Política

Villarejo dijo al BBVA que eliminó papeles de la auditora afectada por el fuego del Windsor

El incendio impidió a Deloitte aportar a Anticorrupción los papeles que le pidió cuando investigaba la venta de la agencia de valores de Francisco González a Merril Lynch / "El objetivo de este proyecto se ha cumplido totalmente", escribió en un informe

Villarejo dijo al BBVA que eliminó papeles de la auditora afectada por el fuego del Windsor
Informe de Villarejo para el BBVA sobre la destrucción de "rastros documentales" de la auditora Deloitte.

El comisario José Manuel Villarejo informó por escrito al BBVA de que cumplió "totalmente" el encargo para "eliminar rastros documentales de la firma de auditoría DEL", en probable alusión a Deloitte. La multinacional fue la más afectada por el incendio hace 14 años del rascacielos madrileño Windsor, donde ocupaba 28 de las 32 plantas.

El portal moncloa.com publica este martes dos documentos relativos a los servicios contratados por la entidad financiera durante la etapa de Francisco González como presidente ejecutivo a empresas del polémico policía que avivan la tesis de que el incendio del citado edificio -ocurrido el 12 de febrero de 2005- fue provocado. En el Windsor guardadaba Deloitte papeles que le había requerido la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba supuestas irregularidades en la venta de FG Valores -propiedad de Francisco González- a Merril Lynch en 1996 y que no pudo recibirlos.

Deloitte tenía previsto entregarle al Ministerio Público documentación que le había requerido sobre dicha operación el 14 de febrero de 2005, dos días después después del fuego. "En el momento del incendio el informe [de auditoría] y los papeles antes citados se encontraban en la planta 23 del citado edificio", explicó la consultora en un escrito enviado a Anticorrupción el 8 de marzo de 2005. La compañía detalló que no disponía de copia al haber transcurrido los cinco años que le obliga la ley a custodiar la documentación.

En uno de los informes de seguimiento elaborados para el BBVA, bajo el epígrafe de 'Acción final', la empresa de Villarejo detalló: "Eliminar rastros documentales de la Firma de Auditoría DEL, intento de sustitución de soportes documentales originales, en su defecto eliminación física de los mismos. Si comunicar ni fecha ni procedimiento del sistema operativo para conseguir su destrucción".

Informe de Villarejo para el BBVA.

En un documento posterior, el policía -entonces aún en activo- expone al banco: "Esta sinopsis no pretende ser del todo exhaustiva, toda vez que parte de las actuaciones realizadas y de los datos facilitados no se han archivado por obvias medidas de seguridad (Por ello no pueden ahora recogerse exhaustivamente). El objetivo de este proyecto se ha CUMPLIDO TOTALMENTE, por lo que este GIA [Grupo de Investigación y Análisis] ya ha FINALIZADO su cometido. No obstante (y por deferencia hacia T [inicial de Tomy, apodo con el que era conocido en círculos policiales Julio Corrochano, director de Seguridad del BBVA], se continuará la labor hasta conseguir el máximo de las nuevas actuaciones solicitadas (por ahora pendientes)".

Venta de FG Valores a Merril Lynch

Estos informes forman parte del servicio que empresas del policía prestaron para el BBVA de Francisco González tras conocer que el constructor Luis del Rivero lideraba una operación para tomar el control del banco y descabalgar a FG de la Presidencia. Ese encargó se formalizó a finales de 2004 y se prolongó durante los primeros meses de 2005, pagando la entidad financiera más de medio millón de euros por ese trabajo.

Fue el entorno de Del Rivero el que denunció a Francisco González ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por posibles irregularidades en la venta de FG Valores a Merril Lynch, lo que investigaba la Fiscalía Anticorrupción cuando la Torre Windsor se convirtió en una pira y quedó totalmente derruida. Con ella, la documentación que guardaban Deloitte y otras empresas en ella instalada.

A principios de 2006, el Juzgado de Instrucción 28 de Madrid archivó el caso Windsor al no existir indicios de que el fuego hubiera sido intencionado. Un informe de la Policía Científica concluyó que resultaba “del todo imposible” determinar con total exactitud “la fuente de calor” al haber quedado completamente arrasada la planta 21 del edificio, proyectado por el estudio de arquitectura Alas y Casariego y levantado entre 1974 y 1979.

La tesis de los cigarrillos

El juez Mariano Ascandoni también eximió de responsabilidad a la empleada de Deloitte que reconoció haber fumado varios cigarrillos y que permaneció en la planta en la que se iniciaron las llamas hasta momentos previos al inicio del fuego. “No concurren indicios para poder establecer un engarce causal entre el consumo de cigarrillos y el origen o propagación del incendio, al no existir base, salvo que se entre en el ámbito de la conjetura, para concluir en sentido contrario”, argumentó.

El fallo fue ratificado el 10 de diciembre de 2007 por la Sección Segunda de la Audiencia de Madrid al desestimar los recursos que habían presentado Deloitte, la inmobiliaria Ason y Allianz. La multinacional alemana era una de las dos aseguradoras del edificio Windsor junto a Mapfre Industrial, que titulaba el 40 % de la póliza de seguro de daños del edificio y que reconoció que tuvo que hacer frente a pagos por más de 100 millones de euros.

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