Política

El PP y Cs arrancan en Andalucía el combate por el liderazgo del centro-derecha

El perfil bajo de sus candidatos en la comunidad representa su gran talón de aquiles frente a Susana Díaz

Susana Díaz firma el decreto de convocatoria de elecciones.
Susana Díaz firma el decreto de convocatoria de elecciones. | EP

Las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, que se celebrarán un año después de las catalanas del 21-D, servirán de nuevo termómetro político en España. Con más de ocho millones de ciudadanos, la comunidad más poblada, gobernada por el PSOE desde hace 36 años, puede desvelar una de las principales incógnitas del curso político abierto tras la moción de censura a Mariano Rajoy y la renovación del PP: quién lidera el centro-derecha en España.

De momento, la elección de Pablo Casado como líder del PP no ha supuesto una recuperación del partido en las encuestas. Paralelamente, el auge que parecía imparable de Ciudadanos en los sondeos se vio brúscamente frenado por la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, que ha catapultado al PSOE como primera fuerza política del país y ha situado a Ciudadanos en tercer puesto en sustitución de Podemos, que cae a la cuarta posición.

Las elecciones andaluzas servirán para dirimir el duelo entre los dos grandes partidos de la derecha española que, según las encuestas que manejan los partidos en Andalucía, no sumarían para poder hacer frente a Susana Díaz. La presidenta, en cambio, podría reeditar su acuerdo con Ciudadanos o negociar con la plataforma constituida por Podemos e IU en la comunidad, Adelante Andalucía, para dar un giro de izquierdas a su Gobierno.

Albert Rivera ha encontrado en Andalucía una forma de romper la estrategia pactada por los líderes del PSOE y del PP, Pedro Sánchez y Pablo Casado, de ningunear a Ciudadanos para intentar recuperar el bipardisimo en España. El presidente del Gobierno y el flamante líder de la oposición acordaron en su reunión del 4 de agosto una estrategia para apuntalar el bipartidismo y hacer frente a un enemigo común que se había situado como primera fuerza política en las encuestas antes de la moción de censura: Ciudadanos.

Frente a esa estrategia,  los líderes de Cs han desembarcado en Andalucía sin disimulo en las últimas semanas. Junto a Rivera, ocupa un lugar destacado la líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, de origen jerezano y vencedora frente al independentismo en los comicios catalanes del año pasado. El atractivo electoral de la presidenta de Ciudadanos en Cataluña viene a hacer frente al talón de aquiles del centro-derecha en la comunidad: la falta de empuje de sus candidatos.

El de Ciudadanos es Juan Marín, ex concejal independiente de Sanlúcar de Barrameda y presidente regional del partido, que ha ejercido de cómodo aliado de Susana Díaz hasta el final de la legislatura. Frente a la oposición bronca de Podemos y el PP, Ciudadanos ha sido el sostén del PSOE y Marín casi un consejero más del Gobierno autonómico. Su tono complaciente con el Ejecutivo de Díaz le ha valido la oposición interna de un sector de Ciudadanos que amenazaba con disputarle la candidatura en las primarias internas del partido.

Ese movimiento interno, que finalmente no dio la batalla en las primarias, entiende que el PSOE de Susana Díaz ha sabido fagocitar a Ciudadanos dentro del marco de actuación y los debates que tradicionalmente han beneficiado electoralmente al PSOE, impidiendo que en Andalucía emerja el discurso más nítido de Albert Rivera. Mientras que el líder nacional de C’s rentabiliza en el resto de España el discurso de unidad frente al independentismo o de supresión de privilegios como el cupo vasco, en la comunidad andaluza lo hace Susana Díaz.

Por parte del PP, Pablo Casado también ha intensificado su agenda en Andalucía para potenciar a otro candidato de bajo perfil en la comunidad. Juanma Moreno aterrizó en Sevilla en 2014 procedente de Madrid, donde ejercía de secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad de la entonces ministra Ana Pastor.

En las elecciones de 2015. Recién llegado se enfrentó al reto de sustituir a Javier Arenas, que en su cuarta candidatura en la comunidad logró ganar en 2012 a José Antonio Griñán pero sin conseguir la mayoría absoluta que necesitaba para gobernar. Un pacto de gobierno entre PSOE e IU le arrebató esa posibilidad. Con 33 diputados, Juanma Moreno perdía 17 escaños de los que obtuvo Arenas tres años antes, como consecuencia de la irrupción de Ciudadanos, que entraba en el Parlamento con nueve escaños, y del desgaste del Gobierno de Mariano Rajoy tras los recortes más duros de la crisis económica.

Para hacer frente a esta segunda oportunidad, el PP andaluz  ha fichado al consultor de origen cordobés Aleix Sanmartín, que en los últimos años se ha convertido en un prestigioso gurú electoral en Latinoamérica y especialmente en México. Se da la circunstancia de que este consultor fue un cercano colaborador de Susana Díaz durante su etapa en las Juventudes Socialistas de Andalucía, antes de dar el salto a América. “En Andalucía hay un desgaste del PSOE y se pueden dar las circunstancias para una mayoría de cambio”, vaticina el consultor.

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