Sin poder resistirse al simbolismo de las fechas, el 2 de octubre parece ganar enteros como el día más probable para la celebración de las próximas elecciones catalanas. Esa es la hipótesis que va creciendo en ámbitos políticos catalanes y la que se ha van extendiendo por los cuarteles generales de las direcciones nacionales y federales con sede en Madrid. Con todas las dificultades que tiene adelantar los movimientos de personajes tan imprevisibles como el fugado Carles Puigdemont y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, varias pistas parecen apuntar a esa fecha.

Primero, que es casi coincidente con el tercer aniversario de la consulta ilegal del 1-O, aniversario que cae en sábado y que se ha convertido en uno de los "hitos" del imaginario independentista. Se trataría de una jornada de reflexión peculiar, con el independentismo muy activo en la calle, aunque, de momento, y dado lo lejano aún de la fecha, no hay nada preparado para esa conmemoración.

Además, tanto sus socios de gobierno, esto es, ERC, como PSOE o PP, creen poco previsible que la consulta tenga lugar antes del verano. Es cierto que depende de los Presupuestos catalanes, que pasan por el Parlament este mes de marzo tras tres años sin tener cuentas y que Torra dijo que despejaría el calendario una vez superara este trámite parlamentario, pero lo más probable es que intente alargar la agonía de sus propios socios, partidarios de ir "cuanto antes" a unas elecciones de las que dependerá cómo queda el reparto de fuerzas entre los dos partidos que se disputan la hegemonía del independentismo.

Los Presupuestos Generales del Estado, pendientes del calendario electoral catalán

Pero sobre todo hay una tercera razón que llevaría a Torra a aplazar lo más posible el calendario electoral, esto es, poner a ERC en el dilema de tener que facilitar los Presupuestos Generales del Estado de Pedro Sánchez en plena precampaña catalana. Y de eso son también conscientes en Moncloa, hasta tal punto que se han puesto en la tesitura de abrir la negociación de los PGE de 2021 ante la imposibilidades de que los de Oriol Junqueras están en condiciones de, al menos, abstenerse. En cambio, Moncloa podría esperar a finales de año para sacar los del ejercicio siguiente, con un ERC liberado ya del calendario electoral.

El Gobierno comienza a asumir un escenario de prórroga de los presupuestos de Cristóbal Montoro, aunque el departamento de María Jesús Montero esté trabajando en las fichas financieras de cada Ministerio y tenga previsto abrir el diálogo con el resto de los Grupos Parlamentarios a finales de este mes.

En todo caso, los cálculos de Torra sobre el calendario electoral dependen del Supremo, donde recurrió la pena de inhabilitación por desobediencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Precisamente, la defensa del presidente de la Generalitat ha denunciado ante el Tribunal Supremo que su condena por desobediencia obedece a una "confabulación" entre Ciudadanos y al menos un exvocal de la Junta Electoral Central (JEC) para apartarlo del cargo y "neutralizarlo" políticamente.

El abogado de Torra, Gonzalo Boye, ha presentado un escrito ante el Supremo en el que se opone a la petición de la Fiscalía de que confirme la pena de inhabilitación que se le impuso a Torra por desoír la orden de la Junta Electoral de retirar los lazos amarillos de los edificios públicos. En su escrito, aprovecha para volver a cuestionar la imparcialidad de los miembros de la Junta, a raíz de las recientes informaciones que apuntan a que el exvocal Andrés Betancor cobró como asesor de Ciudadanos mientras participaba en debates del árbitro electoral, entre los años 2017 y 2019, informa Efe.

JxC no tiene todavía candidato

El próximo 18 de marzo se procederá a la votación de las cuentas catalanas en el Parlament. Si Torra convocara de inmediato, las quintas elecciones catalanas desde 2010 tendrían lugar en mayo, aunque lo cierto es que desde presidencia de la Generalitat se ha venido insistiendo en que no tienen que se necesariamente antes del verano. Y a quien menos revela sus intenciones el presidente autonómico es precisamente a los de ERC, quienes a diferencia de JxC, tienen, al menos un candidato bastante definido, Pere Aragonés. Es es otra dificultad añadida. Los antiguos convergentes no han despejado el nombre de quién encabezará esta vez la lista a la presidencia de la Generalitat y, para eso, también necesitan tiempo.