Susana Díaz anunciará su candidatura a secretaria general del PSOE el próximo domingo 26 en un acto en Madrid. Según ha informado la Cadena Ser, la presidenta de la Junta acelerará el calendario que tenía previsto para empezar a competir ya con Pedro Sánchez y Patxi López.

El avance del ex secretario general del PSOE, especialmente en Andalucía, y la presión de los aliados de Díaz, que temen que pierda terreno en la carrera hacia las primarias, han forzado a la presidenta andaluza a dar el paso.

La baronesa quería retrasar todo lo posible este anuncio para postergar el desgaste político que le supondrá su intención de compatibilizar ambos cargos: la Presidencia de la Junta de Andalucía y la Secretaría General del PSOE. La oposición en la comunidad lleva meses acusándola de centrar toda su atención y su esfuerzo en el partido, relegando la gestión del Gobierno andaluz.

Díaz afronta su desgaste en Andalucía y la oposición teme elecciones

Además, una virtual victoria de Díaz la obligaría a abandonar la Secretaría General del PSOE andaluz, que celebraría otras primarias con más de un candidato, según ha anunciado el portavoz de Pedro Sánchez, el sevillano Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. La sucesión interna de Díaz se presenta así como conflictiva y amenaza con romper la paz reinante en el partido en Andalucía.

También a nivel institucional se abre un cisma en la comunidad. Aunque Díaz aspira a mantener el cargo al menos un año, los aspirantes a sucederla se movilizan para tejer alianzas y fomentar sus opciones. La Junta de Andalucía se ve así directamente afectada por las aspiraciones orgánicas de la presidenta. Incluso sus aliados parlamentarios de Ciudadanos han advertido de la posibilidad de adelantar las elecciones autonómicas si la presidenta da el paso.

Díaz quiería retrasar todos esos elementos desestabilizadores en el PSOE y en la Junta, pero sus aliados no se lo permiten. Los barones y referentes históricos del partido le exigían que no siguiera perdiendo terreno frente a Pedro Sánchez. Los titubeos de la presidenta, que había rebajado notablemente su perfil político en las últimas semanas, había disparado la inquietud entre quienes le ayudaron a derribar a Sánchez y a constituir la Gestora. "Si se presenta puede ganar o perder. Si no se presenta estará políticamente muerta", le advertían.

El PSOE-A aspira a reunir 30.000 votos para su lideresa

Sus partidarios recuerdan que el poderoso aparato andaluz -que le dio la victoria a Sánchez en 2014 a pesar de ser un perfecto desconocido- aún no se ha puesto en marcha. Esa maquinaria, especialista en movilización electoral, hará un sobresfuerzo notable al ser la candidata su lideresa. Su objetivo es alcanzar unos 30.000 votos para Díaz en la comunidad que le otorguen una ventaja imposible de neutralizar para Sánchez en el resto de España.

Conscientes de que el partido se juega en Andalucía, Sánchez ha redoblado esfuerzos en el territorio. Ha fichado en un puesto preminente a un rival histórico de Díaz en la comunidad, Gómez de Celis, que ya iniciado una campaña interna en el poderoso PSOE de Sevilla, la casa de la presidenta. En esta provincia se disputan 10.000 votos fundamentales para decantar las primarias hacia uno de los dos principales aspirantes.

Patxi López tampoco se ha quedado atrás y ha reclutado a otra joven pero veterana dirigente sevillana, Evangelina Naranjo. Como Susana Díaz y como Gómez de Celis, Naranjo comenzó su carrera política como concejala del Ayuntamiento de Sevilla. Luego fue nombrada consejera de Justicia. Y como buena parte del aparato orgánico e institucional de Manuel Chaves, con el histórico Luis Pizarro a la cabeza, se ha sumado al equipo de Patxi López como vía de consenso frente al enfrentamiento de Sánchez y Díaz.

Mientras el aspirante vasco y el madrileño ya tienen activos sus equipos y han lanzado sus proyectos políticos con documentos para el debate, Díaz todavía no ha mostrado sus bazas. La presidenta presumirá del apoyo de los ex secretarios generales del partido, como Alfredo Pérez Rubalcaba o José Luis Rodríguez Zapatero, así como de buena parte de los barones territoriales. Frente a ese apoyo del establisment del partido, Susana Díaz adolece de una falta de discurso propio. La representación de un PSOE ganador y la bandera de la unidad de España son sus principales mensajes hasta ahora. Esa carencia se compensa con la asunción como propias de las ponencias política y económica de la Gestora.