La precampaña avanza y las encuestas electorales continúan detectando tendencias de cara a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. Si los disturbios en Cataluña han impulsado claramente a la derecha y han disparado específicamente a Vox, Moncloa confía ahora en que el golpe de efecto de la exhumación de Franco acelere la estancada campaña del PSOE. Pero su efecto está por ver. Los últimos sondeos publicados siguen marcando un paulatino descenso de las fuerzas de izquierdas y mantienen el empate técnico entre bloques.

En las horas previas al traslado de los restos de Franco, el líder de Vox, Santiago Abascal, predecía que remover a los muertos podría volverse contra Sánchez "como la maldición de Tutankamon". Y lo cierto es que la única encuesta realizada tras la reinhumación del dictador, realizada por el portal especializado Electomanía, sólo arroja un ganador claro: Vox.

El partido ultraconservador logra en este sondeo, publicado este mismo viernes, el mejor resultado de su serie histórica: 36 escaños, que le situarían como tercera fuerza política ya muy destacada. Supera claramente a Podemos (28) y hunde definitivamente a Ciudadanos (17 asientos), mientras que PSOE (123) y Partido Popular (100) siguen chocando contra su actual techo electoral. Lo mismo le sucede a Más País, que parece ya estancado en los cinco escaños según la inmensa mayoría de sondeos.

La intensidad informativa no le ha sentado especialmente bien a la izquierda, atrapada según las encuestas electorales en la gestión de la crisis en Cataluña y en disputas internas tras la exhumación de Franco, como la desatada entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez por los supuestos "honores de Estado" otorgados al dictador en su traslado.

Confiando en la campaña

Pese a la polémica, los socialistas se mantienen inalterables en la horquilla de entre 117 y 123 diputados, mientras que en Podemos se aprecia una cierta tendencia a la baja: de los 35 diputados en los que parecía acomodarse en las últimas semanas ha descendido ahora a la barrera de los 30 escaños en el Congreso. Íñigo Errejón, por su parte, no consigue rentabilizar su presencia en la gran mayoría de provincias en las que se presenta y no aporta una fuerza parlamentaria relevante.

En el bloque de la derecha, el Partido Popular continúa cómodamente establecido por encima de los 100 diputados, contando con la aportación de Navarra Suma, mientras Vox escala en los momentos iniciales de la carrera hacia el 10 de noviembre. A 15 días de que los españoles vuelvan a votar, el partido de Santiago Abascal corre el riesgo de enfrentarse a una campaña demasiado larga y volver a decepcionar expectativas, como ya sucedió el 28-A con un resultado, 24 diputados, que deshinchó el globo de sus exhibiciones de fuerza en los últimos días de mítines y caravana electoral.

La crisis en Ciudadanos, sin embargo, está desatada ya del todo. Y Albert Rivera confía en seguir el camino contrario a Vox: utilizar el debate para volver a posicionarse y conseguir el 10 de noviembre un resultado que supere las catastróficas previsiones que le conceden las empresas demoscópicas.

Encuestadoras como SigmaDos, Ipsos, Gad3 y Electomanía ya colocan a Ciudadanos por debajo de los 20 diputados, y ninguna prevé más de 25 escaños para el partido naranja, que conseguirá un resultado peor que el de junio de 2016, cuando se quedó en sólo 32 parlamentarios tras el fracaso de la investidura con Pedro Sánchez y el rechazo a Mariano Rajoy. La caída desde los 57 asientos del 28-A a la actual previsión extiende la amenaza de dimisión sobre Rivera.

Nacionalismo fuerte

Donde la crisis no hace acto de presencia es en el espectro nacionalista del Congreso de los Diputados, que mantendrá o ampliará su representación electoral el próximo 10 de noviembre, según todas las encuestas, que coincide en pronosticar 23 escaños para el independentismo, repartidos entre ERC (15), Junts per Catalunya (6) y la CUP (2), que entraría por primera vez en el Hemiciclo, previsiblemente a costa del partido de Carles Puigdemont.

En el caso vasco, las encuestas mantienen el reparto de 6 escaños para el PNV y 4 para EH Bildu, mientras que concuerdan en señalar que Coalición Canaria y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) repetirán representación. Siguen con opciones otras fuerzas como el BNG, que regresaría al Congreso, la coalición Teruel Existe o la musulmana Coalición por Melilla.