María Alcaraz, valenciana de 24 años, lleva desde el 11 de febrero en Florencia, donde reside su novio Filippo. Tenía mucho que celebrar: había aprobado el MIR y tenía cuatro meses de vacaciones hasta la elección de la especialidad en Medicina. Su idea era regresar a su tierra, Valencia, a las Fallas. Su vuelo de Pisa a Valencia el domingo fue cancelado. Al suspender España las conexiones con Italia, no puede salir de ese país en avión. El gobierno español ha tomado esa decisión sin dar alternativas a quienes están en Italia, ni hacerse cargo de su vuelta a casa.

Muchos españoles como María Alcaraz están indignados. Su caso es un ejemplo de lo que están sufriendo muchos en Italia. Reclaman información y después de sucesivas llamadas a Exteriores, a la embajada o al consulado correspondiente, se encuentran en un callejón sin salida.

Me pidieron los datos y se los di. Creía que era para darnos opciones y facilitarnos la vuelta. Pero no", dice María Alcaraz

"Cada persona con la que he hablado me daba una respuesta diferente. Por fin desde España me dijeron que llamara al consulado de Roma y así hice. Querían conocer todos mis datos y se los di. Creía que era para darnos opciones y facilitarnos la vuelta. Pero no. La solución que me han dado, en plan amigo, era hacer una triangulación: viajar a Francia o Alemania, y desde allí a España", explica vía telefónica María Alcaraz.

El Ministerio de Exteriores ha dado a conocer en un comunicado que los consulados generales de España en Italia han atendido durante las últimas horas 5.500 consultas de españoles desplazados o residentes en el país entre las demarcaciones de Roma, Milán, Nápoles y Génova.

El consulado general de Roma ha atendido 1.600 llamadas, 1.800 en Milán, y en Nápoles 1.400. En Génova han sido 400.

Una irresponsabilidad

Instan a los afectados a guardar la calma y consultar a las agencias de viajes y operadores de transportes para buscar soluciones a su situación. O bien les sugieren que salgan por tierra o por mar. Pero de hacerse cargo de su situación nada.

A cualquiera de nosotros esta propuesta le parecería extraña, pero María Alcaraz, con el examen de Médico Interno Residente aprobado, lo considera "una irresponsabilidad" porque "no es una medida que ayude a contener el virus".

"Si el objetivo es contener la infección, si nos movemos por Europa, no tiene sentido. Tampoco tiene sentido que cancelen los vuelos y se pueda salir por vía terrestre y barco", explica María, desde Florencia. Otra solución sería quedarse en Italia hasta el 25 de marzo. Pero, ¿con qué seguridad de poder salir entonces? Ninguna. Ella tiene donde quedarse, pero muchos turistas no tienen tanta suerte.

El gobierno suspendió los vuelos a Italia el martes, horas después de que Italia se autoimpusiera el aislamiento total. Es el país con más casos de coronavirus de Europa y el primero que echa el cierre en todo el mundo.

El veto para volar afecta a las conexiones con el país transalpino que mantienen Ryanair, Iberia, Air Europa, Vueling, Volotea o Alitalia, entre otras compañías.

Algunas compañías, como easyJet y Ryanair, están poniendo en marcha soluciones para los viajeros que se encuentran en Italia y que deben regresar a sus países de origen. La británica easyJet ofrece una serie vuelos de rescate, según los denomina la compañía, para conseguir sacar de Italia a decenas de viajeros.

Las autoridades italianas sólo dejan viajar a y desde Italia a pasajeros que demuestren que el vuelo esencial por trabajo, cuestiones de salud o repatriación, según informa David Page. A quienes vengan a España se les ofrece hacer escala en París, Londres o Berlín.

Ryanair operará hasta la medianoche del viernes vuelos de repatriación para los afectados por las restricciones impuestas por Roma y que necesiten volver a sus países. Los vuelos tienen por destino países de toda Europa, pero no España, por la prohibición total decretada. María Alcaraz señala que es muy difícil contactar con estas compañías.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo que se iba a estudiar "caso por caso" para encontrar soluciones a los españoles a quienes esta suspensión ha sorprendido en Italia. El Ministerio de Exteriores suscribía el martes lo dicho por Sanidad.

En un correo electrónico desde el consulado de Roma explica a los que se ponen en contacto que "hasta el 25 de marzo están cerradas las comunicaciones aéreas directas desde la República Italiana a aeropuertos españoles y entre el 10 de marzo y el 3 de abril dentro del territorio italiano solo se autorizan desplazamientos por motivos de trabajo, de salud o por regreso al propio domicilio".

El gobierno español deja en manos de las compañías aéreas la búsqueda de alternativas para los españoles que están en Italia. Así consta en el correo que recibió María Alcaraz: "Por todo ello, el consulado general de España en Roma recomienda que se contacte con las compañías aéreas con las que se ha volado para buscar posibles alternativas de regreso a España".

Asimismo, se señala que "es posible viajar a España por vía terrestre, estando en estos momentos abierta dicha posibilidad a través de Francia y que existe la posibilidad por vía marítima en estos momentos desde el puerto de Civitavecchia".

Cuando pregunté si podrían fletar un vuelo, me contestaron que éramos demasiados. Lo ideal sería eso y controlarnos a la llegada", señala esta joven valenciana desde Florencia

A su vez recuerdan cómo para desplazarse por territorio italiano hay que llevar un documento autodeclarativo en el que se indica el motivo del viaje.

Desconoce María si los policías dejan pasar a los españoles o no. Y teme que si en el barco hubiera algún positivo, podría quedarse aislada dos semanas.

María teme que si sale de Italia a Francia, por ejemplo, quede retenida en el país vecino. O si se embarca, hay un positivo en el crucero y ha de guardar cuarentena. María está preocupada por si ha de estar en aislamiento a la vuelta y llega tarde a la elección de plaza de la especialidad.

"Cuando pregunté si podrían fletar un vuelo, me contestaron que éramos demasiados españoles. Lo ideal sería eso y controlarnos a la llegada. Ahora cada español hace lo que puede y sale por una vía diferente. Es irresponsable que nos dejen así. Muchos amigos Erasmus están como yo. Esto es muy estresante", concluye María.