"El independentismo ha cometido un error, subestimar la fortaleza de la democracia española". Pedro Sánchez parece convencido de que el discurso de dureza con Quim Torra tiene réditos también en Cataluña, o especialmente en Cataluña, y así lo ha demostrado en el mitin celebrado hoy en Viladecans (Barcelona) en el que ha obtenido de Miquel Iceta la promesa de fidelidad eterna del PSC y los mossos y policías nacionales han sido los más ovacionados en todas las intervenciones.

Sánchez ha vuelto a ridiculizar el empeño de Torra en hablar por teléfono y ha atacado con dureza su insistiencia en cuestionar la actuación de la Policía y los Mossos durante los disturbios de las últimas semanas en Cataluña. "Lo que ha habido es un ataque de los violentos a la sociedad catalana y quien se ha puesto en medio a defender la integridad de esa sociedad catalana han sido los mossos, la policía, la Guardia Urbana y la Guardia Civil".

Iceta, en defensa de Buch

Un reconocimiento en el que Iceta ha incluido antes al conseller de Interior, Miquel Buch, al que ha señalado como el único miembro del Govern "que ha sabido estar a la altura de su responsabilidad", contraponiéndolo a la actitud de Torra. "Dígales a los violentos que sobran", le ha reclamado el socialista al presidente de la Generalitat, "que dejen las calles que son de todos, que es inaceptable intentar boicotear los actos políticos de otros, y apoye por lo menos a su policía".

Pedro Sánchez ha prometido además no abandonar a la "Cataluña no independentista". "Os garantizo que en esta época tan oscura nosotros no vamos a aflojar, no vamos a perder la esperanza y vamos a hacer que se supere esta crisis de convivencia, lo vamos a hacer por todos vosotros y vuestros hijos". Y ha reclamado a Torra de nuevo que "hable con Iceta y con la media Cataluña a la que no sabe ver".

El candidato socialista llega a Cataluña precedido por la polémica después de que el PSOE haya tenido que rectificar e incluir en el programa electoral una mención a la Declaración de Barcelona para recoger el proyecto federal que defienden los socialistas catalanes. Una polémica que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha saldado proclamando la lealtad del socialismo catalán a Sánchez.

Una polémica que el candidato a la presidencia ha obviado en su intervención, sin menciones al programa socialista o al modelo territorial defendido por el PSOE.

"Ha sido una tormenta en un vaso de agua" aseguran desde el PSC, pero lo cierto es que Miquel Iceta llamó a Cristina Narbona para reclamar la mención al proyecto federal asumido por el PSOE desde el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y que le propio primer secretario del PSC ha hablado en redes sociales de las "presiones" ejercidas para recuperar ese discurso.

El PP: "caja B y ahora campaña en B"

Sánchez se ha referido también a su principal rival, Pablo Casado, al que ha acusado de utilizar campañas de desinformación para desmovilizar a la izquierda. "El PP anda haciendo lo de Trump" ha ironizado, advirtiendo contra esas campañas de desmovilización. "Primero Caja B y ahora campaña en B, el PP no tiene remedio" ha concluido.

En este contexto, ha afeado además a los líderes de PP, Cs y Podemos que se comprometieran a apoyar al Gobierno cuando se hiciera pública la sentencia e incumplieran ese compromiso. "Salen por la puerta y empiezan a pedir la dimisión de Marlaska y a criticar al Gobierno de España y luego la competición: Rivera con el 155, y Casado que viene a decir que la legislación penitenciaria es de república bananera".

Sánchez ha destacado además la debilidad del PP en Cataluña como ejemplo de que el PSOE es el único partido que puede presentar un proyecto para toda España. "Tenemos el proyecto, los equipos y la representación parlamentaria y territorial que no tiene ningún partido en este país. El PP si pierde un diputado se queda con cero en Cataluña, eso demuestra la debilidad política para tener proyecto de país" ha apuntado.

La polémica con el PSC no ha impedido que Sánchez llenara el espacio -modesto, para un millar de personas segun la previsión inicial- reuniendo a más de 1.500 personas en Viladecans (Barcelona). Una asistencia que se ha impuesto a la convocatoria del colectivo independentista que había convocado a rodear el edificio para boicotear el mitin del presidente en funciones.