El día siguiente, las asociaciones de víctimas del terrorismo, el PP, Vox y Ciudadanos criticaron con dureza las palabras del ex miembro de ETA Político Militar y también que un medio público como RTVE hubiera emitido la entrevista. ¿Qué hizo entonces el PSOE? Dio la callada por respuesta. Algunos de sus líderes se limitaron a decir que ya era un triunfo que Otegi lamentara "del dolor causado".

Este Gobierno ha convertido la política en un ejercicio de acumulación de poder, sin ningún tipo de filtro moral. EH Bildu es un partido legal y por ello se presenta a las elecciones y tiene representación parlamentaria. Pero eso es una cosa, y otra pactar con él sin que, previamente, haya condenado el terrorismo. EH Bildu, como reconocen los propios dirigentes socialistas, se ha convertido en el "socio más fiable del Gobierno". Incluso más que el PNV, ERC o Junts. A Pedro Sánchez no le ha importado que esos votos estuvieran cimentados en apoyo a los condenados etarras, los homenajes a los asesinos o el amedrentamiento a los no independentistas. Le ha dado igual.

Por eso, es bochornoso que ahora se rasguen las vestiduras y digan que los de EH Bildu son lobos con piel de cordero. Lo peor para el PSOE es que esa política de blanqueo va a proporcionar a EH Bildu un resultado histórico en las elecciones del día 21. Por mucho que se haya desgañitado Eneko Andueza, incluso aunque creamos en su sinceridad, la cruda realidad es que su partido, su Gobierno, su presidente, han hecho de EH Bildu un partido con el que merece la pena pactar.