Ha sido uno de los terroristas más sanguinarios de ETA. Está en libertad desde hace casi cinco años tras pasar 26 años en prisión condenado por haber cometido 13 asesinatos y haber participado en otros 16 atentados frustrados. En este tiempo, José Antonio López Ruiz, alias ‘Kubati’, se ha convertido en uno de los rostros habituales de las movilizaciones del colectivo de presos, el llamado EPPK, de cuya dirección forma parte y del que actualmente ejerce labores de portavoz. El rostro de los presos de ETA se encuentra sin embargo pendiente de una instrucción que no sólo ha limitado su libertad sino que podría llevarle de nuevo a prisión. ‘Kubati’, junto a otro histórico miembro de ETA, José Miguel Latasa Getaria, ‘Fermin’, está procesado por el atentado que en 1986 costó la vida a dos agentes de la Guardia Civil en Aretxabaleta.

El pasado mes de junio, tras tomarles declaración, el juzgado de instrucción número 2 de la Audiencia Nacional le retiró el pasaporte, le prohibió salir de España y le obligó a personarse semanalmente en dependencias policiales o judiciales. Mientras el proceso judicial continua su curso, ‘Kubati’ ha solicitado al juez, según fuentes consultadas por El Independiente, que le levante la prohibición de abandonar el país y le conceda permiso para salir de España. El histórico miembro de ETA trasladó a finales de septiembre su petición al juzgado asegurando que tenía intención de viajar a Cabo Verde y alegó motivos ‘turísticos’ para trasladarse al archipiélago africano. Por ahora, el juez no ha resuelto la petición de ‘Kubati’, a la que la acusación particular en el proceso ejercida por la familia Mateu Isturiz contra él y Latasa Getaria ya han mostrado su oposición.

'Kubati' no puede abandonar España al estar procesado por un atentado de 1986 reabierto en 2017 y en el que murieron dos guardias civiles

Se da la circunstancia de que la antigua colonia portuguesa a la que el asesino de Dolores Catarain, ‘Yoyes’ quiere ahora viajar como turista fue uno de los destinos elegidos por el Gobierno de España para la deportación de miembros de ETA. Aún hoy varios antiguos miembros de la banda siguen residiendo allí. Se trata de militantes veteranos de la banda, que rondan los 60 años y que en la mayoría de los casos huyeron o fueron deportados en la década de los 80, coincidiendo con los años más duros de la violencia etarra. La petición de ‘Kubati’ se produce además coincidiendo con una intensificación de la campaña de apoyo a los miembros de ETA que se encuentran refugiados o huidos de la Justicia española en numerosos países para favorecer su regreso sin consecuencias penales.

Regreso sin consecuencias penales

En Cabo Verde residen etarras como Félix Manzanos, Emilio Martínez de Marigorta, Ángel Castrillo o Tomas Lizana, entre otros. El propio informe “El exilio vasco” elaborado por la plataforma ‘Euskal Memoria’, afin a la izquierda abertzale, reconoce que a mediados de los años 80 se iniciaron procesos de deportación y huida de casi una veintena de miembros de ETA al archipiélago caboverdiano. Muchos de ellos se establecieron allí definitivamente. Incluso varios de los integrantes de ETA que llegaron a Cabo Verde lo hicieron procedentes de Argelia, otro de los destinos donde fueron deportados o se refugiaron muchos miembros de ETA.

Además de Cabo Verde, durante décadas, destinos como Venezuela, México, Cuba o Uruguay acogieron a numerosos miembros de ETA. Actualmente, la dispersión de etarras abarca más de una treintena de países. En muchos casos los etarras llegaron a obtener la condición de refugiados o lograron hacerse con la nacionalidad del país de acogida.

Cabo Verde fue uno de los destino preferentes para deportar etarras en los años 80. Aún hoy varios etarras huidos residen allí

Tras el anuncio de cese de las acciones armadas de ETA, hace ahora justo siete años, el colectivo de presos comenzó a organizarse para reivindicar medidas que permitieran aliviar su situación penitenciaria. Agrupados bajo el denominado EPPK, del que ‘Kubati’ es portavoz, han promovido un cambio de posición dentro del colectivo para aceptar la política penitenciaria a cambio de beneficios penitenciarios y el final de la dispersión.

300 etarras en 36 países

Junto a ellos, otro movimiento de presos, el EIPK, agrupa a los ex miembros de ETA que se encuentran huidos fuera de España. El último acto celebrado para reclamar el regreso sin consecuencias penales de estos etarras se celebró el pasado día 6 en Tolosa (Guipúzcoa). Un acto organizado por la plataforma ‘Kalera, Kalera’ (A la calle, a la calle) en el que irrumpieron representantes del Colectivo de Víctimas del País Vasco, que fueron increpados e insultados por muchos de los asistentes, entre ellos ex presos de ETA. Covite estima que al menos 75 etarras con causas pendientes con la Justicia española continúan hoy huidos. Al igual que la AVT, reclama al Gobierno que tome medidas para su detención y presentación ante la Justicia.

El colectivo de presos de ETA reclama desde hace varios años el derecho de los “huidos y exiliados” a regresar al País Vasco sin consecuencias penales. Cifran en cerca de 300 los militantes que se encontrarían en esta situación. El EIPK defiende que no se les puede reclamar nada judicialmente, bien por tratarse de delitos prescritos o bien por estar inmersos en procesos basados en “declaraciones arrancadas bajo torturas”. Por todo ello, reclaman anular todo tipo de órdenes de detención, euroórdenes o procesos de extradición en vigor contra ex miembros de ETA.

El colectivo de presos ha iniciado una campaña para reclamar el regreso sin consecuencias penales de los militantes de ETA en el extranjero

Durante décadas ETA ha prohibido a sus militantes en cárceles españolas y francesas poder acogerse a beneficios penitenciarios. A los militantes que se encontraban huidos en el extranjero no les permitía regresar. El retorno sólo estaba autorizado por la organización si se realizaba para reintegrarse en la estructura de la banda terrorista. Así sucedió con varios militantes residentes en Cabo Verde, como José Miguel Bustinza y Patxi Rementeria, quienes tras su regreso para volver a forma parte de ETA fallecieron años después en un tiroteo con la Guardia Civil ocurrido el 24 de septiembre de 1997 en Bilbao. En Cabo Verde vivía refugiado otro histórico integrante del ‘Comando Vizcaya’, Endika Iztueta, quien falleció en 2008 tras una paliza que le propinaron dos ladrones que le asaltaron para robarle.

'Kubati', dos causas abiertas

La petición de ‘Kubati’ para viajar al país africano se produce a sólo unos meses de que pueda abrirse un juicio oral contra él por el asesinato del teniente Mateu Isturiz y – y de que la Audiencia Nacional también tenga abierta una causa contra él por un posible delito de enaltecimiento del terrorismo. López Ruiz, junto a otras tres representantes de Sortu, fue detenido, interrogado y puesto posteriormente en libertad por su participación en el homenaje a la ex dirigente de ETA, Belén González Peñalva, en Lazkao el 27 de noviembre de 2017. El acto se llevó a cabo tras la muerte de González Peñalva y en él ‘Kubati' aseguró que “por ti, Belén, y por todos los que habéis luchado, seguimos adelante”. Covite llevó el caso a la Audiencia Nacional que mantiene abierta.

López Ruiz tiene otra causa pendiente por un posible delito de enaltecimiento del terrorismo en el homenaje a González Peñalva

El proceso que mayores consecuencias puede tener contra él, incluido su regreso a prisión –tras salir en libertad el 15 de noviembre de 2013- es el atentado ocurrido hace 32 años en Aretxabaleta. Este caso ha sido reabierto hasta en cuatro ocasiones. La última, el 9 de enero del año pasado después de un informe del Servicio de Información de la Guardia Civil recabara nuevas pruebas que permiten vincular la autoría con el comando ‘Goiherri-Kosta’ de ETA, en el que en esos años se sitúa a los dos procesados. Durante su comparecencia ante el juez el pasado 18 de junio ‘Kubati’ negó su participación en el crimen.

Tanto a ‘Kubati’ como a ‘Fermín’ se les procesa por la comisión de dos atentados contra agentes de la autoridad y por un delito de estragos en grado de frustración. En el auto se da por acreditado que existen indicios suficientes para imputarles la autoría del atentado que acabó con la vida de Ignacio Mateu Isturiz y Adrián González Revilla.