El comisario José Manuel Villarejo, en prisión preventiva por liderar presuntamente una organización criminal "parapolicial", ha hecho pública esta mañana por medio de su defensa una carta en la que amenaza con desvelar información comprometedora sobre el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que instruye el caso Tándem y que decidió prorrogar su prisión preventiva dos años más.

Villarejo sostiene en su misiva que la Audiencia Nacional, cuya Sala de lo Penal también respaldó el pasado viernes la decisión del juez instructor de mantenerle en prisión provisional, que no le dejan salir de la cárcel porque no quieren que "aporte pruebas" de que, según afirma, la causa que se sigue contra él es un "paripé para eliminar a un agente del Estado incómodo para ellos". "No me dejarán salir con vida de la prisión no para que no destruya pruebas sino para que no las aporte y pueda demostrar quién es quién en esta gran mentira que, por desgracia, viven los españoles", sostiene.

En relación con las pruebas que afirma atesorar, Villarejo lanza una clara amenaza contra el juez que instruye la causa contra él: "Incluso alguno de los archivos que menciono afectan directamente al propio instructor; el archivo Jano, el caso Sogecable, caso Faisán, acuerdos de Mario Conde...o incluso algunos relativos a su estancia en el extranjero como juez de enlace", escribe.

19 piezas abiertas contra él

La pasada semana, la defensa de Villarejo avanzó a El Independiente que el comisario recurrirá ante el Constitucional la prórroga de su prisión preventiva porque considera que se vulneraron sus derechos fundamentales al no trasladarle información "esencial" sobre la investigación que se sigue contra él, en gran parte secreta. Una vulneración de derechos que la Sala de lo Penal, por otro lado, no aprecia.

En el Juzgado Central de Instrucción número 6 existen hasta 19 piezas de investigación abiertas contra Villarejo por presuntos graves delitos como el liderazgo de una organización criminal, el cohecho, el blanqueo o la revelación de secretos. El instructor y la Fiscalía Anticorrupción consideran que el comisario lideró una trama en connivencia con algunos agentes que le permitió utilizar a la Policía, con la que colaboraba como agente encubierto, para que investigara a personas que él mismo denunciaba ante la Justicia y que eran contrincantes de clientes privados suyos. Un negocio redondo por el que llegó a embolsarse millones de euros.

Para ello, no habría dudado, según la investigación, en utilizar las amenazas, extorsiones, y las denuncias falsas. Parte de las investigaciones abiertas en la Audiencia Nacional y que ya afectan a grandes empresas del Ibex 35 que contrataron los servicios de su empresa de espionaje (como BBVA investigado como persona jurídica) se mantienen secretas por procedimiento reforzado. También la pieza que afecta al patrimonio presuntamente oculto en el extranjero del comisario, que habría utilizado las identidades falsas que le proporcionó la Policía para esconder los beneficios de sus supuestos negocios corruptos.

Villarejo ya ha tratado de recursar al juez Manuel García Castellón en dos ocasiones sin éxito. Su defensa está a la espera de que la Sala se pronuncie sobre la segunda recusación archivada por el instructor.