Política

Silvia Clemente exigió a Génova la candidatura a la presidencia de Castilla y León

Basó dicha petición en su apoyo a Pablo Casado en las primarias por la sucesión de Mariano Rajoy

La ex presidenta de las Cortes de Castilla y León Silvia Clemente

La ex presidenta de las Cortes de Castilla y León Silvia Clemente

La ex presidenta de las Cortes de Castilla y León Silvia Clemente, decidió saltar a Ciudadanos una vez que no se vieron satisfechas sus demandas tras el triunfo de Pablo Casado en el congreso extraordinario del PP. Clemente, que le apoyó frente a Soraya Sáenz de Santamaría, exigió a la nueva dirección nacional encabezar la candidatura a la presidencia de Castilla y León y, con ello, la cabeza del líder de los populares castellano-leoneses, Alfonso Fernández Mañueco, contra el que vertió duras críticas el día que anunció sus despedida.

La misma que se está sometiendo estas horas al proceso de primarias de Ciudadanos, con resultado más que incierto a pesar de contar con el respaldo de Albert Rivera, consideró que su apuesta por Casado, frente a Mañueco, que intentó no hacer ningún pronunciamiento público pero al que muchos ubicaron del lado de Santamaría, le legitimaba para hacer esa petición. La respuesta que recibió de Génova vino a ser la que ya se conoció durante la campaña de Casado por hacerse con el liderazgo del partido, esto es, que respetaría a todos los dirigentes territoriales, muchos de ellos elegidos en congresos regionales hacía apenas un año.

Casado respetó todas las baronías que heredó, salvo Madrid y Asturias

De hecho, uno de los primeros actos de Casado ya como sucesor de Mariano Rajoy fue fotografiarse junto al hoy presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, abierto "sorayista", y poco tiempo después con el propio líder de los populares castellano-leoneses, Alfonso Fernández Mañueco, cuya cabeza quería Clemente en una pica.

Sólo hubo dos excepciones a esa regla: Madrid y Asturias. La primera porque ha sido "territorio Casado" desde que arrancaron las primarias populares, su hábitat natural, al que poner su impronta. Es más, "el PP de Madrid es Casado", dicen desde la dirección madrileña del partido. A ello se une que Ángel Garrido era presidente del gobierno autonómico por la caída de Cristina Cifuentes y tampoco poseía el liderazgo de una organización donde tenían mando en plaza algunos destacados dirigentes con los que ha venido manteniendo viejos enfrentamientos internos, como es el caso de Pío García Escudero. Eso no impide que Garrido no vaya a tener hueco en alguna de las próximas listas electorales, tal y como él mismo sugirió en entrevista con El Independiente.

En Asturias obligaron los sondeos internos: el partido iba al más absoluto de los desastres electorales. Por eso quitaron optaron por buscar una candidata alternativa a Marcedes Fernández y designaron a Teresa Mallada, para parar el golpe.

Clemente acudió a la convención del PP donde no dejó de mostrar su malestar

Pero Castilla y León no era el caso, y, como en el resto de los territorios. entendieron que a menos de un año de las elecciones locales y autonómicas era poco menos que suicida intentar abrir el partido en canal, independientemente de que unos candidatos les gustaran más y otros menos. A Clemente, la respuesta no la satisfizo. Todavía acudió a la convención ideológica del PP en enero, igual que el otro dimisionario, el balear José Ramón Bauzá. Y allí no dejó de mostrar su malestar a quien quisiera oírla, pero Génova no movió ficha, explican fuentes populares.

Primarias de resultado incierto

Todo eclosionó el pasado 21 de febrero cuando anunció que dimitía como presidenta de las Cortes y abandonaba el PP entre fuertes críticas contra Mañueco al que acusó de carecer de palabra y de liderazgo y su ya antiguo partido en Castilla y León de no tener "ambición ni contenido”. El "pequeño detalle" que olvidó entonces adelantar es que ya había cerrado su fichaje por Ciudadanos, dato que adelantó El Independiente. Su paso a la formación naranja no ha sido bien recibido por todos, no sólo por el que ya aspiraba a la candidatura autonómica, el ex diputado Francisco Igea si no por el responsable del área económica de Ciudadanos y cabeza de lista europea, Luis Garicano.

Las circunstancias, los modos de su salto a la formación naranja, la forma en que se han tenido que forzar los estatutos para que pueda presentarse a las primarias, dado que no tiene ninguna antigüedad de militancia y las dudas sobre los negocios de su esposo, han soliviantado de tal forma al partido en la región, que podría haber hoy una sorpresa y no resultar elegida por mucho que tenga el respaldo de la oficialidad.

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