Los resultados obtenidos por Pablo Casado han sido la gran sorpresa de la primera vuelta de las primarias del Partido Popular. El vicesecretario de Comunicación fue el primero en apuntarse a la carrera por la presidencia del partido y lo hizo entonces como un tiro al aire, con el partido partido entre la renuncia de Alberto Núñez Feijóo y la indecisión de Soraya Saénz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Sus opciones languidecían frente a las de la exvicepresidenta del Gobierno y la secretaria general del partido, dueñas del aparato. Pero Casado se ha rehecho y ahora se ve como presidente.

Lo ha conseguido pese a sufrir una importante derrota en Andalucía, pero gracias a una igual de relevante victoria en Madrid, el segundo feudo más poderoso para la militancia del partido. En la capital, Casado se ha impuesto en prácticamente todos los distritos electorales, especialmente en la capital. Consiguió 4.487 votos, por delante de los 1.811 de Cospedal. Santamaría, con 1.613, fue tercera.

14 provincias contra las 16 de Cospedal

Es la victoria más relevante de las cosechadas por Casado, que se impuso en 14 de las 60 circunscripciones en las que se votaba. Venció, por orden de peso electoral, en Madrid, Murcia, Castellón, Mallorca, Barcelona, Badajoz, Ávila, Palencia, Huesca, Teruel, Menorca, Tarragona, Lleida y Navarra. Son menos que los territorios en los que consiguió la victoria María Dolores de Cospedal, 16, pese a que superó en casi 5.000 votos.

La victoria de Santamaría no se habría producido sin el apoyo casi unánime de la dirigencia del PP de Sevilla y Málaga

La secretaria general dominó con autoridad en todas las provincias de Castilla-La Mancha, se llevó Galicia, Asturias o Zaragoza y se impuso también en provincias andaluzas como Almería, Jaén y Córdoba. Fue la única que pudo contestar el poder de Santamaría en Andalucía, donde contó con el apoyo sin fisuras de la dirección autonómica del partido, con el dirigente Juan Manuel Moreno Bonilla a la cabeza. De hecho, la victoria de Santamaría no se habría producido sin el peso de Sevilla y Málaga, donde cosechó casi 3.000 votos.

También fue decisivo para la exvicepresidenta el poder territorial que demostró en Castilla y León. Ganó en siete de nueve provincias, aunque en una de las que no lo hizo, Ávila, quedó por detrás incluso de José Ramón García Hernández, que obtuvo aquí 131 votos, casi el 20% de los que obtuvo en toda España (668).

En el apartado de curiosidades, la circunscripción de Lanzarote registró el único empate de la noche. Cospedal y Santamaría igualaron a 26 votos, Casado se llevó cuatro y José Manuel García Margallo, dos. Fue uno de los cinco lugares en los que se emitieron menos de 100 votos válidos, junto a Gomera (38), Hierro (83), Formentera (20) y Guipúzcoa (81, con victoria para Soraya). Girona superó el límite por poco: 101.