Política

Rivera desoye las críticas y asciende a Marcos de Quinto a la Diputación Permanente

Ciudadanos ha guardado silencio sobre las polémicas declaraciones del diputado sobre el Open Arms que ha enviado a la formación al foco mediático y premia a De Quinto con un nuevo ascenso

El diputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto
El diputado de Ciudadanos, Marcos de Quinto | EUROPA PRESS

Ni las críticas ni la polémica parece disuadir a Albert Rivera de seguir apostando por el ex vicepresidente mundial de Coca Cola, Marcos de Quinto, como uno de los principales valores de su equipo. El empresario, que se unió al proyecto naranja como independiente y número dos en las listas al Congreso de los Diputados por Madrid ha visto como su carrera dentro de la formación ha dado un salto cualitativo, ocupando tan solo cinco meses después un puesto en la Ejecutiva nacional y, ahora, otro en la Diputación Permanente de la Cámara Baja en sustitución de Marta Rivera, recién designada Consejera de Cultura en la Comunidad de Madrid.

El líder de Ciudadanos, que reaparecerá este jueves para la reunión del recién estrenado comité ejecutivo permanente tras un mes de silencio estival, vuelve a premiar a De Quinto con un puesto en el que se garantiza seguir cobrando por su acta como diputado incluso en caso de que se disuelvan las Cortes para abrirse las urnas el próximo 10 de noviembre.

Marcos de Quinto continúa imparable su periplo por tierras naranjas, pero lo hace rodeado por un halo de controversia que le está costando a Ciudadanos un alto precio: estar constantemente en el foco mediático y ser blanco de las críticas a muy diferentes escalas por no instar al diputado a respetar el código ético del partido, que estipula en su artículo 2 que "en el ejercicio de sus funciones los diputados deben actuar con respeto hacia los demás miembros de la Cámara".

La última gran polémica fue la publicación de su opinión en Twitter sobre la crisis humanitaria del Open Arms, cuando calificó a los migrantes a bordo del buque de "bien comidos pasajeros" e increpó a todos aquellos que le reprochaban su opinión con insultos como "troll de mierda" o "miserable". Y la postura oficial del partido ante las salidas de tono de su compañero de filas es clara: el más absoluto de los silencios. El empresario llegó a Ciudadanos como la apuesta personal de Albert Rivera y nadie ha querido contradecir a su líder a excepción de algunos pesos pesados, como Begoña Villacís o Francisco Igea.

Así, la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Madrid no quiso entrar a valorar los tuits de su compañero filas, aunque sí aclaró que, para ella, los migrantes del Open Arms no son "migrantes bien comidos". Más contundente fue el díscolo de Castilla y León, que censuró la opinión de su compañero de partido y defendió a aquellos que "huyen de la guerra y la miseria y necesitan ayuda", al tiempo que ofrecía su región para acoger al cupo correspondiente de inmigrantes.

Solo un concejal de Ciudadanos, Javier Amador, pidió directamente al núcleo duro de su partido que "desautorice públicamente las declaraciones" de Marcos de Quinto por considerarlas contrarias al espíritu regenerador y liberal de la formación. Desde la formación no solo se ha obviado, sino que se ha hecho todo lo contrario: seguir premiando a la nueva estrella económica del partido -tras la salida de Toni Roldán- sin reprochar, al menos públicamente, su controvertida facilidad para la tecla.

El silencio del núcleo duro ya le está costando una sensación de incomprensión a nivel interno entre muchos militantes y votantes. "Todos los dirigentes callados con lo del Open Arms", lamentaba un cuadro de Ciudadanos a El Independiente, sobre todo teniendo en cuanto el giro conservador que ha dado Rivera en materia humanitaria: de verse con refugiados en los campos de Grecia en 2016 a callar ante el ex ejecutivo de Coca Cola.

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