Pedro Sánchez ha dejado claro el rumbo del nuevo PSOE. En su vuelta al Congreso como "líder de la oposición" para reunirse con los diputados, senadores y eurodiputados socialistas, Sánchez ha mostrado el nuevo discurso del partido.

Como hizo en su proclamación tras el congreso federal el domingo, Sánchez ha arremetido con dureza contra el Gobierno del PP. Aunque reclama una reunión con el presidente del Ejecutivo, Sánchez no escatima descalificaciones hacia su gabinete, muchas de ellas con terminología 'podemita', como la acusación al PP de "secuestrar las instituciones".

"Rajoy me pide moderación y nosotros le pedimos decencia", ha asegurado ante sus parlamentarios, después de acusar al Gobierno de "amparar, permitir y facilitar la corrupción y la impunidad en la política española". "Rajoy pedía ayer moderación al PSOE cuando la cúpula del PP están declarando por la trama Gürtel y la financiación ilegal de su partido", ha destacado, haciendo referencia al llamamiento a la calma de Mariano Rajoy al líder del PSOE tras su proclamación.

"Nuestra prioridad es cambiar un Gobierno que está secuestrando las instituciones públicas para ponerlas a su servicio. El PSOE siempre ha liderado el cambio y por eso tendemos la mano a las fuerzas del cambio", ha explicado, para insistir en su iniciativa de crear un espacio de entendimiento con Podemos y Ciudadanos.

Se trata de poner en marcha una colaboración parlamentaria que sirva de ensayo para una futura moción de censura que desaloje a Rajoy para instaurar un Gobierno del cambio liderado por Sánchez. "Esto es el Parlamento, estamos aquí para hablar, para parlamentar. La política es el harte de hacer posible lo imposible. Y queremos hacerlo con Unidos Podemos y Ciudadanos", ha asegurado.

"¿Cuántos metros podemos avanzar juntos, diez, veinte metros, cien? ¿Podemos llegar a la Moncloa juntos?", se ha preguntado.

Con ese objetivo llamará esta misma semana a Pablo Iglesias y a Albert Rivera, con quien pretende reunirse cuanto antes, aunque sea por separado. Para concretar su oferta de colaboración, Sánchez ha planteado un 'plan de rescate a los jóvenes', con medidas como aumento de las becas, bonificaciones en las tasas universitarias, un plan educativo para recuperar a los jóvenes que abandonaron los estudios para trabajar en la construcción durante la burbuja inmobiliaria o acabar con el trabajo no remunerado, conocido como "becariado".

Los jóvenes son un objetivo electoral primordial para Sánchez, que aspira a recuperar al votante cualificado y con estudios que han encontrado en el partido de Pablo Iglesias una representatividad que no encuentran en el PSOE. "Nuestros hijos están en Podemos", advirtió tras su derribo el ex ministro Josep Borrell.

El secretario general del PSOE ha regresado este martes al Congreso, del que se fue a finales de octubre de 2016, y ha saludado uno a uno a todos los diputados, senadores y eurodiputados antes de comenzar la reunión interparlamentaria en la que se han sometido a votación las nuevas dirección de cada uno de los grupos.

Sánchez ha llegado a la Sala Ernest Lluch de la Cámara Baja escoltado, entre otros, por la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y por el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y a su entrada ha sido recibido con aplausos y con algunos de los parlamentarios puestos en pie, entre los que no se encontraban buena parte de los andaluces. Ausencias destacadas como la de Eduardo Madina, que tampoco acudió al 39 Congreso Federal del partido, se deben a su asistencia a comisiones parlamentarias que se desarrollan este martes.

Sánchez se ha fundido en un abrazo con el que ex portavoz parlamentario Antonio Hernando, que dimitió del puesto la noche que Sánchez gano las primarias.