El triunfo de Pablo Casado en el 19 congreso popular abre la puerta a una nueva andadura del PP superadora de la "era Rajoy". Casado representa una suerte de rearme ideológico que persigue recuperar parte de esa base social que bien se ha ido a Ciudadanos o, en menor medida, a Vox. Y para frenar esa sangría no le valía con seguir aplicando las mismas fórmulas para intentar conseguir resultados distintos, sino definir aún más el perfil del PP, con la vuelta a debates y mensajes que se habían abandonado a favor de cierto posibilismo que se le achacaba a su adversaria, Soraya Sáenz de Santamaría.
"El PP ha vuelto", ha sentenciado como si alguna vez se hubiera ido de la escena política española más allá de haberse visto traúmaticamente desalojado del poder. Dice Casado que "ya no estamos en funciones. Tenemos un gobierno que nos recuerda que tenemos que estar más fuertes que nunca", ha agregado ante el plenario del congreso popular una vez conocido su triunfo.
Los números le obligan a un ejercicio de integración real
No obstante, su victoria, con ser incontestable al haber sacado 15 puntos de diferencia sobre su adversaria, le obliga a un ejercicio de integración real en un partido acostumbrado a las votaciones a la búlgara. El 42 por ciento de voto a Soraya Sáenz de Santamaría no puede ser ignorado, como tampoco los territorios que, como la poderosa Andalucía, apostaron por la otra candidatura.
Incluso los suyos admiten que Génova no se gobierna con Andalucía, Valencia o Castilla y León en contra, aunque mucho de ese voto haya engordado su propia candidatura. "Hemos vuelto", ha repetido, para agregar de inmediato que "no vamos a gastar ni un minuto más a hablar de nosotros. Y lo vamos a hacer unidos". "Dije que si ganaba -ha agregado en otro momento de su intervención de clausura del 19 congreso- nadie perdía. Hoy nadie ha perdido, solo ha ganado el PP".
De momento, Maillo y Arenas están fuera de la dirección nacional
Dice el nuevo presidente nacional popular que la integración "es posible y la va a haber, por lo menos por mi parte" y con la responsabilidad de "pertenecer al mejor partido de España, con el orgullo de saber que son nuestros principios los que más representan a todos los españoles, no hay tiempo que perder, España nos necesita más que nunca". Una oferta de mano tendida que ha dejado muy clara cuando se ha negado a adelantar en la presentación de su candidatura el reparto de cargos orgánicos de la nueva dirección popular.
No vamos a gastar ni un minuto más en hablar de nosotros, estamos dispuestos a liderar esta sociedad y lo vamos a hacer unidos. España nos necesita más que nunca #ElFuturoDeEspaña pic.twitter.com/qF6wVXEEHK
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) July 21, 2018
Ni siquiera ha revelado el nombre de quién será su "número dos" en Génova, algo que sí había hecho Santamaría al anunciar que la ex ministra de Empleo, Fátima Báñez , ocuparía la secretaría general en una dirección acompañada de nombres como el de los ex ministros Íñigo de la Serna e Íñigo Méndez de Vigo, además de Fernando Martínez Maillo, Javier Arenas, Alicia Sánchez-Camacho o Enric Millo, que, de momento, están fuera de la dirección popular al haber sido derrotada la candidatura de la ex vicepresidenta.
Un equipo renovado
El candidato inesperado y hoy líder del centro-derecha español ha optado por la renovación, puesto que la mayoría de los nombres de su candidatura son más desconocidos a nivel nacional a excepción de los ex ministros Isabel García Tejerina, Rafael Catalá, Juan Ignacio Zoido o Dolors Montserrat y los vicesecretarios Andrea Levy y Javier Maroto. También ha incluido en su cupo de cinco nombres de libre designación -que no se someten a votación- los de José Manuel García Margallo, José Ramón García y Elio Cabanes. Los otros dos se los ha ofrecido a la propia Santamaría y a María Dolores de Cospedal, que está de salida, aunque no hay que desechar la posibilidad de que encabece la lista europea .
Habrá que tener en cuenta a partir de ahora otros nombres como el de Alejandro Fernández, del PP catalán; el de la diputada gallega Ana Belén Vázquez Blanco; el murciano y director de su campaña Teodoro García; el alcalde de Boadilla (Madrid), Antonio García Terol, y el de la andaluza Esperanza Oña, entre otros muchos.
Casado plantea como prioridad "ilusionar a nuestros votantes"
Mutando el tono emocional de su primer discurso por otro más sereno, ya casi impregnado de la institucionalidad del cargo, ha reivindicado al PP como "una de las columnas vertebrales del sistema democrático" y por eso entiende que el partido debe volver "al eje de la sociedad española, reconectar, ilusionar a nuestros votantes y preparar un proyecto ganador", para recuperar buena parte de la base social perdida, que les coloca en un "suelo" electoral de cinco millones de votos tras haber llegado a alcanzar hasta los once millones.
Heredero de Suárez
Casado, que acompañado en todo momento de Adolfo Suárez Yllana ha querido presentarse como el continuador del presidente de la Transición, se reivindica como heredero "de la mejor tradición democrática, del abrazo constitucional de la concordia que fue posible".
Reforma electoral para hacer posible la segunda vuelta y establecer una prima de mayoría para no depender "de bisagras nacionalistas"; bajada de impuestos; compromiso por la educación para evitar "el adoctrinamiento educativo" que dice ver en el proyecto de Pedro Sánchez; apuesta por la sostenibiliad del Estado de bienestar con una educación y sanidad "excelentes, pero también sostenibles, justas con los que se retiran, pero garantizada con los jóvenes que vienen atrás", han sido algunas de sus propuestas programáticas.
Asimismo ha reiterado algunas de sus ideas más controvertidas y por las que se le acusa de significar un paso atrás, un "giro a la derecha", que se refieren a las políticas de familia y de natalidad. La lucha contra la despoblación, pacto por el agua y el compromiso internacional "con la seguridad estratégica" y el vínculo atlántico, completan su plan.
"Te seguimos necesitando muy cerca" le dice a Rajoy
El nuevo líder de los populares españoles se ha dirigido a su antecesor, Mariano Rajoy, al que ha dicho que "va a ser muy difícil estar a tu altura". Ha revelado que ayer hablaron por teléfono y bromearon con verse en Santa Pola, donde Rajoy tiene su plaza de registrador de la propiedad. "Aquí tienes un amigo", le trasladó su antecesor, "y yo te digo que te seguimos necesitando muy cerca". Pero también ha aludido a la derrotada para darle las gracias por su labor al frente de la vicepresidencia "y por esta campaña limpia en la que podemos decir que salimos más fuertes y más unidos".
En definitiva, "no os voy a defraudar", aunque tiene por delante la ingente e inmediata tarea de poner al PP en condiciones de presentar batalla electoral en las andaluzas y en las locales, autonómicas y europeas de mayo del año que viene todo un reto.
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