Política

El Gobierno ocultará datos sobre la injerencia rusa porque no se fía de PDeCat y ERC

La vicepresidenta "no avanzará mucho en sus explicaciones por los hipotéticos vínculos del independentismo con los hackers"

Tardá y Rufián (ERC) durante una sesión parlamentaria

Tardá y Rufián (ERC) durante una sesión parlamentaria EFE

El Gobierno no se fía de ERC ni del PdeCat a la hora de dar explicaciones en la comisión de secretos oficiales sobre las presuntas injerencias de hackers rusos en la crisis catalana, convocatoria que ha solicitado el PSOE. De hecho, Moncloa no ha disimulado su malestar por la petición socialista. Su entusiasmo es perfectamente descriptible y prisa, lo que se dice prisa por la comparecencia de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no tiene ninguna, aunque entiende que si no se celebra en las próximas semanas ya saltaría a enero o febrero del próximo año, demasiado tarde.

La comisión, única que no tiene mesa propia, debe ser convocada por la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, a la que acompañan los distintos portavoces de los Grupos Parlamentarios. Además, es la única comisión en la que sus miembros son votados por el pleno de la Cámara Baja. En definitiva, una comisión reforzada, llamada formalmente de Gastos Reservados, por las cuestiones que trata, sujeta a un secreto que nunca se cumple, y, se temen los medios consultados, que "mucho menos en el actual escenario electoral".

Santamaría no está dispuesta a ahondar mucho en las explicaciones sobre los hackers

Es por ello, que desde Moncloa avisan que la presencia del portavoz del PDCat, Jordi Xuclá, y de ERC, Joan Tarda, en dicha comisión, disuade al Gobierno "de avanzar mucho en sus explicaciones, sobre todo por los hipotéticos vínculos que el independentismo pueda tener con los hackers rusos". Se llegará "hasta donde se pueda llegar", advierten para añadir a continuación que todavía está por ver si se han dedicado partidas públicas de la Generalitat "para financiar" el trabajo de algunos "expertos digitales" con los que difundir informaciones falsas y/o manipuladas de la respuesta del Gobierno central al "procés".

La fecha de la comparecencia de Sáenz de Santamaría la decidirá fundamentalmente ella en función de su agenda. Desde el Congreso dan por sentado que la vicepresidenta "no querrá hacerlo en plena campaña de las elecciones catalanas", pero descartan retrasarla hasta el mes de febrero, tras las vacaciones parlamentarias de Navidad. "Lo normal es hacerlo en las dos próximas semanas", señalan los mismos medios como única opción posible dada la proximidad de las fiestas de la Constitución y de la Inmaculada y del arranque de campaña electoral catalana en la noche del lunes 4, además de las fiestas navideñas.

Moncloa cree que puede afectar a las relaciones con Putin y enfangar el escenario preelectoral

Tiempo, no hay mucho, y, además, el Gobierno quiere que quede constancia "de que nos parece inoportuna e innecesaria, de que no la queremos y, tampoco, que nos marquen los plazos" en alusión a la presidenta del Congreso, que hoy ha marcado un espacio temporal de unos quince días. Dicen creer además que el PSOE es consciente de esa inoportunidad, por lo que "no está haciendo batalla de este asunto". No sería la primera vez que Ferraz rectifica una petición que afecta a la "número dos" del Ejecutivo. En octubre retiró la interpelación urgente que pretendía la reprobación de la vicepresidenta por las cargas policiales de la consulta ilegal del 1 de octubre.

Pero desde Moncloa no sólo se rebelan contra la exposición de datos sensibles ante los diputados independentistas Xuclá y Tardá. Alertan también de que pueda afectar "a las relaciones con Putin" y enfangar el debate en torno a la crisis en Cataluña, que alguien pueda usar "con fines electorales". Lo cierto es que España intenta que el asunto de los hackers no desestabilice las relaciones bilaterales con Rusia y prefieren que el controvertido asunto se encauce a través de la Unión Europea y la OTAN. Lo cierto es que, como otros países d ela Unión, hay cierto temor de injerencias cibernéticas en el sistema de recuento de los votos de la cita electoral del 21-D.

Coincidencia con Sanz Roldán

Tal es la falta de entusiasmo que la comparecencia de Sáenz de Santamaría se hará coincidir con la de Félix Sanz Roldán. El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha pedido comparecer ante la comisión de gastos reservados para explicar las informaciones que apuntan a la relación del Centro con el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, líder de la célula yihadista que atentó en Barcelona este verano, relaciones que se remontan a 2014 cuando éste estaba preso en Castellón por delitos comunes. Es Satty,  fallecido en la explosión de Alcanar (Tarragona), estaba cumpliendo condena por narcotráfico aunque ya se sospechaba de su relación con círculos yihadistas.

 

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